James Stewart nunca fue versátil como Cary Grant, físicamente hábil como Errol Flynn, duro como Humphrey Bogart o deseado por las mujeres como Gary Cooper. Pero quizás nadie supo encarnar al norteamericano medio como él: pragmático, soñador, honesto, sincero, Stewart es uno de los rostros fundamentales del star system hollywoodense y su larga carrera a lo largo de más de sesenta años y un centenar de películas lo han convertido, sin lugar a dudas, en una figura simbólica, reservorio de ciertos ideales de los cuales fue su mayor exponente en pantalla. Más allá de que su periplo por los grandes estudios lo llevaron a ponerse a las órdenes de infinidad de realizadores, alcanzaría algunos de los puntos más altos de su carrera junto a dos cineastas de muy diferente temples: Anthony Mann y Alfred Hitchcock. El canal Retro le dedica el mes de diciembre a Jamie Stewart, con varios títulos emblemáticos y algunas rarezas.

En medio de una serie de westerns en los cuales la unión de Mann detrás de las cámaras y Stewart delante de ellas darían nacimiento a algunas de sus mejores colaboraciones, Música y lágrimas (The Glenn Miller Story, 1953) los volvería a unir en uno de los biopics más representativos del período clásico. La vida y obra del famoso compositor y conductor de orquesta, rodada en Technicolor y con un reparto que incluye la presencia de músicos como Louis Armstrong y Gene Krupa, se transformaría, para bien y para mal, en el modelo de film biográfico de músicos sobre el cual se calcarían decenas de ejemplos posteriores. La interpretación de Stewart, lejos de la imitación lineal de gestos y actitudes físicas, es típica de su estilo actoral y descansa, sutilmente, en la sensatez y los sentimientos.

Una de las obras maestras de Hitchcock, la incomprendida en el momento de su estreno Vértigo (1959), no sería la misma sin la presencia de J.S., quien logra darle al personaje del detective Scottie la carga de melancolía y sufrimiento psicológico necesarias para hacer de esta historia circular uno de los picos en las carreras del realizador y el protagonista. No por nada Hitchcock dijo de él que "es el héroe perfecto para un film de Hitchcock. Puedes creer en él interpretando a un profesor, un doctor o un simple hombre de familia. Stewart es el hombre promedio envuelto en situaciones extrañas".

Caballero sin espada (Mr. Smith Goes to Washington, 1939), de Frank Capra, utiliza esas mismas cualidades de hombre promedio en beneficio de una de las fábulas populistas más exitosas del director de ¡Qué bello es vivir! En ella, Stewart interpreta a un joven inocente súbitamente involucrado en el mundo de la alta política. De más está decir que las corrupciones varias que encontrará en el Senado serán derrotadas por su bondadoso y honesto sentido común. Su monólogo frente a los cínicos políticos de carrera sigue resultando, a pesar de su evidente voluntarismo, una de las escenas más emotivas de su carrera.

Además de estos grandes clásicos, Retro ofrecerá otros tres títulos menos conocidos: Vive como quieras (You Can't Take It With You, 1938), otra comedia dirigida por Capra; Mujer o demonio (Destry Rides Again, 1939), western dirigido por George Marhsall y uno de los dos únicos protagónicos junto a la alemana Marlene Dietrich; y, finalmente, la adaptación cinematográfica de la célebre pieza teatral Harvey (1950), en la cual Stewart se hace amigo de... así es, un conejo gigante.

Los días y horarios de exhibición son los siguientes:

Música y lágrimas: Lunes 17, 22 hs y Domingo 23, 18 hs.
Vive como quieras: Martes 18, 0.15 hs.
Vértigo: Lunes 24, 22 hs.
Mujer o demonio: Martes 25, 0.15 hs y Domingo 30, 18 hs.
Harvey: Lunes 31, 22 hs.
Caballero sin espada: Martes 1º de enero de 2008, 0:05 hs.