"Me estoy muriendo", afirmaba hace poco m�s de un a�o el entra�able Bobby Robson en una entrevista concedida a 'The Sun'. Al final le ha vencido un c�ncer de pulm�n, despu�s de m�s de 18 a�os de lucha y cuatro tumores superados, los �ltimos informes m�dicos borraban cualquier atisbo de esperanza en la recuperaci�n. Finalmente, los peores presagios se han cumplido y el 31 de julio de 2009 Bobby Robson falleci� a la edad de 76 a�os.

Habr� personas que recuerden a Robson como el mentor de Mourinho, el que le abri� las puertas de Europa, aunque fuera como 'traductor', a uno de los m�s engre�dos t�cnicos del momento. Su relaci�n comenz� cuando el brit�nico entrenaba al Sporting de Lisboa y juntos recorrieron los banquillos de Oporto y Barcelona. Una exitosa etapa que concluyeron con dos ligas portuguesas y, aunque ahora con los ecos del triplete todav�a resonando cueste decirlo, una de las mejores campa�as del conjunto azulgrana: Supercopa de Europa, Recopa y Copa del Rey fueron el bot�n de la �nica temporada del ingl�s al frente del equipo catal�n.

Otros, al margen de los t�tulos cosechados aquel a�o, siempre tendr�n en la memoria las im�genes del t�cnico ingl�s llev�ndose las manos a la cabeza tras el gol de Ronaldo al Compostela. Esa instant�nea dio la vuelta al mundo y, en ese momento, Robson fue el espejo de miles de espectadores que, desde el sill�n de su casa, estaban asombrados ante un tanto que entrar�a con letras may�sculas en la historia del f�tbol. �l fue el elegido por N��ez para empezar la era 'post-Cruyff', una empresa tremendamente dif�cil que Robson solvent� con notable �xito y un 'tr�bol' a sus espaldas.

S�lo los seguidores m�s longevos recordar�n los a�os en los que Robson no pisaba el terreno de juego ataviado con un elegante traje, los d�as que no peinaba canas y era el baluarte del Fulham y el West Bromwich. Para el gran p�blico esta etapa es desconocida, pero fue uno de los jugadores m�s destacados de su �poca, llegando a acumular una veintena de internacionalidades con una selecci�n que, casi treinta a�os m�s tarde y desde los banquillos, aupar�a hasta las semifinales del Campeonato del Mundo de 1990, la �ltima vez que los aficionados ingleses so�aron con un triunfo en una competici�n internacional. Pero como �l mismo dec�a: "De jugador no he ganado nada, mi �xito lleg� en los banquillos".

Su vida ha estado totalmente ligada al f�tbol desde que, cuando era un adolescente, su habilidad con el bal�n le permiti� escapar del arduo trabajo en la mina con su padre. All�, naci� una relaci�n que se prolong� hasta sus �ltimos d�as donde tremendamente debilitado por la enfermedad y postrado en una silla de ruedas asisti�, portando la sonrisa imperturbable que le granje� el cari�o de todo la esfera deportiva, a un homenaje en su honor.

De este modo, habr� muchas maneras de recordar a Bobby Robson pero en todas ellas se incluir� la palabra se�or, era un hombre que no busc� la fama, que no realizaba declaraciones incendiarias, un t�cnico entra�able, querido por todos y, tras el d�a de hoy, llorado por todos. Una de las maneras de medir la biograf�a de una persona es la lista de enemigos que �sta ha acumulado en su vida, en el caso de Bobby Robson, distinguido en 2002 como Caballero del Imperio Brit�nico, esa lista permanecer� impoluta, nadie ha pronunciado una mala palabra sobre el querido entrenador.