Darko Brasanac: "Hemos sentido el cariño de Pamplona y eso no lo vamos a olvidar nunca"
Edición impresa

Actualidad Navarra, Pamplona, Tudela, Estella, Osasuna, Deportes, Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona, Política, Economía, Trabajo, Sociedad.

Osasuna

Darko Brasanac: "Hemos sentido el cariño de Pamplona y eso no lo vamos a olvidar nunca"

Habla a menudo en primera persona del plural porque incluye a su familia. Cuatro años y medio han marcado la vida de los Brasanac. Honestidad y compromiso para todo. Como si fuera de aquí

Ampliar Darko Brasanac, acompañado de sus dos hijos, recibe la ovación de El Sadar en el último partido de la temporada pasada que significaba la clasificación a Europa
Darko Brasanac, acompañado de sus dos hijos, recibe la ovación de El Sadar en el último partido de la temporada pasada que significaba la clasificación a EuropaJ.P. Urdiroz
Actualizado el 07/02/2024 a las 15:22
Al otro lado del teléfono, se escucha en un perfecto español una voz vigorosa que no titubea. Desde Madrid, en pleno proceso de cambio, Darko Brasanac hace un paréntesis para expresar los sentimientos que le ha producido su salida de Osasuna entre más asuntos que van saliendo en la conversación. El serbio, ahora en el Leganés, se ha ganado el reconocimiento de una afición que siempre ha querido tener en su equipo futbolistas de este corte. Profesionalidad en silencio que resuena. Esfuerzo por defender el escudo sin populismos. Cajetina, donde nació hace casi 32 años, está en Serbia, pero podría localizarse en suelo foral tranquilamente. Una cuestión de carácter.
¿Qué tal están yendo estos primeros días?
Sin parar. Maletas, hotel, cambio de casa, de colegio...
¿Cómo fue su adiós?
No fue nada del otro mundo. Preguntaron por mí. En ningún caso forcé mi salida. De hecho, el día anterior había jugado en Barcelona. Tomé la decisión de que en caso de salir, era para ir al Leganés. Tanto yo como mi familia hemos estado muchos años en Pamplona tan bien. En el equipo estaba muy bien. Digamos que en este sentido no tenía nada que perder. Si me iba, era para ir donde quería. Y en caso contrario, seguíamos con nuestra vida de siempre que era fantástica.
¿Todo se resolvió el último día?
La decisión se tomó antes. Pero nosotros somos profesionales y soy consciente de que no me puedo tomar un entrenamiento o un partido como algo que no es importante. Estaba concentrado en mi trabajo. Salí a jugar esa última jornada y no influyó nada en mí todo eso de lo que se hablaba. Tengo experiencia. En el fútbol, piensas un día que sí y otro que no. El día a día es lo más importante. Pensar en tu trabajo.
¿Con qué sentimiento ha dejado Osasuna?
Por un lado, contento por querer pelear por algo diferente, algo grande como puede ser un ascenso. Quiere volver a sentir un poco más el estrés de la competición. Obviamente, en Osasuna no tenía los minutos que un jugador quiere. Pero por otro lado (resopla), ha sido muy duro en todos los sentidos. Hemos pasado grandes años en Pamplona. Ha sido triste la salida de mis hijos del colegio... De todo. Todavía cuesta un poco cuando pasan cosas simples. Te llega un correo electrónico del cole y dices “buf”. Es así. El lado personal. Ahora entiendo que mucha gente que viene a Pamplona quiera volver luego.
¿Volverá a vivir aquí?
Tenemos que claro desde hace tiempo que vamos a vivir en Madrid en un futuro, pero nos pilla cerca de Pamplona y seguro que volveremos. Hay mucha gente que son nuestros amigos. Es una ciudad muy cómoda, se come muy bien. Hay muchas cosas interesantes para volver. Después de vivir en nuestro país, el lugar donde más hemos estado ha sido Pamplona. Mi hijo pequeño vino con cuatro meses y se va ahora con casi cinco años. Imagínate, toda su vida ha sido en Pamplona.
¿Cree que se ha merecido más oportunidades de las que tuvo después de la lesión?
Estas cosas nunca sabes. Nosotros como jugadores siempre vamos a pensar que merecemos más minutos. Es algo normal y es algo que un futbolista necesita sentir. Es bueno que un futbolista se enfade si no juega. No me refiero a que te enfadas y rompes algo. Es importante que un jugador no esté contento en el deporte y en el fútbol cuando participa menos.
¿Usted estaba así?
Claro que he tenido esos pensamientos. Pero sabía en todo momento después de la lesión que el equipo no pasaba por buenos momentos. Es difícil poner a un jugador que no sabes cómo responderá. De este lado, lo entiendo. Ahora, al estar fuera, eso lo tomas con más calma. Pero mientras ocurre, pasas momentos duros. Estás entrenando y quieres jugar. Esto es normal, no es malo. Un jugador no puede estar contento si no juega. Le faltaría ambición.
¿Escuchó las palabras de Braulio Vázquez hacia usted?
Sí, sí.
Comentó públicamente que había honrado el escudo.
Es muy bonito lo que dijo. Son palabras que te gusta oír. De verdad, yo como futbolista he sentido mucho cariño. Pero lo más importante somos nosotros como familia y hemos sentido el cariño de mucha gente en Pamplona. Es algo que... (suspira) no puedes olvidar. Me emociona que el director deportivo diga eso de mí. Después de tantos años, ha visto tus momentos malos, tus momentos bonitos, momentos donde estabas jugando de titular, donde estabas lesionado... Te hace sentirte orgulloso. Significa más que diga eso de ti una persona que te conoce de tanto tiempo. Me ha conocido como persona y como futbolista. No lo dice por decir.
Hay un momento que marcó su carrera en Osasuna. En abril del año pasado se rompió la rodilla y el club le ofreció renovar. ¿Cómo llevo todo aquello?
Se me vinieron de repente muchas emociones por cómo afrontar la recuperación. Me sentí muy agradecido al club por renovarme. No era fácil tomar esa decisión. Un jugador que acaba contrato se lesiona y estarás pensando qué hacer. Pero también tengo que decir que después de esos años y tantos partidos, con los objetivos cumplidos, sentía que la renovación era merecida por mi parte. Me renovaron y después fue todo mucho más fácil. Estás más tranquilo y te recuperas en tu casa. Creo que era una confianza mutua de todos estos años. También en primera vez que renové estaba lesionado. Íbamos penúltimos en la Liga, pero yo no tenía problema de renovar. Llevábamos un montón de partidos sin ganar y firmamos. No quise esperar a si nos salvábamos o no.
Se perdió la final de Copa y la clasificación para Europa por la lesión de rodilla. ¿Se sintió igual de partícipe en aquellas todas celebraciones de éxitos que hubo?
Fue una temporada increíble. Claro que me siento partícipe. Jugué en la vuelta de la semifinal de San Mamés 60 minutos. Jugué todos los partidos de Copa y participé mucho en la Liga también. Fue una pena no poder estar en esa final, pero esto es la vida y el fútbol en este caso. Todo puede pasar.
¿Qué cree que le hace ser diferente a Osasuna del resto de clubes donde ha estado?
Siempre he estado bien en todas las ciudades y clubes. Nos encanta España. Y en Pamplona, es verdad que la gente te acoge muy bien. Desde el primer día te sientes como en casa. Sobre todo en este vestuario que era increíble. Con Oier, con Rober, con Iñi, con David, con Unai, con Fran... Con toda esta gente que te ayuda desde el primer momento. Si piensas en el equipo y tu trabajo es honesto, te respetan como si llevaras allí unos cuantos años. Eso se agradece. Y luego, en la ciudad es difícil explicar lo que se vive. No sé cuál ha sido el día en que un niño no te pide una firma o una foto. Eso es algo muy bonito. Como dije antes, es algo muy duro para nosotros salir de Pamplona por todas estas cosas. Hemos estado genial. Y cuando uno tiene niños, te sientes más orgulloso que en lo profesional. Cuando la gente te dice que los niños se portan muy bien en todos los sitios.
Habla de la honestidad y del compromiso, valores que se asocian a los navarros. Nació en Serbia, pero como si fuera de aquí.
Totalmente. Recuerdo el primer día que Osasuna preguntó por mí. Tenía esa sensación buena. Nunca sabes cómo va a competir un equipo que sube a Primera, pero lo sentía. Eso que dices de Navarra y mi carácter es cierto. Y también el estilo de juego que hemos tenido estos años.
Siga con ello.
Para mí, como futbolista era perfecto entrar en ese estilo de Jagoba, de intentar la presión alta desde el primer minuto. Sabemos cómo es jugar en El Sadar, meter mucho ritmo y ser vertical. A mí, ese estilo me encanta. Me gusta ver a equipos que juegan así. En lo humano y en lo deportivo, todos los detalles me ayudaban a sentirme bien. La gente sabía que podía aportar al equipo. Han sido grandes años.
¿Qué cree que le pasa al equipo ahora para que no sea tan enérgico como en aquellos años?
Creo que han marcado las circunstancias. El año pasado, empezamos ganando a todos esos rivales que durante estos años en Primera habíamos ganado. Este año, los partidos en casa han sido muy difíciles. Un calendario muy duro. Athletic, Barcelona, Sevilla, Atlético de Madrid... Y el Brujas en Europa. El comienzo te da o te quita confianza. Quizá después vino una presión que no era natural. La eliminación de Europa nos hizo daño a nivel mental. Este equipo lo puede hacer mejor, somos conscientes, pero esto es fútbol y no sólo compites tú. Hay unos rivales. Los resultados te pueden llevar a una dinámica o a otra. Para bien o para mal.
¿Nos vemos en El Sadar la próxima temporada con el Leganés?
Ojalá. Es la razón por la que estoy aquí ahora. Quiero subir con el Leganés y disfrutar de nuevo de la Primera División. Si no es la mejor, es la segunda mejor Liga del mundo. Llevo 200 partidos en Primera y en Copa y es muy bonito jugar en todos estos campos, tener retos cada semana. Tengo mucha ilusión de ayudar al Leganés. Hasta ahora lo han hecho genial y ojalá podamos seguir así para ascender. Y nada, el año que viene si toca y tengo que jugar en ElSadar, las emociones van a ser muy fuertes.

LA AMBICIÓN DE SU AMIGO BUDI

¿Cuántos goles marcará su amigo Budimir esta temporada?
Lleva ya unos cuantos. Budi es un jugador y una persona increíble. Lo más importante es lo ambicioso que es. No se conforma con nada. ¿Marca un gol y se relaja? No. Quiere más. A mí me gustan los jugadores así. Son necesarios en un equipo. Budi siempre tiene ese hambre de mejorar, de intentar marcar gol y de ayudar al equipo. No sé, ojalá marque tantos goles en la segunda vuelta como en la primera. Todos los aficionados estarían felices con estos números.
Se les veía mucho juntos. ¿Ya le echa de menos?
Ahora, tampoco tengo tiempo de pensar en estas cosas. Más serán nuestras familias. Pero sí. Llevo casi ochos años en España y era la primera vez que en un vestuario coincidía con un compañero de los Balcanes. Era diferente tener un compañero de Serbia o de Croacia. Hemos pasado mucho tiempo juntos. Él y yo, y también nuestras familias y niños. Es verdad que le echo de menos, pero estamos cerca. Cuando coges amistades así, nunca terminan. Son para toda la vida.
Budimir comenzó a un nivel alto y ha seguido igual.
Quien conozca a Budi, sabe cómo afronta todos los partidos, todos los entrenamientos y todos los ejercicios. Estuvo desde la pretemporada. Él va a poner todo de su parte para seguir así hasta el final. Seguro.
volver arriba

Activar Notificaciones

Continuar

Gracias por elegir Diario de Navarra

Parece que en el navegador.

Con el fin de fomentar un periodismo de calidad e independiente, para poder seguir disfrutando del mejor contenido y asegurar que la página funciona correctamente.

Si quieres ver reducido el impacto de la publicidad puedes suscribirte a la edición digital con acceso a todas las ventajas exclusivas de los suscriptores.

Suscríbete ahora