La estrategia de defensa del jugador Dani Alves pasa por asegurar que la relaci�n con la denunciante de la agresi�n sexual en un lavabo de un reservado de la discoteca Sutton fue consentida y desmontar la versi�n de la v�ctima. Para ello ha presentado un recurso en el que pide su salida de prisi�n provisional, en la que est� ingresado desde hace 10 d�as, ya que considera que las im�genes de la c�mara de seguridad del local "desmienten del modo m�s radical el clima de terror que la denunciante describe".
El recurso, presentado por los abogados de Alves, indica que la denunciante, su prima y una amiga entraron en este reservado, conocido como 'La Suite' sobre las 3:20 de la madrugada y que durante 20 minutos estuvieron "departiendo de un modo l�dico y festivo" con el jugador y su acompa�ante "rodeados de much�sima gente en un espacio abierto". Para los letrados este ambiente "dista mucho en ser el contecto y escenario de intimidaci�n ambiental" que marcan los tribunales para "doblegar la capacidad de la v�ctima".
Adem�s, los letrados cuestionan la declaraci�n de la denunciante de que Alves "cerr� la puerta" del ba�o tras entrar ella ya que sobre las 3:42 se ve al jugador en las im�genes acceder al lavabo y dos minutos m�s tarde acude la denunciante tras hablar con las dos amigas y el camarero sin que el jugador "le franquee el paso o abra la puerta. Las im�genes hablan solas".
"Y este es el momento previo al encuentro sexual en el diminuto cub�culo o ba�o en el que entr� primero uno y luego la otra. Y que la denunciante describe y expresa como vivido en un clima de terror, pavor o microcosmos de dominaci�n, escenario que las im�genes desmienten del modo m�s radical", se�ala el recurso. Por eso, los letrados remarcan que existe una duda sobre si las relaciones sexuales fueron consentidas o obligadas: "Las im�genes que se observan pugnan y entran en conflicto y contradicci�n con la descripci�n que hace la denunciante" as� como de su "relato de lo acontecido en la soledad de la pareja en el cubil del ba�o" ya que puede "estar tambi�n adornado de id�nticos elementos de distorsi�n narrativa".
En su recurso, con tal salir de prisi�n provisional, los abogados de Alves ofrecen entregar los pasaportes brasile�o y espa�ol del jugador, que lleve una pulsera telem�tica, que pague la fianza que sea necesaria, sin especificar cantidad, que est� a distancia y sin comunicarse con la v�ctima o que comparezca diariamente en el juzgado.
Aseguran que no existe el riesgo de fuga en que se bas� la jueza para enviarlo a prisi�n sin fianza el pasado 20 de enero, dado que Alves acudi� voluntariamente a declarar ante los Mossos y ya no dispone del "m�sculo econ�mico de ingresos peri�dicos" que le atribuy� la instructora. As� recuerdan que fue despedido del Pumas mexicano en el que jugaba por su imputaci�n por violaci�n.
Evitar una venganza
Los letrados recuerdan que el jugador brasile�o se present� voluntariamente a declarar ante los Mossos d'Esquadra cuando ya sab�a que pesaba sobre �l una denuncia por un delito sexual y se hab�a publicado que iba a ser detenido. Por eso creen que "es obvio, acudir al llamamiento se sit�a a la ant�poda de la fuga" para indicar que no existe este riesgo de huir. Tambi�n se�alan que acudi� a la cita policial en Barcelona tras el entierro de su suegra en Santa Cruz de Tenerife en vez de irse directamente a M�xico ya que su entonces equipo lo esperaba.
Alves se cit� con los los Mossos d'Esquadra en el despacho de su abogada el 20 de enero y qued� detenido por agresi�n sexual. Tambi�n se recuerda que el jugador tiene residencia en Esplugues de Llobregat (Barcelona) y que dispone de arraigo personal, familiar, social y empresarial en la capital catalana y por eso no se va a escapar.
El recurso afea a la juez que tambi�n justificara la prisi�n preventiva para evitar que Alves reaccionara violentamente contra la v�ctima, ya que "no se puede afirmar este pron�stico sin ning�n elemento que haga pensar en su concurrencia por leve que sea".
Conforme a los criterios de