Entrevista con Éric Besnard, director de “Las cosas sencillas” - decine21.com
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“Es importante encontrar el lugar donde uno quiere vivir, y donde cada uno se puede realizar”

Entrevista con Éric Besnard, director de “Las cosas sencillas”

Con “Las cosas sencillas” ofrece una mirada fresca sobre la amistad entre un exitoso empresario y un hombre de la montaña. Éric Besnard nos invita a reflexionar sobre la realización personal. Hablamos con el cineasta francés vía Zoom.

Entrevista con Éric Besnard, director de “Las cosas sencillas”

¿Cómo surgió el proyecto?

Me inspiré en el cine de John Ford. Porque cuenta historias aparentemente sencillas, pero que dan mucho que pensar. Tengo una gran admiración por este realizador porque esa simplicidad aparente es muy complicada de conseguir. Me encanta que apenas recurra a los movimientos de cámara, y que deje espacio para que los actores hablen. De esta forma, el director se pone al servicio de la historia y del personaje.entrevista cosas sencillas 1

También tenían mucha importancia en el cine de John Ford los paisajes, y la belleza de la naturaleza, así que trataba de la relación del hombre con su entorno. Son cosas simples, pero esenciales. Tenemos tendencia a olvidarnos de ellas, pero en mi opinión son lo más importante. A mí me interesan los personajes y las cosas que tendemos a olvidar.

Yo soy urbanita, vivo en la gran ciudad y me ha interesado mucho el tema central de Las cosas sencillas, que argumenta se debe reducir el ritmo, y aprender a disfrutar del entorno rural.

Es importante encontrar el lugar donde uno quiere vivir, y donde cada uno se puede realizar. Resulta primordial no dejarse someter por dictámenes ajenos. A veces somos prisioneros en lugares de donde se puede escapar. Lo importante es que no sea la sociedad la que escoja donde tú quieras vivir.

Tras un giro, Las  sencillas aborda otros temas, sobre todo la importancia de buscar la felicidad.

Vivimos en un mundo en el que el único objetivo parece que sea convertirnos en consumidores. Parece que e marketing nos indica qué debemos hacer. El objetivo en la vida debería ser escoger en todo momento qué queremos ser, y qué queremos hacer. Esto no es nada fácil, pero no tenemos nada más importante a lo que dedicar nuestra vida que a eso.

También me gustaría que el espectador reflexionara sobre la necesidad de recuperar las cosas esenciales de la vida. Vincent, el personaje central, se encuentra con un hombre que vive en la campiña, y entonces se da cuenta de que su labor como hombre de negocios no es soportable. Si reflexionamos sobre nuestra vida llegamos a la conclusión de que necesitamos poco para salir adelante.

¿Qué es una vida exitosa? ¿Es mejor actuar o contemplar? Por mi parte soy una persona contemplativa que trabaja mucho. Necesito sentir que estoy aprovechando el potencial que me dieron mis padres. Por otro lado, necesito asumir riesgos. De lo contrario me quedaré tranquilamente en casa escribiendo guiones. Es menos agotador y mucho menos peligroso que dirigir. Sin embargo, si tomo el camino menos cómodo, aprendo cosas y salgo renovado.

entrevista cosas sencillas 2Además, trata sobre la amistad.

Quería reconstruir en pantalla el comienzo de una amistad. La mayoría de películas presentan a personajes que son amigos desde hace tiempo. Aquí cuento cómo intiman, tomando una estructura de comedia romántica, en la que los protagonistas primero chocan, pero después van viendo que tienen puntos en común. Las diferentes etapas de su relación se parecen a las del inicio de cualquier historia de amor. En cualquier caso, quería contar que pasar tiempo con una persona permite crear algo único.

Siempre da gran importancia a la comida en sus películas. En Delicioso se recreaba en los platos que preparaba el chef protagonista y en Pastel de pera con lavanda el personaje central vendía pasteles. Aquí tiene gran importancia una tortilla de patatas.

En Pastel de pera con lavanda hablaba sobre el autismo. Quienes sufren síndrome de Asperger mezclan los sentidos. Intento despertar en el cine los cinco sentidos. En realidad, cuando vas a la sala sólo utilizas la vista y el oído, pero mi objetivo es despertar al resto, sobre todo el gusto. Si puedo conseguir que una tortilla se pueda oler y saborear, o tocar la madera con la que trabaja el protagonista, el efecto es mágico. Se trata de despertar los cinco sentidos a través de la imagen.

En Las cosas sencillas vuelve a trabajar con Grégory Gadebois, tras Delicioso.

Es un gran actor, así que preparé el guión pensando en él. Me inspira a la hora de inventar papeles diferentes para él.

Me ha encantado hacerle bailar en una escena clave. Yo sabía que no suele bailar, así que pensé que sería imposible rodar ese momento. Se inventó todo tipo de pretextos para no hacerlo, incluso en un momento me dijo que tenía un esguince. Al final me dijo que sí, porque tenía mucho significado en el film, era un regalo para la mujer que ama. Trabajamos el baile con un coreógrafo profesional y al final aprendió a hacer “la rueda”, que es muy difícil.

¿Cómo consiguió fichar para una comedia a Lambert Wilson, que suele escoger dramas?

Se le conoce sobre todo por dramas, como De dioses y hombres. Sin embargo, en Estados Unidos se está labrando una carrera importante porque precisamente no le importa hacer el ridículo. Es un poco como Cary Grant, tiene buen físico y porte, y le resulta divertido que le pongan en situaciones embarazosas, eso lo hace bien. Al final, hace un guiño a que va a interpretar a Charles de Gaulle, porque bordó al personaje en una película, y es el tipo de trabajos que le ofrecen más a menudo.

¿Cómo escogió a Marie Gillain para dar vida a la protagonista femenina de Las cosas simples?

Estuve a punto de trabajar con ella en otras dos películas, pero al final elegí a otra actriz. Decidí darle una oportunidad, y no me ha defraudado. Es una película un poco particular, porque durante la mayor parte del metraje sólo aparecen dos hombres conversando, en pocas localizaciones. Es poco frecuente una película así. Cuando de repente aparece Gilain aporta una gran energía, y da mucho realismo. Creo que se luce sobre todo en la escena en la que aparece mirando a Gregory Galebois bailar.

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