Montjuíc le tenía ganas a Ousmane Dembélé. Recordando la celebración del tanto anotado en la ida, cuando se dirigió al sector culé, los aficionados del Barça no pararon de silbarle, tanto cuando calentaba como cuando tocaba cada balón durante el partido. No existía la misma mínima simpatía con un delantero que estuvo cinco años en el Camp Nou.
La bronca le perseguía, más aún con el Barça mandaba en el marcador. Hasta ese momento, poco intencionalidad en su juego más que su presencia. Pero a falta de cinco minutos para la conclusión, el extremo francés empalmó un centro de Barcola sin que Ter Stegen pudiera hacer nada.
No sólo firmó el 1-1 sino que, en la primera parte, tuvo la oportunidad de adelantar al PSG pero su disparo desde la derecha, también a centro de Barcola, salió rozando el poste izquierdo del meta alemán.
Ya en la segunda parte, el PSG se avanzó con un disparo de Vitinha desde la frontal del área descuidado de marcaje. Más tarde, Dembélé volvió a ser protagonista provocando un penalti que transformó Mbappé. El que puede ser jugador del Real Madrid lleva cinco goles en cuatro partidos contra el Barça.