Todos los lugares que nos recuerdan a Marilyn

Para celebrar el 60 aniversario de su muerte, nos acordamos de los destinos de sus mejores películas.
Marilyn Monroe en 1954
Getty Images

La noche del 4 de agosto de 1962, Norma Jean Mortenson o Marilyn Monroe, murió en el dormitorio de su casa de Brentwood, Los Ángeles. Su ama de llaves la encontró esa madrugada sin vida por lo que parecía un “probable suicidio”.  

La desaparición de la gran estrella de Hollywood, con solo 36 años, llegaba también solo una década después de que su carrera despegara transformada en un personaje que ella misma llegó a aborrecer.  

Ver fotos: Los viajes de Marilyn

En el 60 aniversario de su muerte, en el Teatro Chino de Los Ángeles prepara el estreno de un nuevo documental (Dream Girl: The Making of Marilyn Monroe) y también una exposición con vestuario, guiones y objetos personales de dos de los grandes coleccionistas privados de su legado (Greg Schreiner y Scott Fortner). Y, por supuesto, pocas semanas después se estrenará mundialmente la película de la que llevamos semanas hablando, Blonde, con Ana de Armas sorprendentemente convertida en Marilyn para contar su gran tragedia, sobre todo, a partir de imágenes, en una historia inspirada en la novela homónima de Joyce Carol Oates. 

En Traveler, para celebrar esta triste efeméride pensamos en los lugares que nos recuerdan a Marilyn. Los lugares a los que nos llevó en el puñado de películas que dejó para la historia. 

Marilyn ante las cataratas.

‘NIÁGARA’ Y LAS CATARATAS DEL NIÁGARA 

Era ya la mujer del momento, pero aún no había podido demostrarlo en pantalla. Pensaron en ella en el papel de la mujer fatal, de la villana, y Marilyn deseosa siempre de sacudirse la etiqueta de “guapa tonta” tan injustamente puesta, lo aceptó encantada. Rodaron en las cataratas, en la zona canadiense, aunque sin rastro de actores canadienses. “Las cataratas y Miss Monroe merecen ser vistas”, dijo el New York Times. Y tanto. Quién le robó el protagonismo a quién.  

En cubierta.

‘LOS CABALLEROS LAS PREFIEREN RUBIAS’ Y LOS CRUCEROS DE LUJO 

Con esta película, su primer gran éxito consolidó esa etiqueta que tanto odiaba. Junto a Jane Russell eran dos cazafortunas a bordo de un crucero de lujo. El crucero eran escenarios de algún estudio de la Fox, claro.   

Pura tentación.

Fox

‘LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA’ Y ‘CÓMO CASARSE CON UN MILLONARIO ‘ EN NUEVA YORK 

Ambas se rodaron principalmente también en estudios, aunque para La tentación vive arriba sí escogieron una localización natural que seguro has ido a visitar, esa misma rejilla: Lexington Avenue con la calle 52. Billy Wilder se la jugó a la tímida Marilyn y llamaron a un montón de fotógrafos y curiosos para rodar la mitiquísima escena de las faldas, tanta gente había allí que el material era inservible y tuvieron que repetirla en un estudio en California. 

Cómo casarse con un millonario, donde Marilyn compartía protagonista con Lauren Bacall y Betty Grable estaba también situada en Nueva York, pero las actrices no pisaron ni una calle, los exteriores que se ven (un tour por el Manhattan más turístico), en cambio, sí eran imágenes filmadas ad hoc para la película, otra gran éxito de la Monroe. 

Y Let’s Make Love, uno de esos filmes que Marilyn hizo casi a la fuerza, aunque en el set acabó encontrando la complicidad de un también lost in translation Yves Montand, también estaba situada en Nueva York, en el off Broadway.  

Paisajes y ella.

‘ALMAS PERDIDAS’ EN ALBERTA (CANADÁ) 

Tanto el director Otto Preminger como Marilyn Monroe entraron en la producción forzados por el estudio, pero los dos acabaron encontrando un vehículo para demostrar otros talentos a pesar de todas las dificultades que tuvieron durante el rodaje que tuvo lugar principalmente en los Parques nacionales de Banff y Jasper en Alberta, Canadá. Con alguna secuencia rodada, por supuesto, en el original River of No Return (el título original del filme), el Salmon River en Idaho.  

Bus Stop

‘BUS STOP’ EN IDAHO Y ARIZONA 

Marilyn tuvo que volver a Idaho con esta película, Bus Stop, que marcó un punto y aparte en su carrera por el tono y porque a partir de este momento decidió montar su propia productora para ganar el control que tanto le habían negado en su carrera y en su vida (aunque luego lo lograra a medias). Irónicamente, la mujer que interpretaba es una mujer que pierde el control de su vida y acaba secuestrada, pero enamorada, arrastrada en un autobús de Arizona a Montana. Su personaje, por cierto, la soñadora Chérie era de los Ozark, esos montes que ahora conocemos también por una serie de mismo nombre.  

‘CON FALDAS Y A LO LOCO’ EN EL HOTEL DEL CORONADO (CALIFORNIA) 

Probablemente, la película más conocida de la filmografía de Marilyn. Obra maestra que también hizo con dificultad con su depresión y adicción avanzadas. También la que más miramos en cuestión de destino inspirador: la primera parte de la película es un viaje en tren de Chicago a Miami, un viaje divertidísimo, ojalá un tren cama así. El resto del filme se sitúa en el Hotel del Coronado, un lugar histórico, el segundo edificio de madera más grande de EE UU, un hotel aún en pie que no solo recibe visitas por la película de Wilder, aunque la mayoría llegarán hasta allí pensando en las aventuras de Josephine (Tony Curtis), Daphne (Jack Lemmon) y Sugar (Monroe). 

Monroe y Montgomery Clift.

‘VIDAS REBELDES’ EN NEVADA 

Escrita por Arthur Miller para ella cuando aún eran un supuesto matrimonio feliz, se rodó cuando estaban en proceso de separación, una guinda más para la bomba de relojería que era la pobre Marilyn. Fue la última película que acabó (también para Clark Gable que moriría solo 12 días después de filmarla) y guarda quizá su mejor interpretación, la actriz que siempre quiso ser. Se rodó íntegramente en Nevada, donde sucede la historia de este western que se vio mejor según pasaron los años.  

La piscina.

LA PISCINA DE ‘SOMETHING’S GOT TO GIVE’ 

No era cualquier piscina. Fue la última en la que se bañó Marilyn. Su último rodaje de una película que no pudo terminar. En ella se bañó desnuda para sorpresa de todos los que estaban en aquel set y también para los que, tiempo después, pudimos ver esas imágenes, naturalidad sensual, Marilyn en estado puro. Y tampoco era cualquier piscina construida en cualquier plató, era una reconstrucción de la piscina que tenía el director George Cukor en su preciada casa. 

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