En 'American Pie'(Paul & Chris Weitz, 1999), un grupo de preuniversitarios pactaban no acabar sus años de instituto sin haber perdido la virginidad. Ahí estaba el torpe de Jim (Jason Biggs), siempre metiendo la pata frente a su padre, el sensible Kevin (Thomas Ian Nicholas), deseoso de hacer el amor con su chica (Tara Reid), el escrupuloso Paul Finch (Eddie Kaye Thomas), incapaz de usar un baño público, y el atlético Chris 'Oz' Ostreicher, probablemente lo más cercano al príncipe azul en aquella pandilla de adolescentes cachondos. Oz se encaprichaba de Mena Suvari como tantos y tantos jóvenes en los 90. En la secuela la vida les separaría y el joven probaría las artes del sexo cibernético a distancia. Pero esa ya es otra historia.

Lo que ahora nos ocupa es hablar de Chris Klein, el actor que dio vida a Oz en 'American Pie', su secuela, y más recientemente en 'American Pie: El reencuentro' (Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg, 2012), probablemente la última vez que recordéis haberle visto en el cine. En esa década larga que separa la primera parte de la última, la carrera como actor de Klein no ha sido ni siquiera parecida a lo que se esperaba de él a finales del siglo XX, después de que este joven nacido hace 37 años en el Estado de Illinois, hijo de un ingeniero y una maestra de guardería, debutase como actor a las órdenes de Alexander Payne en 'Election' (1999) y, aquel mismo año, rompiera la taquilla mundial con 'American Pie'. Por aquel entonces el actor parecía digno sucesor de Freddie Prinze Jr. como guaperas de instituto oficial en todas las comedias románticas de la época. Tenía porte y rostro para interpretar al típico triunfador, chico duro pero en el fondo sensible, candidato eterno a rey del baile de graduación. Títulos como 'Dime que no es verdad' (J. B. Rogers, 2001), 'Sólo amigos' (Roger Kumble, 2005) o 'American Dreamz - Salto a la fama' (Paul Weitz, 2006) apuntaban en esta dirección. Pero en 2005, el alcoholismo empezó a trucar su carrera.

El 5 de febrero de 2005, el actor fue detenido por conducir borracho. Cinco años más tarde, repetiría delito para acabar entendiendo que su vida no iba por buen camino. Así, en 2010 decidió ingresar en un centro de desintoxicación. Su agente de prensa declaró entonces que llevaba mucho tiempo intentando luchar contra su adicción al alcohol por sí solo, pero que había entendido que necesitaba ayuda para vencer al alcoholismo. Durante aquel lustro maldito, ya parecía evidente que su carrera se estaba viniendo abajo: verle en aquel despropósito titulado 'Street Fighter: La leyenda' (Andrzej Bartkowiak, 2009) evidenciaba que las cosas no iban bien en su vida profesional y privada. Es posible que su ruptura en 2005 con Katie Holmes, con la que llevaba saliendo desde 2000 y prometido desde 2003, precipitase su descenso a los infiernos.

Ya totalmente rehabilitado, Klein se casó el pasado verano con Laina Rose Thyfault, comercial de una agencia de viajes, y la pareja ha anunciado en las redes sociales que aguarda el nacimiento de su primer hijo. En los últimos años apenas le hemos visto en episodios sueltos de algunas series como 'Hope' o 'The Grinder' y, junto a Kaley Cuoco, en la película 'Authors Anonymous' (Ellie Kanner, 2014), inédita en España. Tiene pendiente de estreno otro film, 'Game of Aces', una cinta bélica ambientada en la I Guerra Mundial que protagoniza a las órdenes de Damien Lay. Veremos si son estos los primeros peldaños de su rehabilitación definitiva como actor.