RAFAEL RODRÍGUEZ “EL CABEZA”

RAFAEL RODRÍGUEZ HIDALGO, guitarrista de flamenco, más conocido en el mundo de la historia del arte de la guitarra flamenca con el nombre artístico de RAFAEL RODRÍGUEZ “EL CABEZA”, nació en Sevilla en el año de 1957. Fue a la edad de 13 años cuando empezó a tocar la guitarra, su maestro fue Andrés Vázquez guitarrista de la Escuela de Niños Ricardo, estuvo con el cinco seis meses nada más porque encontró trabajo en una imprenta. Tocaba con sus amigos otro tipo de músicas como Jimi Hendrix o Deep Purple entre otros grupos de rock.

Cuando sacaba tiempo, Rafael tocaba las cosas que Andrés Vázquez le puso de Niño Ricardo porque realmente era lo que más me gustaba. En 1982 abrió una academia de guitarra en su casa, estuvo unos 3 años hasta qué en 1985 entró a formar parte de la compañía de Mario Maya, con quien se subió a un escenario por primera vez, participando en las obras ‘¡Ay jondo!’ y ‘El Amargo’. Después de esta época continuó trabajando en la Academia de Manolo Marín y después estuvo en el tablao Los Gallos durante 18 años. En la Bienal 2008 obtuvo el Giraldillo al Acompañamiento y el premio Mario Maya de la crítica. Durante todos estos años ha compartido escenario con algunos de los grandes del cante del baile y de la guitarra, además de otros músicos de jazz y de rock.

Rafael Rodriguez "El Cabeza". Una de las cinco mejores guitarras para el acompañamiento que hay en estos momentos en el mundo de los tablaos. Velocidad en el traste, frases melódicas, falsedad,... Una guitarra a lo Diego del Gasto en vía de extinción. Cita imperdible!

Rafael Rodríguez Hidalgo «Cabeza», sin ningún género de dudas está entre los tres o cuatro mejores guitarras para el cante en la actualidad. Presente en el que claramente estamos viviendo una auténtica Edad de Oro de la sonanta. Lo que pasa es que Rafael es la modestia personificada y como hace fácil lo difícil y posible lo imposible, pasa desapercibido para el gran público. Ni una falseta, ni un acorde innecesario: el toque en su justo y preciso lugar. Para entender la grandeza de este guitarrista tendríamos que irnos hacia atrás en el tiempo. Ramón Montoya, Manolo de Badajoz, Miguel Borrull o Melchor de Marchena, constituyen ejemplos de genios de las seis cuerdas que han pasado a la historia con mayúsculas por su «saber acompañar», nunca por invadir los terrenos reservados al cante, o al baile, donde también destaca sobremanera Rafael. Precisamente en sus tres últimas visitas a Zamora lo hizo para acompañar a Milagros Mengibar en el Festival de Sanpedro del 2005, al Cabrero en el del 2009 y el 30 de enero del 2010, como ya dije, a David Palomar.

En 1982, fundó una academia de guitarra en su propio hogar, y en apenas tres años, pasó de impartir clases a tocar para la compañía de un gran artista, la de Mario Maya. Con él fue con quien pisó por primera vez un escenario, y lo hizo en Alcalá de Henares. Tras ello trabajó para la Academia de Manolo Marín, ha pisado el mítico Tablao Flamenco “Los Gallos” durante 18 años… En el año 2008, la Bienal de Flamenco de Sevilla le hizo entrega del Giraldillo al acompañamiento y el premio “Mario Maya” de la crítica.

En 2017, a petición del Festival de Nimes, creó su primer espectáculo “Guitarra Mía” en el cual estuvo rodeado de siete grandes artistas del baile del cante y del compás, entre los que para su orgullo y su alegría se encontraba por primera vez su hija Isa Rodríguez a la percusión.

Así, se ha llevado 37 años tocando para algunos de los grandes del cante, del baile y de la guitarra, además de otros músicos y amigos del mundo de jazz y del rock. Ahora, en este 2018 y de forma inédita para Bienal, ha creado su segundo espectáculo “Dejándome llevar”, enfocado exclusivamente a la guitarra.