Dos Oscar, dos Globos de Oro, 120 premios cinematográficos y 225 nominaciones a otros galardones. ¿Quién le habría dicho aquel 1987 a William Bradley Pitt, un 'guapérrimo' aspirante a actor que debutaba con papelitos muy menores en series de televisión de tercera, que iba a ser una de las grandes estrellas de Hollywood en los años siguientes?

Pues nadie, porque si alguien lo tiene difícil en la meca del cine, son los guapos. Porque sí, de entrada les dan todos los papeles, pero luego hay que demostrar que se vale. Y, además, el tiempo pasa para todos y hay que mantenerse. Lo dijo claramente Brigitte Bardot: "El público me dio la espalda en cuando dejé de estar buena y me convertí en la loca de los gatos".

No es algo que le haya pasado a Brad Pitt, que después de ¡35 años! –hola, nos hacemos mayores– de carrera ya ha demostrado que es mucho más que una cara bonita (y eso que no muchos pueden presumir, como él, de haber sido elegidos dos veces como 'el hombre vivo más sexy del mundo' por la revista 'People').

Pitt nació el 18 de diciembre de 1963 en Shawnee, un pueblo de Oklahoma, aunque creció en Springfield (Missouri) dentro de una familia baptista muy creyente. Su padre gestionaba una empresa de camiones y su madre era terapeuta familiar. En el instituto, practicó deportes, interpretó musicales y se implicó en política estudiantil, pero su fijación era dedicarse a la publicidad, ser director de arte en este campo, para lo que ingresó en la universidad local.

Brad Pitt
Michael Putland//Getty Images
Brad Pitt, con 25 años, en 1988.

Pero había algo dándole vueltas a la cabeza: su amor por el cine. ¿Y si probaba suerte en el séptimo arte? Lo pensó y lo repensó, hasta que se dio cuenta de que debía intentarlo y cogió su coche y sus bártulos para mudarse a Los Ángeles, cuando solo le quedaban dos créditos para graduarse.

Mintió a sus padres para que le dieran su permiso; les dijo que intentaría entrar en el Art Center College of Design, la escuela de diseño de Pasadena, pero en realidad, para ganarse la vida en Los Ángeles tuvo que hacer de todo. Desde ser chófer de 'strippers' de una despedida de soltero a otra hasta repartir neveras y, su trabajo más conocido aparte del de actor, disfrazarse de pollo gigante para promocionar en la calle el restaurante 'El pollo loco'.

Ese golpe de suerte

Unos nacen estrellados y otros con estrella; Pitt no puede negar que pertenece al segundo grupo. Se apuntó a unas clases de interpretación y acompañó a un amigo a un cásting... pero el agente le fichó a él. Solo llevaba siete meses en la ciudad y tenía representante y algún que otro trabajillo en marcha.

Por ejemplo, su participación en algunos episodios de las series 'Another World' o de la mítica 'Dallas'. O su cameo en 'Golpe al sueño americano' (1987), con Robert Downey JR, por la que cobró la fantástica suma de ¡38 dólares! Los que tengan años y buena memoria pueden recordarle ahí, y con un poco de nostalgia en 'Los problemas crecen', en 1989, y fue precisamente ese año cuando debutó en el cine con su primer papel interesante, en la película de terror adolescente 'Clase sangrienta'.

Shalene McCall / Brad Pitt
Globe Photos
Shalene McCall y Brad Pitt en una foto promocional para un episodio de ’Dallas’ emitido en 1987.

También en 1989 rodó un telefilme titulado 'Demasiado joven para morir', donde conoció a Juliette Lewis, con quien empezó una relación. Pero hubo que esperar a otro toque de la varita mágica, concretamente el de Ridley Scott, para que Pitt llegara al estrellato. Y no con un papel protagonista, sino solo con unos minutos, ¡pero qué minutos! Ante la negativa del actor elegido en primer lugar, William Baldwin, Scott le contrató como el autoestopista canalla al que recogen 'Thelma & Louise' (1991) y ahí empezó todo, con un rol que le marcaría casi, casi, de por vida.

Pero ahí empezó una de sus grandes peleas: ganarse la fama por su talento y no por su físico. Y sus siguientes películas no ayudaron mucho ('Johnny Suede' y 'Una rubia entre dos mundos'), la verdad. Y volvió, de nuevo, a llegar el toque de magia, ahora gracias a Robert Redford, quien le dio el papel protagonista de 'El río de la vida' (1992), inspirada en los relatos homónimos del escritor estadounidense Norman McLean.

Primeros reconocimientos

Psicópatas como en 'Amor a quemarropa' (1993), románticos empedernidos como en 'Entrevista con el vampiro' (1994) o 'Leyendas de pasión' (1994). El detective de otro megahit, 'Seven' (David Fincher, 1995) –donde conoció a otra de sus parejas, la entonces casi desconocida Gwyneth Paltrow–, papel que aceptó tras rechazar uno de los roles de astronautas de 'Apolo 13'.

Y luego llegó el desequilibrado de 'Doce monos' (1996), que le supuso su primer Globo de Oro y su primera nominación al Oscar: estaba claro que Brad podía con todo. Y todo bien, gracias. No parecía parar de proyectos y reconocimientos: 'Sleepers' (1996), 'La sombra del diablo' (1997), 'Siete días en el Tíbet' (1997), ¿Conoces a Joe Black?' (1998), 'El club de la lucha' (1999, de nuevo con uno de sus directores fetiches, David Fincher), los dos reconocimientos como el hombre más sexy por 'People' (1996 y 97)...

Brad Pitt Jennifer Aniston Emmy 1999 elle.es
HECTOR MATA//Getty Images
Brad Pitt y Jennifer Aniston, en la entrega de los Emmy 1999.

Por entonces, ya salía con Jennifer Aniston, la estrella de 'Friends', una relación que más de veinte años después sigue generando titulares en todo el planeta. Dicen que se conocieron en una cita a ciegas acordada por sus representantes, y contrajeron matrimonio en julio de 2000 en Malibú.

Su amor convertido en matrimonio era un pequeño ejemplo de cómo el siglo XXI había empezado con buen pie para él. Cinematográficamente, consiguió un papel en 'Snatch (cerdos y diamantes)' (2000), de Guy Ritchie, director con el que ansiaba trabajar desde hace años. Como anécdota: Ritchie vio que Pitt era incapaz de conseguir acento británico y, por ello, le dio el rol de un irlandés.

¿Especialista?

Películas con mucha acción que encima acababan siendo 'blockbusters' ('The Mexican', 'Juego de espías', 'Ocean's Eleven', 'Troya', 'Ocean's Twelve'...): ¿se estaba especializando/encajonando Pitt? Muchos se hacían esa pregunta, que parecía contestar con su participación en 'Sr. y Sra. Smith' (2005), año en el que se divorció de Aniston para comenzar una relación con Angelina Jolie, la otra protagonista del filme de espías.

Su caché, para entonces, ya estaba disparado. Por 'Oceans...' se llevó, entre salario y 'royalties', 30 millones de dólares. Cobró 20 millones por 'Sr. y Sra. Smith' y ganó otros 4,5 millones por un maravilloso anuncio de Heineken para la Super Bowl 2005 dirigido, cómo no, por David Fincher.

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Con su cuenta corriente bien saneada, pudo permitirse desempeñar un nuevo trabajo cinematográfico, el de productor, que le ha proporcionado numerosas alegrías: se estrenó con 'Infiltrados' (2006), que se llevó cuatro Oscar, pero también ha estado detrás de otras cintas como 'Come Reza Ama', 'Beautiful boy, siempre serás mi hijo' o 'Doce años de esclavitud', que le dio su única estatuilla dorada como responsable del mejor filme de 2013.

A su vida regresó en 2009 David Fincher, realizador de 'El curioso caso de Benjamin Button', la película que le dio su primera nominación al Oscar al mejor actor. Se estrenó en 2009, cuando también le reclamó Quentin Tarantino para 'Malditos bastardos'. No había ya nada que demostrar: Pitt no paraba de acumular papelones, en el mejor sentido de la palabra, como el de padre de familia en 'El árbol de la vida' o el de gerente de un equipo de béisbol en 'Moneyball', por el que consiguió una nueva candidatura al Oscar.

Sigue siendo el rey

Los doce años que pasó con Angelina Jolie modularon enormemente su existencia: no solo porque contrajo matrimonio con ella en 2014 y se convirtieron en la pareja más famosa del planeta, sino por los seis hijos que tuvieron, entre propios y adoptados, sino porque fomentó su vena filantrópica: visitaron Pakistán por el terremoto de Cachemira en 2005, donaron dinero en la crisis humanitaria de Darfur de 2007, fundó la ONG 'Not On Our Watch'–que pretende que los medios se hagan eco de los genocidios–, contribuyeron a la reconstrucción de Nueva Orleans tras el paso del 'Katrina'...

El cuento de hadas se rompió en 2016, cuando la pareja se separó, y empezó la pesadilla personal: abogados de una y otra parte, acusaciones de que Pitt no pasaba la pensión a sus hijos... El planeta asistió durante meses atónito al brutal derrumbamiento de la que había sido una de las parejas más glamurosas de la historia del cine hasta que ambos firmaron un acuerdo.

Festival de cine de Cannes Malditos Bastardos Angelina Jolie Brad Pitt
Jean Baptiste Lacroix//Getty Images
Angelina Jolie y Brad Pitt, en el Festival de Cannes de 2009, en la presentación de ’Malditos bastardos’, filme de Quentin Tarantino.

Y mientras su vida personal pasaba desgraciadamente a un primer plano de titulares, él seguía eligiendo papeles que iban de un extremo a otro. Del espía del thriller romántico 'Aliados' (2016) al extraño militar en 'Máquina de guerra' (2017), llegó un pequeño período de descanso hasta estrenar en 2o19 'Ad Astra' y la aclamada 'Érase una vez en Hollywood', donde por fin compartió cartel con otro de los guapos de Hollywood que ha tenido que demostrar su valía, Leonardo DiCaprio, y con la que ganó su primer Oscar como actor, en este caso secundario.

Este fan de Dianne Wiest, de 'El planeta de los simios', de las pequeñas avionetas (que sabe pilotar) y de las guitarras eléctricas no para de trabajar. No deja de variar en géneros en las que ha participado recientemente: la comedia de aventuras 'La ciudad perdida' con Sandra Bullock 'Bulllet Train', un thriller de acción donde repitecon Bullock y 'Babylon', dirigido por Damien Chazelle.

Lo próximo que veremos suyo en pantalla grande es 'Wolves', donde comparte de nuevo cartel con el otro guapérrimo oficial, George Clooney, y una película ambientada en el mundo de la Fórmula 1 -aún sin título- dondee da vida a un maestro de pilotos y en la que también participa Javier Bardem. Sin duda, a Brad Pitt le queda cuerda para rato...