Frank Vandenbroucke y un aniversario especial en Lieja de la estrella precoz que se fue antes de tiempo: "Era dios"

Este domingo llega la Lieja-Basto�a-Lieja y, con ella, un aniversario especial: los 25 a�os del �xito de Frank Vandenbroucke. El belga conquist� la edici�n de 1999 tras una gesta de altura que figura como uno de sus triunfos m�s especiales.

Aquella jornada, celebrada el 18 de abril de 1999, amaneci� fea. Con las nubes y el cielo amenazando. El ritmo de carrera fue r�pido desde el inicio, con el propio Vandenborucke compitiendo a un nivel muy alto. Se lanzaron ataques pr�cticamente desde la l�nea de salida.

El corredor belga, listo en carrera, se movi� ya en la Redoute para saber c�mo estaban el resto de sus rivales. Pronto hubo una importante selecci�n de favoritos, entre los que estaba Frank. Y, a falta de 20 km para el final, el corredor se marc� en Saint-Nicolas, una de las cotas m�s famosas.

Dej� atr�s a sus rivales con un ataque feroz que acabar�a d�ndole la gloria. Entr� en la meta de Lieja triunfante, recibiendo el calor del p�blico. Hab�a conseguido doblegar a los mejores corredores de la �poca poniendo su nombre en el de la historia del ciclismo.

Eran los a�os en los que el corredor estaba en el mejor momento de su carrera, pero donde le tocaba pelear por los problemas que ten�a fuera de la carretera, que se explican a las mil maravillas en el libro 'Dios ha muerto', editado por Libros de Ruta. La suya fue una vida llena de altibajos, de sube y baja. Y en esta Lieja se recuerda su gesta de hace 25 a�os.

Un adi�s triste y prematuro

Nacido en Mouscron el 6 de noviembre 1974, Vandenbroucke fue considerado, al inicio de su carrera, como una de las grandes promesas del ciclismo mundial. Profesional desde el a�o 1993, gan� 54 carreras, entre ellas la Lieja mencionada de 1999. Tambi�n se impuso en la Par�s-Niza y en la Gante-Wevelgem en el a�o 1998.

Envuelto en varios casos de dopaje y de toxicoman�a, hab�a dejado la profesi�n de ciclista antes de lo previsto (2009). Tambi�n muri� antes de lo habitual, con 34 a�os en un hotel de Senegal por causas desconocidas. Fue una despedida triste para una de las grandes joyas del ciclismo belga.