¿Por qué Fede Valverde está jugando el mejor fútbol de su carrera? | Relevo
REAL SOCIEDAD - REAL MADRID

¿Por qué Fede Valverde está jugando el mejor fútbol de su carrera?

El uruguayo ha alcanzado la madurez futbolística con su cambio de rol.

Fede Valverde celebra un gol con el Madrid esta temporada. /EP
Fede Valverde celebra un gol con el Madrid esta temporada. EP
Albert Blaya

Albert Blaya

La carrera de Federico Valverde siempre ha estado atada, casi como ninguna otra, al colectivo. Pocos futbolistas han rebajado más sus pretensiones y han leído y entendido mejor al resto que el uruguayo, que hasta esta temporada 2023/2024 no ha ascendido a lo que su fútbol y juego merecen, un espacio nuevo en un Real Madrid que cada vez le busca más para reconocerse y no solo para protegerse y estirarse. El juego de los de Ancelotti cada vez tiene más la voz y el tono de Federico Valverde, y desde que el italiano es el entrenador, el equipo blanco nunca tuvo momentos de más brillantez.

El ascenso de Valverde ha estado marcado por el resto. En el Real Madrid que él se encuentra, con jerarcas mandando y Vinicius y Rodrygo tomando forma, su papel siempre fue el de ir compensando y ajustando los huecos que las otras piezas no podían cubrir. Su enorme despliegue, generosidad y lectura táctica hacían del joven uruguayo un activo de un valor inmenso porque era una navaja suiza que podía ser usada siempre de una forma distinta, dependiendo del rival o el momento de la temporada. Se diría, para trasladarlo a nuestro terreno, que era el becario ideal. Aunque todos le reconocían un valor más alto, nadie le daba el estatus que merecía.

Una nueva vida en el centro del campo

Con un Luka Modric relegado al banquillo y la pérdida de Benzema sumada a la adhesión de Bellingham, a Fede se le ha abierto de par en par una oportunidad renovada que le aleja de ser un falso extremo, un jugador que desde la diestra daba amplitud, pero también apoyos y rupturas dentro, y que defensivamente permitía a Kroos y Modric un sosiego que sin él resultaba imposible. Con el paso al 4-2-2-2, Valverde ha ido alternando la base de la jugada junto a Kroos con el de interior diestro, en ambas posiciones, relacionándose mucho más con la pelota y siendo cada vez mejor gestionando el juego.

Es el curso en el que más pases está dando, con 58,6 por encuentro (solo en LaLiga), siendo el cuarto jugador del Real Madrid que más pases da, cuando en sus anteriores temporadas nunca estuvo en el top-6, y eso coincide con el curso en el que los da a más distancia de la portería rival (a 54 metros), cuando el pasado curso los daba a 59,5, solo por detrás de los cuatro delanteros del equipo. Gestiona más la pelota y en zonas más cercanas a Kroos, y a pesar de que está marcando muchos menos goles (suma dos tantos por los 12 del pasado curso), ya ha dado una asistencia más (8) que toda la temporada anterior.

Mapa de intervenciones de Fede Valverde la pasada temporada.  OPTA
Mapa de intervenciones de Fede Valverde la pasada temporada. OPTA
Mapa de intervenciones de Fede Valverde esta temporada.  OPTA
Mapa de intervenciones de Fede Valverde esta temporada. OPTA

En ambos mapas se aprecia el cambio de tendencia de un Fede que ha ido teniendo cada vez más peso en el centro del campo. De 6,4 a 10 toques por encuentro en el círculo central, una subida notoria que coincide con su nueva vida más alejado de la banda, siendo el tercer jugador de LaLiga (1.200 minutos como mínimo) que más progresiones suma hacia el último tercio (9,17 por cada 90 minutos), solo por detrás de Kroos y De Jong. ¿Un nuevo molde para el uruguayo?

Jugando más abajo, sus virtudes relucen el doble que sus carencias. Es un jugador con poquísimo regate (0,53 por encuentro) y que sus conducciones son siempre mejores cuando más abajo arranquen, porque su gran valor es el de acompañar las jugadas, aleteando alrededor de ellas con toques cortos para dar continuidad y alimentar el circuito de pases, o con conducciones largas que eliminen presiones y permitan a los mejores jugadores del Real Madrid llegar en ventaja.

Fede Valverde inicia la jugada como el primer centrocampista del Real Madrid.  WYSCOUT
Fede Valverde inicia la jugada como el primer centrocampista del Real Madrid. WYSCOUT
Valverde rompe a la espalda de la presión blaugrana y conduce, generando una ventaja.  WYSCOUT
Valverde rompe a la espalda de la presión blaugrana y conduce, generando una ventaja. WYSCOUT

Jugar más abajo ha dibujado una sociedad muy ventajosa con Kroos, porque el alemán se mueve menos y es el mejor pasador en primera altura de todo el mundo del fútbol, lo que abre la puerta a un jugador que le acompañe, que ponga encima de la mesa unas virtudes y condiciones que él no puede ofrecer. Jugadas como la de arriba ponen en alza las jugadas silenciosas de un Fede Valverde que puede exprimir su nivel físico, templanza y sobriedad con balón. Es un fútbol de una arquitectura soviética al que uno no mira mucho, pero que casi nunca decepciona. El problema es que su juego brilla más que sus jugadas, y la gente, normalmente, mira más lo segundo que lo primero.

De hecho, en muchos partidos Fede Valverde ejerce de bombero, casi siempre en jugadas que no las finiquita él mismo, por lo que no computa en ningún apartado estadístico. Defiende de una forma en la que rara vez necesita dejar constancia de su presencia, por lo que su poder se basa más en lo que el defensor sabe que el uruguayo posee, que no en lo que muestra. Ante el Barça, un sprint suyo salvó a Camavinga de una roja que hubiese cambiado el Clásico.

Momento del pase al espacio paras que Lamine Yamal ataque la profundidad.  WYSCOUT
Momento del pase al espacio paras que Lamine Yamal ataque la profundidad. WYSCOUT
En el momento de la caída, Fede está cerca de Lamine, por lo que no hay opción a que el colegiado saque la roja.  WYSCOUT
En el momento de la caída, Fede está cerca de Lamine, por lo que no hay opción a que el colegiado saque la roja. WYSCOUT

Este tipo de acciones son muy recurrentes en Fede, y le dan a Ancelotti un cinturón de seguridad enorme, porque el uruguayo siempre está atento, y el hecho de situarlo más cerca de la base de la jugada hace que estos esfuerzos le pillen más cerca de las zonas de peligro que en años anteriores. Como se vio en el Etihad, para Carlo sigue siendo primordial contar con Valverde como volante en escenarios donde toca defender la profundidad, situando al uruguayo casi como carrilero en defensa, permitiendo así que sea Carvajal el jugador que persiga al extremo. Es una ventaja competitiva que Fede regala con generosidad al colectivo.

Ha pasado de 2,21 disparos por encuentro a 1,6, pero su faceta pasadora se ha mantenido casi intacta en el último tercio (generando 0,16 xA por cada 90 minutos) a pesar de jugar más lejos. Quizás su parte más infravalorada es que el uruguayo es un gran pasador, y cada vez va a más. Tanto centrando, como jugando en espacios cortos y, sobre todo, buscando a los alejados. Es cuestión de tiempo que el equipo le mire más para ciertos pases que ahora no nacen de él.

Fede en banda mira a Bellingham que se desmarca hacia el área rival.  WYSCOUT
Fede en banda mira a Bellingham que se desmarca hacia el área rival. WYSCOUT
La pelota le llega al inglés en área del City.  WYSCOUT
La pelota le llega al inglés en área del City. WYSCOUT

El techo de Fede Valverde podrá llegar a ser otro cuando Toni Kroos abandone el Real Madrid. Sin el alemán y con unos centrocampistas poco propensos a mandar (Camavinga, Bellingham, Tchouameni), deberá ser el uruguayo quien crezca todavía más en un rol que empieza a degustar, pero que aún no se le ha dado de forma oficial porque en un equipo como el Real Madrid, un recurso como Fede siempre corre el peligro de estar allí donde se le necesita, y no allí donde él pueda exponer con más clarividencia todo lo que tiene por decir. De lo que no queda duda es que Fede marca muchos menos goles, pero juega mucho mejor.