Qué hacer en Milán: 35 planes imprescindibles - Viajero Nómada

Qué hacer en Milán: 35 planes imprescindibles

Qué hacer en Milán

Mucha gente opina que Milán no merece tanto una visita como otras ciudades italianas y que hay poco que ver. Otros te dirán que hay muchas cosas que hacer en Milán y que visitarla vale la pena. Entonces, ¿vale la pena visitarla?

Es cierto que Milán tal vez no tenga un patrimonio histórico tan abrumador como el de otras ciudades italianas como Roma, Venecia o Florencia. Sin embargo, es una ciudad moderna y vanguardista con una oferta cultural y de entretenimiento de primer nivel. 

En mi opinión, solo por visitar el Duomo y el Castillos Sforzesco, sus dos principales atractivos turísticos, ya vale la pena que la incluyas en tu itinerario de visita, o mejor aún que la escojas para una escapada de fin de semana.

Pero no son las únicas razones para ello. Para empezar, Milán es uno de los grandes referentes internacionales de la moda. Tanto es así que es conocida como la “capital mundial de la moda”. A nivel de compras es una ciudad top.

Además la capital de Lombardía también tiene un interesante casco histórico (aunque más bien pequeño), que gira en torno al Duomo, una excelente oferta gastronómica, una oferta cultural y museística que nada tiene que envidiar al de ninguna ciudad y que no te vas a acabar, y una de las mejores vidas nocturnas de Italia.

Milán también tiene su tarjeta turística que te permite ahorrar en entradas. El Milan Pass es interesante si vas a estar dos días completos en la ciudad y tienes previsto visitar los atractivos incluidos en la misma. Si solo estás un día no la rentabilizas.

¿Qué te cuento en este post?

Qué hacer en Milán: 35 planes imprescindibles

1. Empieza con un Free Tour por Milán

Los free tours siempre son un acierto. No hay mejor manera de empezar tu visita que con un tour guiado por el centro de Milán para conocer la historia y las anécdotas de la ciudad. 

El tour empieza en la Piazza del Duomo, donde se yergue la impresionante Catedral, y hace un recorrido que te llevará por algunos de los principales atractivos de la ciudad como las Galerías Vittorio Emanuele II, el Teatro alla Scala de Milán, la Universidad de Milán, la Basílica de Nazaro en Boro o la Piazza degli Affari.

Estos tours son gratuitos y solo debes aportar una propina voluntaria para premiar el trabajo del guía si fue de tu agrado, que de buen seguro lo será. Todavía no ha habido free tour del que haya salido descontento.

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2. Visita la catedral, el símbolo de Milán

También conocida como Duomo, es la joya arquitectónica del casco histórico milanés, en torno al cual se organiza. Además, es una de las más grandes del mundo con 157 metros de longitud. 

Esta proeza conllevó que se tardaran cinco siglos en su construcción, en los que contribuyeron numerosos artistas. El resultado es un edificio que destaca por su eclecticismo, en el que toman el protagonismo el estilo gótico y los elementos tradicionales lombardos.

La fachada, que está revestida de mármol blanco y rosado, está coronada con una sucesión de esculturas, relieves, pináculos y estatuas que le confieren una enorme imponencia. De todas ellas, la más significativa es la Madonnina, que es el símbolo de Milán.

Su interior es una maravilla. Buena cuenta de ello lo dan las gigantescas columnas de mármol tallado decoradas con esculturas, la escultura de Bartolomé el Apóstol, patrón de los curtidores, y el clavo de la Cruz de Cristo, que cada año, en el mes de septiembre, se expone a los fieles. Sin olvidarnos del maravilloso altar renacentista y el órgano.

Como atractivo extra, en las entrañas del Duomo hay varias excavaciones arqueológicas de los restos de la basílica de Santa Tecla, que ocupaba este espacio antes de ser arrasada por un incendio, y las de un baptisterio cristiano.

La mejor manera de culminar la visita es subiendo a la terraza panorámica que la corona. Podrás ver de cerca las esculturas y los pináculos que coronan la fachada y, al mismo tiempo, contemplar bonitas vistas de la ciudad.

Su visita, y tomarse las típicas fotos con el Duomo de fondo y con las siempre presentes palomas es una de las cosas (probablemente la que más) imprescindibles que hacer en Milán. Esa foto hay que hacérsela tanto de día como de noche con la catedral iluminada.

Si te interesa, aparte de visitar la Catedral por tu cuenta, también puedes hacerlo con visitas guiadas con guía en español.

3. Compra en las tiendas más famosas de Milán en la Galleria Vittorio Emanuele II

Galleria Vittorio Emanuele

También conocidas como el “salón de Milán”, estas céntricas galerías, ubicadas en la plaza del Duomo, son una maravilla. Se construyeron en el siglo XIX y llevan el nombre de Víctor Manuel, que fue el primer rey tras la unificación de Italia. 

Se accede por dos enormes arcos y su interior está coronado por una gigantesca cúpula de cristal y acero que une las dos plazas más importantes del centro de Milán: Duomo y Scala.

A lo largo de las galerías verás preciosos mosaicos, siendo especialmente destacados el que representa los continentes de Asia, África, Europa y América y el del toro. 

Según la tradición, si pones tus pies sobre él y te giras tres veces con los ojos cerrados, se cumple un deseo. Aunque la fecha clave para garantizarte la buena suerte durante todo el año es hacerlo el 31 de diciembre.

En su interior abren sus puertas las tiendas y las firmas más lujosas como, por ejemplo, Gucci o Prada. También lo hacen cafeterías históricas como el Café Biffi, que es uno de los más antiguos de la ciudad, y algún restaurante.

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4. Adéntrate en el pasado medieval de Milán en la plaza Mercanti

Situada a continuación de la céntrica plaza del Duomo, fue el centro comercial de la ciudad y gubernamental durante la Edad Media, por lo que concentraba algunos de los edificios más importantes y representativos. 

Hoy se conservan y le imprimen un aire medieval de lo más auténtico a la plaza. Éstos son:

  • el Palazzo della Ragione -tribunal de justicia-, que destaca su fachada rojiza; 
  • el Palazzo delle Scuole Palatine -Escuela Superior-, que fue la escuela más popular de la época; 
  • el Palazzo dei Giureconsulti, que ejerció de sede de la Cámara de Comercio; 
  • la Casa dei Panigarola, que despunta por el impoluto estilo gótico que luce, en el que toman el protagonismo los arcos apuntados; 
  • y la Loggia degli Osii, que era la oficina de los jueces y los notarios, cuya fachada está adornada con arcos, estatuas y escudos de armas.

Además, en el centro de la plaza se conserva un pozo de agua del siglo XVI, que servía para abastecer a la población de la zona.

5. Visita el castillo Sforzesco, una visita imprescindible que hacer en Milán

Castillo Sforzesco, Milán

Esta fortaleza, que se levanta en el caso antiguo, es una de las construcciones imprescindibles que ver en Milán. Hasta él llegas dando un pequeño paseo desde el Duomo de unos 10 minutos.

A lo largo de su historia, ha sufrido numerosos desastres como la ocupación de los ingleses, los austriacos y los españoles, la demolición de sus bastiones a manos de las tropas de Napoleón, y bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. 

Afortunadamente, se decidió restaurarlo en el siglo XIX, de modo que muestra el aspecto original.

Pero el interés y el valor de esta construcción estriba en lo que guarda en su interior. Tiene una magnífica biblioteca y más de diez museos, entre los que se encuentran algunos de los más importantes de la ciudad. Destacaría los siguientes:

  • El museo de Arte Antiguo que expone esculturas medievales y renacentistas, siendo especialmente destacada la Piedad Rondanini, el último trabajo de Miguel Ángel,
  • el museo Egipcio expone objetos traídos de Egipto; 
  • el de Prehistoria y Protohistoria muestra objetos de todas las culturas que habitaron Lombardía desde el Neolítico hasta la llegada de los romanos,
  • el de Artes Decorativas expone trabajos desde el siglo XII al XVIII,
  • y la pinacoteca que está compuesta por más de 1.500 obras creadas entre los siglos XIII y XVIII.

Si quieres conocer más sobre el Castillo con un guía hay disponibles visitas guiadas en español.

6. Visita la iglesia de Santa María de Gracia

Esta iglesia, que preside la plaza del mismo nombre, se ha convertido en uno de los lugares que ver en Milán imprescindibles, pues guarda La última cena de Leonardo da Vinci, una de las obras más universales del artista. 

Se encuentra en el mismo sitio que se colocó por primera vez, el comedor del convento.

Esta pieza es, además de un clásico, una de las más inéditas por la técnica empleada y la originalidad con la que representó este acontecimiento tan importante en la historia del cristianismo. Es decir, el momento después de que Jesús anunciara que uno de los presentes era un traidor.

El artista optó por el yeso seco en lugar de la pintura al fresco, que era la técnica más habitual. Las caras de la obra reflejan un amplio abanico de reacciones: asombro, temor, incredulidad, estupefacción… 

Además, la representación de los personajes es tan inédita que ha despertado numerosas teorías. El más polémico es el situado a la derecha de Cristo por sus rasgos femeninos. 

Aparte de la obra, la iglesia también posee unos bonitos claustros y la gigantesca cúpula poligonal que la corona.

Es esencial reservar tu visita por adelantado, ya que las plazas de visita por día están muy limitadas. Si esperas a los últimos días de tu viaje muy probablemente no podrás encontrar entradas libres.

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7. Entra en el primer museo de Milán, la pinacoteca de Brera

Esta pinacoteca, que se encuentra en la calle que le da nombre, en el interior de un elegante palacio del siglo XVIII, el Palacio de Brera, fue la primera que abrió sus puertas en la ciudad. 

Además, es una de las más importantes del mundo al exponer algunas de las obras más destacadas de la historia del arte y de grandes artistas como Caravaggio, Rafael, Rembrandt, Goya o Van Dyck. 

Están ordenadas cronológicamente y agrupadas según la escuela a la que pertenecen, lo que facilita la visita.

Entre las más de 400 obras que contiene, las más buscadas son El Beso de Francesco Hayez, Boda de la Virgen de Rafael, Lamentación sobre Cristo muerto, de Mantegna, y Hallazgo del cuerpo de San Marcos de Tintoretto. 

Sin duda, uno de los lugares que ver en Milán imprescindibles si te gusta la pintura.

8. Relájate en el parque Sempione

Qué hacer en Milán: Parque Sempione

Estos jardines ingleses se extienden junto al castillo Sforzesco. Es el lugar al que acuden los locales a desconectar del trajín de la ciudad y practicar actividades en contacto con la naturaleza, especialmente cuando hace buen tiempo. 

Están presididos por un gran  lago artificial, rodeado de extensas zonas verdes y vegetación, ideales para hacer un pícnic, pasear, practicar deporte o simplemente tumbarse y tomar el sol.

También cuenta con algunas construcciones interesantes como el Acuario Cívico, que está integrado por 36 tanques en los que habitan más de 100 especies diferentes, o el Arena Cívica, un anfiteatro que acoge distintos eventos musicales y competiciones de atletismo. 

A modo de curiosidad, fue inaugurado ante Napoleón en 1806. En uno de los extremos, se encuentra el Arco de la Paz, levantado para conmemorar las victorias de Napoleón.

9. Visita el Cementerio Monumental

A priori, visitar un cementerio puede que no sea el mejor plan que hacer en Milán. Sin embargo, en este caso se puede hacer una excepción. 

La razón estriba en que este camposanto, situado muy cerca del Arco de la Paz, en el centro de la ciudad, es prácticamente un museo al aire libre.

Sus esculturas, los templos griegos, los mausoleos, los obeliscos y las obras de arte que adornan las tumbas, lo alejan mucho de ser un lugar lúgubre y triste.

Nada más entrar, te encontrarás con el templo de la Fama -Famedio-, en el que yacen los ciudadanos más ilustres del país como Garibaldi, Cavour, Alessandro Manzoni o Giuseppe Verdi. 

Aquí las tumbas lucen todo tipo de decoraciones artísticas: reproducciones de La última cena con los apóstoles esculpidos en bronce, una representación a escala de la columna de Trajano, templetes griegos e incluso formas dolientes que se abrazan a las columnas. 

En esta zona también se exponen dos carros fúnebres que datan de 1920, junto a una exposición de fotografías que relatan la historia del lugar.

A lo largo del cementerio hay otros lugares que merecen detenerse como el templo crematorio, adornado con bonitas esculturas. La mayor parte de ellas rinden homenaje a los científicos y médicos que promovieron la cremación en una época en donde esta técnica iba en contra de la tradición católica.

En fin… una visita un tanto diferente que hacer en Milán. Incluso hay tours organizados por el Cementerio Monumental de Milán.

10. Prueba los sabores de la cocina milanesa

Una estupenda manera de conocer Milán y su cultura es degustando sus platos más tradicionales. Por suerte, la gastronomía milanesa sigue la línea del resto de regiones italianas al reunir los sabores y los aromas mediterráneos. 

Los más típicos son la pasta y la pizza, en especial la Margarita, que son los que le han dado fama mundial.

No obstante, también hay otras propuestas culinarias tradicionales como el carpaccio (carne o pescado crudo en láminas finas aliñados de aceite y limón), la ensalada caprese (con tomate, albahaca fresca y queso mozzarella), el vitello tonnato (ternera con salsa de yemas de huevo cocido, atún y crema de leche) o el risotto.

La carta de postres está cargada de deliciosas propuestas. Las más típicas son la panna cotta y el tiramisú. En el terreno de las bebidas, no dejes de probar el limoncello, licor de limón, y el amaretto, licor de almendras.

11. Vete de shopping al Cuadrilátero de Oro, el espacio más glamuroso de Milán

Cuadrilátero de Oro

En Milán hay moda por todos lados. El mejor lugar para experimentarlo es el cuadrilátero de Oro, así llamado por la forma que le confiere el espacio que delimitan las vías Spiga, Corso Venecia, Montenapoleone, una de las calles más caras del mundo, y Alessandro Manzoni.

Aquí se encuentran un buen número de tiendas y marcas, entre las que se incluyen las más caras y lujosas como Dolce & Gabbana, Dior, Cavalli, Armani o Valentino. 

Se alternan con elegantes cafés, restaurantes caros, lujosos hoteles, joyerías, peleterías, perfumerías y magníficos edificios. 

Un lugar donde el lujo se ve por cada rincón. Así que pasar por aquí es, sin duda, una de las cosas que te recomiendo hacer en Milán, aunque únicamente sea para mirar.

Curiosamente no es una zona de bulevares o calles amplias, al estilo de las zonas de compras de lujo de otras grandes ciudades europeas. Son calles estrechas en las que se suceden este tipo de tiendas una tras otra.

12. Pasea por la plaza Gae Aulenti, el lado moderno de Milán

Esta plaza, que se encuentra entre el centro histórico y los distritos financieros, es la mejor embajadora de la parte moderna y más futurista de Milán. Su construcción responde al proyecto de rehabilitación de los distritos de Garibaldi, Isola y Varesine.

Está conformada por un conjunto de edificios y rascacielos de entre los que destaca el Unicredit Tower, el rascacielos más elevado del país con una altura de 231 metros. 

Por su parte, el bosque vertical ocupa dos torres, que están cubiertas por 2.000 especies de plantas, que lo han convertido en uno de los lugares más instagrameados de la ciudad.

Además, la plaza está comunicada a través de una pasarela con el Corso Como, una de las calles más concurridas de Milán por su oferta comercial y hostelera.

13. Sumérgete en las raíces de Milán en el museo Arqueológico

Este museo se encuentra en el interior del convento de San Mauricio y constituye una cita con la historia antigua de la ciudad y uno de los lugares que ver en Milán inexcusables para los amantes de la historia. 

Su extensa colección contiene hallazgos arqueológicos de diferentes épocas, que además están ordenadas según su lugar de origen, lo que facilita la visita. Destacan los restos de las antiguas murallas romanas, la torre del siglo XII y las colecciones griegas y etruscas.

14. Callejea por el elegante barrio de Brera

Este barrio, que ocupa una pequeña parte del corazón histórico de Milán, es uno de los más monumentales, por cuanto atesora numerosos edificios del siglo XVIII e iglesias que se alternan con elegantes restaurantes, tiendas exclusivas y galerías de arte.

Así que perderse por sus empedradas calles es una de las cosas que hacer en Milán más recomendables para quienes quieran adentrarse en la riqueza histórica y cultural de la ciudad.

Aquí se encuentra la pinacoteca de Brera, que es una de las más importantes del mundo, por cuanto reúne las obras de los grandes artistas desde el siglo XIII al XX. La pinacoteca se encuentra en el Palacio de Brera, al que debes entrar visites el museo o no.

Pero también atesora cuatro de las iglesias más importantes de la ciudad: 

  • San Marco, que luce una bonita fachada que combina elementos góticos, románicos y barrocos; 
  • Santa María del Carmine, que destaca por su presbiterio barroco; 
  • San Simpliciano, que fue uno de los primeros templos cristianos de Milán; 
  • y Sant Angelo, en cuya arquitectura predomina la austeridad ornamental.

Este barrio también está salpicado de bares, ideales para disfrutar del típico aperitivi milanés. 

Para los menos experimentados, este es diferente al español. Es decir, pides una bebida que te da acceso a un buffet libre durante unas horas (una especie de happy hour inglés), por lo que puedes degustar todas las preparaciones que te apetezcan. 

Cada local tiene su propio menú y precios. Son muy variables, por lo que te recomiendo echar un ojo antes de decantarte por uno u otro.

15. Entra en el Palacio de Brera y visita el jardín botánico y el observatorio astronómico

Qué hacer en Milán: Visitar el Palacio de Brera

El Palacio de Brera no solo es la sede de la Pinacoteca de Brera, también alberga otras instituciones culturales como la Academia de Bellas Artes, el Instituto de Ciencias y Letras, y la Biblioteca Nacional, el Observatorio Astronómico y el Jardín Botánico.

Vayas a visitar o no la Pinacoteca de Brera vale la pena entrar al palacio. Podrás visitar su patio interior y algunas zonas del mismo como el Jardín Botánico y el Observatorio Astronómico, ambos de entrada gratuita.

El jardín botánico abrió sus puertas en 1774 gracias a la iniciativa de María Teresa de Austria. 

Tiene una amplia colección de plantas y árboles, entre los que se encuentran algunos ejemplares centenarios, que permanecen desde su fundación, como el Ginkgo biloba que además puede presumir de ser uno de los más antiguos de Europa. 

También dispone de invernaderos y el estanque Settecentesco donde crecen iris y lirios de agua.

Por su parte, el observatorio astronómico tiene una gran importancia histórica, por cuanto fue aquí donde el astrónomo Giovanni Schiaparelli contempló por primera vez los conocidos canales de Marte.

16. Una excursión al Lago de Como

El Lago de Como es una de las excursiones más populares y recomendables que se suelen hacer desde Milán. Es el tercer lago más grande de Italia, por detrás del Lago di Garda y el Lago Maggiore, y uno de los principales destinos turísticos del norte de Italia, 

A su belleza natural se le une que en sus orillas se asientan varios pueblecitos que bien se merecen una visita. Entre los más atractivos figuran Como, Bellagio Tremezzo, Varenna, y Menaggio.

Lo ideal es alquilar un coche y explorar la zona durante un par de días sin prisas. Sin embargo, si no tienes tiempo o prefieres algo organizado siempre puedes contratar una excursión organizada al Lago de Como con visita Bellagio.

17. Recorre Corso Como, la calle más animada de Milán

Esta calle, que atraviesa el pulmón financiero, es una de las más concurridas del callejero milanés. Por el día, es la dirección de referencia para comprar moda italiana o internacional, comer, disfrutar del típico aperitivi o tomarse un cappuccino

Por la noche, es uno de los mejores sitios para salir de fiesta, pues sus numerosas discotecas y pubs ofrecen un intenso ambiente nocturno hasta el amanecer.

18. Prueba el gelato italiano

El gelato italiano no tiene nada que ver con el resto de los helados del mundo. Se hacen de manera artesanal, solo con productos naturales, y tiene menor porcentaje de grasa que los convencionales. 

El resultado son propuestas muy cremosas, con una textura suave y un sabor muy intenso. Además, hay sabores para todos los gustos. Ya sea verano o invierno, seas o goloso o no, probarlos es una de las cosas que hacer en Milán que no puedes pasar por alto.

19. Toma un capuchino en café Biffi, el más antiguo de Milán

Café Biffi

La Galleria Vittorio Emanuele II acoge este café centenario, uno de los más antiguos de Milán, que abrió sus puertas en 1867 de la mano de Paolo Biffi, que era un chef pastelero del rey. 

Así que tomarse un café en este centenario establecimiento es una de las cosas más especiales que puedes hacer en Milán.

20. Visita la galería de Arte Moderno

La Galleria Civica d´Arte Moderna se ubica en el interior de una antigua villa del siglo XVIII, situada en los Jardines Públicos de Milán. 

Expone obras que cubren un periodo que va del siglo XVIII hasta la actualidad. 

Podrás admirar obras de artistas tan importantes como Vincent van Gogh, Édouard Manet, Paul Gauguin, Paul Cézanne, Silvestro Lega, Giovanni Boldini, Pablo Picasso, Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Francesco Hayez, Giovanni Segantini, o Antonio Canova, entre otros

21. Pasea por los Jardines Públicos de Milán (Giardini Pubblici)

Milán cuenta con un interesante abanico de espacios verdes para desconectar y disfrutar de actividades en contacto con la naturaleza. Buena cuenta de ello lo dan los Jardines Públicos, ubicados al noroeste del centro histórico. 

Son los segundos más extensos después de Sempione y están repletos de flores y árboles de diferentes especies, entre los que se cuelan tres zonas de juegos para los más pequeños de la casa y preciosas esculturas.

Además, tiene construcciones interesantes como el palacio Dugnani, un maravilloso edificio del XVII, y dos museos: de Historia Natural, con interesantes colecciones sobre zoología y mineralogía, y la ya mencionada galería de Arte Moderno.

22. Maravíllate con las columnas romanas de San Lorenzo

Estas columnas, que se encuentran entre el barrio Navigli y la plaza del Duomo, en frente de la iglesia de San Lorenzo, puede que no sean uno de los lugares que ver en Milán más populares. 

Sin embargo, constituyen uno de los rincones más singulares de la ciudad y son uno de los pocos testigos de la grandeza del Imperio romano. Estas 16 columnas corintias de mármol están aquí desde el siglo II d.C. y forman parte de la cultura de la ciudad. 

Además, son un punto de encuentro, especialmente de los jóvenes que se sientan en los alrededores, por lo que siempre tienen mucha animación. 

En esta zona también hay numerosos bares, locales y pubs, que constituyen otro de los epicentros de la fiesta milanesa.

Cerca se encuentra la Porta Ticinese, los restos de la antigua muralla medieval que rodeaba la ciudad durante el siglo XII.

23. Descubre los canales de Navigli

Que ver en Milán: Navigli

Milán carece de mar y río, pero tiene canales. Y no son una novedad, pues están en la ciudad desde el siglo XII. 

Se construyeron para hacer a la ciudad accesible desde el mar a los barcos que venían de todas las partes del mundo, especialmente durante la época de la construcción de la catedral, cuyas piedras eran transportadas en embarcaciones. 

Este proyecto de canalización fue pionero en la época y, además, contó con la participaron grandes ingenieros como Leonardo da Vinci.

De toda la red de canales construida, quedan dos: Naviglio Grande y Naviglio Pavesse, que representan lo que un día fue Milán. Hoy son un elemento diferenciador y embellecedor del barrio, y un atractivo para los visitantes. 

También son una de las zonas más animadas de Milán, pues sus orillas están repletas de tiendas, restaurantes y bares con terrazas que invitan a sentarse y disfrutar de las vistas. 

Además, por la noche, especialmente Pavese, se convierte en uno de los lugares de referencia para disfrutar del ambiente milanés.

El barrio cuenta con otros encantos como el callejón de las Lavanderas -Vicolo delle Lavandaie-, así llamado porque aquí venían las mujeres de clase humilde a lavar la ropa en los lavaderos que aún conserva. 

A unos pocos metros, se encuentra la iglesia románica de San Cristóforo, que data del siglo XIII.

En Naviglio Grande se instala, el último domingo de cada mes, un gigantesco mercado de antigüedades con más de 400 puestos. Un lugar perfecto para comprar recuerdos o encontrar tesoros escondidos a buenos precios.

24. Contempla arte del Renacimiento en el museo Poldi Pezzoli

Este museo, que está en el centro de la ciudad, muy cerca de la Galería Víctor Manuel II, reúne una gran colección de obras de importantes artistas del Renacimiento italiano, como Miguel Ángel, Bellini, Rafael, Canaletto, Tiepolo o Botticelli. 

Se reparten en las diferentes salas de una residencia del siglo XIX, siendo la más destacada el Salón Dorado, pues atesora grandes obras maestras: La piedad de Botticelli, La virgen y el niño de Mantega, Ecce Homo de Bellini y el Retrato de una Dama de Antonio Pollaiolo

A esta se suman las colecciones de objetos y elementos decorativos de la época, entre los que se incluyen esculturas, tapices o relojes. También la armería acapara el interés de los visitantes al contar con una completa colección de armas y armaduras antiguas.

25. Entra en la Estación Central

A veces, un viaje no es la excusa para entrar en una estación, sino su arquitectura. Es el caso de la de Milán, cuyo diseño constituye un atractivo en sí mismo, convirtiéndola en una de los lugares que ver en Milán imprescindibles. 

Tardó en construirse 25 años, lo que explica que fuera un rey, Víctor Manuel III, el que pusiera la primera piedra, y un ministro, Mussolini, la que la inaugurara.

Al margen de esta curiosidad, lo cierto es que la estación es una de las más antiguas y monumentales del continente europeo al contar con una fachada que supera los 200 metros, que además combina elementos art nouveau y art déco

Pero también por las abundantes esculturas que la decoran, los techos abovedados, las gigantescas cúpulas de acero y cristal sobre las plataformas y los paneles de azulejos de las paredes, que lucen la representación de otras ciudades italianas.

26. Descubre el museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci

Se encuentra en el interior del monasterio de San Vittore, y es uno de los museos más creativos que ver en Milán. 

Contiene una de las colecciones más completas de ciencia y tecnología del mundo, que se centra en temas tan dispares como la óptica, la astronomía, la metalurgia o el transporte, que los visitantes exploran de modo interactivo. Podrás ver la primera locomotora del país e incluso un submarino. 

Sin embargo, la exposición más buscada es la de Leonardo da Vinci, que contiene maquetas de sus inventos más ingeniosos: naves, máquinas voladoras, alambiques, helicópteros e incluso una maqueta de la “ciudad ideal” del artista

27. Visita Verona

Cerca de Milán hay un buen número de ciudades muy interesantes que puedes visitar en excursiones de un día. Una de ellas es Verona, célebre por la historia de Romeo y Julieta y también por su impresionante Coliseo.

Visitar Milán y Verona en un mismo viaje es un combo perfecto. Así lo hice yo. El trayecto en tren de Milán a Verona te lleva 1 hora 15 minutos con el tren rápido. Si te organizas bien, en un día (aunque mejor si puedes dedicar 2 días) puedes ver lo más importante de Verona.

También puedes optar por esta excursión organizada a Verona y el Lago de Garda. No soy muy fan de excursiones con horarios tan apretados pero el tour tiene muy buenas críticas, y para quienes no disponen de mucho tiempo siempre es una opción a considerar. .

Si optas por él, déjame darte un consejo: Compra la entrada del Coliseo por anticipado para que no tengas que hacer cola (bastante larga). El tour solo te lleva por los exteriores del Coliseo y te da muy poco tiempo libre en Verona.

28. Disfruta de la ópera en el teatro Scala

Qué ver en Milán: Teatro Scala

Este teatro, que se encuentra en la plaza del ayuntamiento, justo al lado de la Galería Vittorio Emanuele II, es uno de los más importantes del mundo. Sufrió numerosos daños durante la Segunda Guerra Mundial, pero Milán no quiso perderlo y lo restauró.

Hoy puede vanagloriarse de haber acogido el estreno de algunas de las obras más importantes del mundo como Madame Butterfly, de Giacomo Puccini, y Otelo y Nabucco, de Verdi. 

Por su escenario también han pasado importantes cantantes de ópera como Pavarotti, María Callas o Plácido Domingo.

Si te despierta la curiosidad, puedes visitar tanto el teatro como su museo. El museo, además de profundizar en su historia, expone una interesante colección de fotografías, vestuarios de la historia del teatro e incluso varios objetos de maestros de la música como Chopin, Verdi o Mozart.

Puedes hacer la visita por tu cuenta o contratar una visita guiada.

29. Visita el Estadio Giuseppe Meazza, una visita que hacer en Milán si te gusta el fútbol

Conocido popularmente como San Siro o la Scala del Calcio, es el estadio donde disputan sus partidos el A.C. Milán y el Inter de Milán. 

Es, además, el más grande del país, lo que lo ha llevado a acoger multitudinarios conciertos de grandes artistas como Bruce Springsteen, Beyoncé, Madonna, Michael Jackson o The Rolling Stones.

La visita por las instalaciones incluye el campo, las gradas, los vestuarios, la sala de prensa y el museo. Este expone la colección de trofeos y copas ganadas, fotografías clásicas y camisetas de jugadores míticos de los dos equipos de la ciudad.

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30. Contempla Milán a vista de pájaro desde la torre Branca

Esta torre, que se encuentra en el parque Sempione, está conformada por una estructura metálica en forma de prisma que trae vagamente a la mente de muchos la torre Eiffel de París.

Se construyó para la Exposición Internacional de Arte y Arquitectura de 1993 y ostenta el honor de ser la segunda más alta de Milán con 108 metros de altura. 

En la cumbre hay un mirador acristalado, que se ha convertido en uno de los más concurridos de la ciudad al proporcionar una vista en 360 grados de la misma. 

En días soleados, se ven incluso las montañas de los Apeninos y los Alpes que delimitan el horizonte.

31. Sorpréndete con la Triennale

La Triennale di Milano se encuentra en el interior del palacio del Arte, ubicado al suroeste del Parque Sempione. Su exposición se centra en el arte de vanguardia milanés, lo que lo convierte en uno de los museos que ver en Milán más recomendables si te va este tipo de arte.

Aunque tiene una colección permanente que expone arte contemporáneo italiano, el plato fuerte son las exposiciones temporales, que son de lo más variadas: urbanismo, música, industria, e incluso innovadoras propuestas ecológicas. 

Es decir, cualquier expresión artística o intelectual tiene cabida aquí, siempre que conlleve la reflexión del visitante.

32. Entra en la basílica de San Ambrosio, la más querida por los milaneses

Basílica de San Ambrosio

Iglesias en Milán hay muchas, pero no tan queridas por los locales como la de San Ambrosio, que se levanta en el centro. Esto se debe a que está consagrada al patrón de la ciudad, que da nombre al templo.

Desde el punto de vista artístico, es uno de los máximos exponentes del románico lombardo. Un estilo que fue una gran novedad de la época, sirviendo como referencia para el resto de los templos que se construyeron con posterioridad. 

Destaca porque su fachada está jalonada por dos campanarios con diferentes alturas (el de los canónigos y el de los monjes), que le imprimen originalidad, y un gigantesco atrio que guarda restos arqueológicos.

El interior atesora tesoros artísticos como el Sarcófago de Stilicho, que data del siglo XIV, o la cripta de la basílica, en la que se guardan los restos óseos de tres santos: San Ambrosio, San Protasio y San Gervasio.

33. Sácate una foto en el bosque vertical

Este gigantesco bosque vertical, que se encuentra a pocos metros de la plaza Gae Aulenti, nació como parte de un proyecto de reforestación urbana. 

Ocupa dos edificios residenciales y está compuesto por más de 2.000 plantas, árboles y arbustos, creando una maravilla natural que ya se ha convertido en una de las fotos más buscadas por los visitantes de la ciudad.

34. Descubre la curiosa escultura de la plaza de Affari

Esta plaza, situada muy cerca de la del Duomo, es muy popular por albergar el Palazzo Mezzanotte, el edificio de la Bolsa de Valores, símbolo de la economía milanesa.

Aunque también lo es por la curiosa escultura de mármol de carrara que se yergue delante del edificio. Representa una mano con el dedo corazón levantado.

No está claro su significado. Pero, al estar en frente del edificio de la bolsa desde 2008, la que más peso cobra es la que sostiene que es una forma de protestar contra el sistema financiero y la crisis surgida en dicho año.

35. Una excursión a los Alpes suizos en el Bernina Express

Si tienes días suficientes, echa un vistazo a esta excursión, una de las más populares que se pueden hacer desde Milán. 

Se recorre una de las rutas ferroviarias más panorámicas de Europa atravesando la región de los lagos hasta llegar a Tirano donde el tren para para visitar la ciudad. 

Después se sigue ruta atravesando sitios como el viaducto en espiral de Brusio, el paso de Bernina, el valle de Engadina, hasta llegar a St. Moritz, conocida popularmente como “la Cumbre del Mundo”, donde también para el tren para visitarla.

Después se vuelve por carretera siguiendo otra ruta para poder admirar desde otra perspectiva los Alpes.

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