Los hijos de Simeone siguen la táctica de su padre: “Partido a partido”

El confinamiento de Diego Pablo Simeone ha sido en familia, tanto con la que ha formado junto a su actual esposa, Carla Pereyra, como con parte de la que tuvo con Carolina Baldini. En casa del entrenador del Atlético de Madrid han estado sus hijas Francesca y Valentina, de tres y un año respectivamente, y dos hijos de su anterior matrimonio, Gianluca y Giuliano, de 21 y 17. Incluso su cuñada, Jimena Pereyra, y un amigo de uno de sus hijos, Gonzalo Lablanca, que juega en el Club Deportivo Inter de Ibiza. “Gonzalo es ya como un sobrino y además cocina muy bien. Con todos en casa, en 60 días ha pasado de todo”, comentó Simeone en un directo de Instagram.

Quien no se ha sumado a esta cuarentena tan entretenida ha sido su primogénito, Giovanni Simeone. El joven vive actualmente en Italia, donde juega como delantero en el Cagliari Calcio, y este domingo cumple 25 años. Alcanza el cuarto de siglo alejado de su familia, pues esta se encuentra repartida entre España y Argentina. Pero la distancia merece la pena, pues desde que se han reanudado los partidos de fútbol en Italia no ha hecho más que marcar goles en todos los encuentros, superando a Cristiano Ronaldo.

Giovanni Simeone reside en Italia desde hace cuatro años, cuando fichó por el Genoa. “Cuando me dijeron de ir al Pescara estaba encantado. Se cayó la opción, surgió lo de Génova y me volví loco. Decidí irme a Europa que es mi sueño”, contó en Radio Late. Al poco de instalarse conoció a la modelo italiana Giulia Coppini, de 26 años. Su novia participó en un certamen de Miss Italia, ha estudiado Biología en la Universidad de Siena, sueña con cantar y actuar y ha debutado en la televisión pública italiana hablando de diferentes deportes, entre ellos el fútbol, de la que no era muy fanática hasta que conoció al hijo de Simeone. “Amo a todos los Simeone, son muy divertidos y cuando estamos juntos el tiempo se pasa volando. Para mí son la familia unida que nunca tuve”, reveló la joven al diario argentino La Nación el año pasado. Suele compartir en redes sociales fotografías junto a Carolina Baldini, pero no le gusta referirse a ella como su suegra: “Me suena muy raro porque yo la veo más como una amiga. Cuando viene a Italia, organizamos para salir juntas y la verdad es que la gente nos ve caminando y muy pocos creen que es la madre de mi novio”.

De su pareja admira su sencillez y generosidad, algo que uno no espera encontrar en una familia que cuenta con una de las mayores figuras del fútbol entre sus miembros. Para Giovanni Simeone su padre es un referente. “Para muchos un héroe, para otros un estilo de vida. Pero para mí, una guía en mi camino de la vida”, escribió el futbolista en su cuenta de Instagram para felicitar al técnico por su 50 cumpleaños el pasado abril. El Cholo habla por teléfono con él incluso para reprenderle si ha jugado mal. “Mi padre me llama después de cada partido y me critica sin rodeos. No habla de las acciones del partido sino de mi actitud. ‘Hubo algo que no me gustó‘, es una de sus frases clásicas cuando las cosas no han ido bien”, comentó el futbolista al portal Mundo Deportivo. Sin embargo, el más duro es su abuelo, Carlos Simeone: “Es menos diplomático que mi padre y una de las últimas veces me dijo con severidad: ‘¿Puedes explicarme cómo lo hiciste para fallar ese gol?' Yo busco excusas. El abuelo es tremendo”.

Los hijos de Simeone y Carolina Baldini, que estuvieron casados entre 1994 y 2014, vivieron con su madre en Argentina hasta que dieron el salto a Europa. El segundo, Gianluca Simeone, es miembro del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata, cuyo entrenador es Diego Armando Maradona, aunque lleva varios años cedido a equipos españoles de la isla de Ibiza. Su padre le ha visitado cuando su agenda se lo ha permitido y, al igual que con el mayor, observa con detenimiento su carrera. En una ocasión le llegó a escribir en redes sociales: “Trabajo, trabajo, más trabajo, más trabajo”.

El mediano de los hermanos suele compartir diferentes estampas familiares en su perfil de Instagram, sobre todo con sus hermanas pequeñas, muestra de que hay una estrecha relación entre ambas familias. La separación entre Simeone y su primera esposa fue más que amistosa, pues ambos zanjaron el matrimonio porque buscaban caminos profesionales totalmente diferentes. Gianluca Simeone es más discreto a la hora de compartir imágenes o vídeos de su pareja, una influencer argentina llamada Abril Bruzzese.

Menos reparo en exponer su vida amorosa tiene el pequeño, Giuliano Simeone, que el pasado mes de mayo publicó una imagen junto a su novia, Irene Ariza: “Feliz cumpleaños a la mejor de todas, te quiero mucho y lo sabes todo”. La joven, a la que ha conocido en Madrid, acaba de cumplir 18 años y ambos han estado separados durante el confinamiento, pero recientemente se han vuelto a reencontrar. Al igual que el jugador ha hecho con sus compañeros de la cantera del Atlético de Madrid. Recientemente el futbolista se ha sumado a una campaña organizada por diferentes equipos juveniles para donar dinero a los afectados por la pandemia del coronavirus a través del Banco de Alimentos de Madrid.