El vocalista de la banda irlandesa U2, Paul David Hewson, mejor conocido mundialmente como Bono, fue el segundo hijo de un matrimonio en el que la madre era anglicana y el padre, católico. El músico, quien creció en medio de una Irlanda enfrentada por una larga y sangrienta guerra religiosa, perdió a su madre a los 14 años a causa de un aneurisma cerebral, muerte que lo afectó en grado sumo y lo motivó -como una manera de superar el duelo- a unirse a un grupo religioso llamado Shalom, al cual también pertenecieron dos miembros más de U2 (The Edge y Larry Mullen).

En su autobiografía “Surrender”, el célebre cantante confesó que se sentía cómodo profesando su fe cristiana entre las religiones católica y protestante, a sabiendas de que Dios es más grande que cualquier religión.

“Mis canciones son mis oraciones, porque Dios está interesado en los pormenores de cualquier vida. Yo nunca he apartado a Jesús de las acciones más banales o profanas de mi vida, aún sabiendo que soy un seguidor de Cristo consciente de que no da la talla. La persona de Cristo es mi camino para comprender a Dios”, comentó el músico, agregando que también cree en la existencia de una sola Iglesia. “No creo que haya montones de iglesias diferentes. Creo que hay una Iglesia, solo que está partida en montones de piezas diferentes”.

En una reveladora entrevista concedida a la televisión pública irlandesa “Raidió Teilifís Éireann” (RTÉ), el líder de U2 se explayó sobre sus creencias religiosas y confesó quién era realmente Jesús para él:

Bono: Busqué en las Escrituras para encontrar verdades poéticas, además de lo histórico en lo que estoy interesado, y claro está, hay un Jesús histórico….

Byrne (periodista de la RTÉ): Bien, yo estoy hablando de Dios.

Bono: Ah bien, pero yo veo… La persona de Jesús es mi forma de entender a Dios.

Byrne: ¿Sueles orar?

Bono: Sí.

Byrne: ¿A quién o a qué oras?

Bono: A Cristo.

Byrne: A Cristo… ¿Y qué pides?

Bono: Oro para conocer la voluntad de Dios. Porque entonces las oraciones tienen más probabilidades de que se conviertan en una realidad. Esto es la cuestión en una oración, ¿no? Nosotros no lo hacemos de una forma muy exagerada en nuestra familia. Simplemente algunos de nosotros sobre la cama, tenemos una cama muy grande en nuestra casa. Hemos orado con todos nuestros hijos, leemos las Escrituras, oramos… ni siquiera es algo regular. A veces cuando vamos a la iglesia un domingo vamos solos por nuestra cuenta como una familia.

Byrne: Por paz y tranquilidad.

Bono: Por paz y tranquilidad. Y oramos normalmente por gente que sabemos que están luchando con algo, como una enfermedad.

Byrne: Entonces, ¿qué o quién era Jesús según tu opinión?

Bono: Esa es una pregunta determinante para los cristianos, quién fue Cristo. Y creo que no puedes escaparte fácilmente al decir: ‘fue un gran pensador, o un gran filósofo’. Porque, de hecho, él mismo andaba por ahí diciendo que era el Mesías, ese es el motivo por el que le crucificaron. Fue crucificado porque él dijo que era el Hijo de Dios. Así que, desde mi punto de vista, o era el Hijo de Dios o…

Byrne: O no lo era.

Bono: No, no… ¡o era un chalado! ¡Olvídate de los complejos mesiánicos del rock’n’roll! Me refiero a tener delirios tipo Charlie Manson. Me cuesta aceptar que millones y millones de vidas, la mitad de la Tierra, por dos mil años, hayan sido tocadas e e inspiradas por un loco. Simplemente, no me lo creo.

Byrne: Por lo tanto crees que Jesús fue divino.

Bono: Sí.

Byrne: Y crees que se levantó físicamente de los muertos.

Bono: Sí… no tengo ningún problema con los milagros. Estoy rodeado de milagros. Yo soy uno.

Byrne: Así que cuando oras, oras a Jesús.

Bono: Sí.

Byrne: El Jesús resucitado.

Bono: Sí.

Byrne: ¿Y tú crees que hizo promesas que se harán realidad?.

Bono: Sí. Lo creo.

En otra entrevista, el mismo Bono relató que “estuve en Jerusalén en una peregrinación con mi familia, y fui al Gólgota. Estuve ahí un rato a solas, donde la muerte murió. Pensaba eso: ‘Aquí la muerte murió’…la muerte ya no tiene poder sobre mí, como tenía a mis 14 años, cuando mi madre murió. Una parte de nuestra psicología está asentada sobre el miedo a la muerte. Dice la Escritura que ahora vemos como en un espejo pero entonces veremos cara a cara. Así que si sabes esto entonces la vida es más fácil. ¡No puedo esperar a verlo todo claro!”.

El músico reconoció que “lo más difícil que lo Salmos te piden es honestidad. Leo la Sagrada Escritura y me encuentro a adúlteros, asesinos, egomaniacos… ¡como muchos de mis amigos! [risas]. Lo que hace David al marido de Betsabé es increíble… Hay tanta oscuridad ahí. Pero la gracia y la redención es lo que se refleja en sus salmos después. Están marcados por la honestidad. No necesitamos complacer a Dios de otra manera que no sea siendo brutalmente honestos. Esa es la raíz de nuestra relación con Dios. El único problema que Dios no puede solucionar es el que tratas de esconder“.

Bono también comentó que si hay algo que le haya enseñado los salmos es que “Dios escucha”, y que a quienes no tengan experiencia en ellos les recomendaría el salmo 82: “Es un buen comienzo. Dice: ‘Defended al débil y al huérfano. Haced justicia al humilde y al indigente. Liberad al débil y al pobre’. Esto no es caridad, esto es justicia”.

El músico concluyó que “es increíble cuando Jesús comienza su misión, cuando inaugura el tiempo de gracia del Señor, cuando dice que ha venido a dar la vista a los ciegos, etc., en realidad eso es justicia. No es caridad. Me gusta recordar aquí el salmo 9: ‘El Señor es el refugio del oprimido, su refugio en tiempos de peligro’; o el salmo 12: ‘Yo me levantaré por la opresión del necesitado, por el gemido del pobre’. Este es Cristo. Esa es la razón de Cristo. Es su manifiesto. Y debe ser también nuestro manifiesto”.