Una victoria liberadora de un Valencia abonado a la �pica que empieza a interiorizar que no puede vivir del talento. Ni siquiera en un partido f�cil que domin� a su antojo durante 75 minutos ni bajo la �nica direcci�n de Guedes. Necesita envolver sus triunfos en brega y hasta en s�mbolos como el gol de Cristiano Piccini, un jugador sumido en la oscuridad durante 428 d�as por una fractura de r�tula, y el pie de Cillessen en la mism�sima l�nea de gol. Ante ese relato poco pudo hacer un Elche que despert� demasiado tarde. [Narraci�n y estad�stica]
El Valencia necesitaba responder a la parroquia que grit� por su dignidad apenas unas horas antes del partido. Y no porque estuviera o no de acuerdo, sino porque el pueblo de Mestalla merec�a un premio a su fidelidad y ese, como siempre, solo sale de un terreno de juego. El duelo ante el Elche permit�a seguir mirando hacia arriba, hacia el lugar europeo donde este club debe habitar. Pero en los momentos m�s trascendentes, el Valencia tiene que batallar contra demasiados enemigos. El equipo pareci� quedarse hu�rfano horas antes del partido cuando Covid sac� a Bordal�s del banquillo y a Alderete del once titular. Sus positivos no eran un buen presagio. La lesi�n de Lato a los 20 minutos tampoco. Sin Gay�, sin Paulista, sin Thierry y ahora dos bajas m�s. Un golpe que el equipo, sin embargo, asimil� a la perfecci�n ante un Elche que se present� en Mestalla como un rival ordenado, poco m�s. Quiso estirarse t�midamente en los instantes iniciales y acab� diluido ante un Valencia que se fue engrasando.
Prob� primero Helder Costa a encontrar Hugo Duro. Su movilidad fue un quebradero de cabeza para la defensa de cuatro de Francisco, aunque sus problemas no nac�an en el zaga. Los franjiverdes eran incapaces de hilvanar juego y el centro del campo era terreno de Wass y Soler. El dan�s y el capit�n se bastaron ante el desconcierto de Marcone y Mascarell. Uno, atento a la presi�n como barrera previa a los centrales; el otro, listo en la recuperaci�n y ejerciendo el papel de br�jula del juego, un viejo anhelo de Mestalla.
Si Hugo Duro y Helder Costa fueron los primeros en obligar a Edgar Bad�a, la aparici�n de Guedes termin� de enloquecerle. Avis� el portugu�s con una internada hasta la l�nea de fondo que no pudieron aprovechar ni Maxi ni Duro. A la vez que el contratiempo de la lesi�n de Lato lleg� la �nica ocasi�n clara del Elche en un disparo de Lucas P�rez que salv� Cillessen. No se amilan� el Valencia.
El meta holand�s, ejecutando a la perfecci�n la pizarra de Bordal�s, jug� el bal�n en largo a la banda, con Maxi arrastrando a Palacios y Guedes recogiendo al pie, recortando y soltando un derechazo desde el pico del �rea para poner ventaja en el marcador. El luso es el un lujo para este Valencia empeque�ecido por Lim y Mestalla se prepara para su p�rdida justo ahora en que lo ve feliz y sale coreado.
El despertar del Elche
Trat� Francisco de despertar a su Elche al regreso del vestuario. Pere Milla, Gumbau y el Pipa Benedetto ten�an que ser la respiraci�n asistida. Y lo fueron. Los franjiverdes se activaron. Aunque la cascada de ocasiones sigui� en la porter�a de Bad�a, no lograban los locales en cimentar su victoria ante un enemigo que iba ya a la desesperada. Sacudi� Francisco sus l�neas, se estir� con la velocidad de Benedetto en ataque y un c�rner de Lucas P�rez lo caz� con los tacos Boy� a bocajarro. El Valencia pagaba caro su perd�n.
La respuesta teledirigida por Bordal�s fue mandar al campo a Marcos Andr�, Koba y Cheryshev, todo el mordiente que le quedaba. Pero a quien iba a resolver el partido ya lo hab�a puesto en el campo a los 20 minutos. Cristiano Piccini, con una rotura de rodilla que le par� dos temporadas y apenas 70 minutos en esta, caz� una dejada de cabeza de Diakhaby en el �rea y carg� con el empeine contra todos los demonios de su dura traves�a en una pelota que no pudo atajar Bad�a. Enloqueci� al banquillo ante un gol que hac�a justicia, pero Cillessen a�n tuvo que sacar desde la misma l�nea de gol el remate de Carrillo.
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