La polémica de Activision Blizzard y los bonus de Bobby Kotick. ¿Deberíamos dejar de justificar ciertos movimientos?

Negocios sin eufemismos

La polémica de Activision Blizzard y los bonus de Bobby Kotick. ¿Deberíamos dejar de justificar ciertos movimientos?

En 2008, tras la adquisición de Blizzard por más de 18.000 millones de dólares, Activision puso al frente de la compañía a Bobby Kotick. Con él a la cabeza, y a lo largo de los diferentes escenarios que la industria del videojuego ha ido viviendo a lo largo de la última década, lo cierto es que la editora norteamericana no ha dejado de crecer. De hecho, la línea ascendente de la compañía se ha acentuado con la presente situación de pandemia, que ha espoleado tanto el consumo del videojuego como su compra en formato digital, algo que, como todos sabemos, incrementa sustancialmente el margen de beneficios.

Un año histórico, pero por los motivos equivocados

2020 ha sido un año realmente bueno para Activision. Ya en el primer trimestre, tras el inicio de la situación de pandemia, había incrementado significativamente sus ingresos pasando de los 1.400 millones del año anterior a unos escalofriantes 1.930 millones de dólares, firmando el que, en ese momento, significaba el mejor trimestre de toda su historia. Esta dinámica, que se ha ido manteniendo a lo largo de todo el curso, no impidió que en octubre regresaran las noticias relacionadas con las reestructuraciones, las reorganizaciones y, en definitiva, los despidos, algo que resulta aún más sorprendente si tenemos en cuenta que la compañía ya se deshizo de casi 800 empleados en 2019. En aquella ocasión, todo esto sucedía mientras Kotick recibía un bonus de 40 millones de dólares por objetivos, según informaba Bloomberg.

Call of Duty: Black Ops Cold War Reveal Seems to Be Within Warzone
Call of Duty: Black Ops Cold War ha sido uno de los grandes éxitos de la compañía durante el presente ejercicio

El 6 de octubre conocimos, también a través del mismo portal americano, la noticia de que Activision Blizzard había decidido cerrar la oficina de Versalles, liquidando así la presencia de la compañía en territorio francés. Dicha oficina, contaba con cerca de 400 empleados al inicio del año anterior, los cuales se encargaban de labores como el marketing, la localización, o la atención al cliente. Según informaban en la propia Bloomberg, esta decisión se debía a la imposibilidad de trasladar la oficina a Londres, un proceso que se vio afectado por el Brexit, en primer lugar y, más tarde, por la actual situación de pandemia. Desde Activision se dijo lo siguiente:

"Durante el último año hemos estado explorando cómo podríamos integrar mejor nuestras capacidades en todo el negocio, lo que nos permite aprovechar mejor el talento, la experiencia y la escala a medida que nos adaptamos a las necesidades de una industria de ritmo rápido, altamente competitiva y centrada en lo digital"

Ahora, apenas 5 meses después, Activision está preparando una nueva ronda de cierres de oficinas. La noticia llega esta vez a través de GameIndustry, donde podemos leer las siguientes declaraciones de uno de los responsables de la compañía al ser preguntado por la inminente clausura de las oficinas:

"Hemos compartido planes con nuestros equipos en Europa sobre cómo evolucionaríamos como organización, adaptándonos a este cambio para servir a nuestros jugadores y posicionar mejor la región para el crecimiento futuro. Tomaremos amplias medidas para apoyar a todos los empleados y facilitar la transición a aquellos de nuestros colegas que puedan verse afectados por estos cambios propuestos."

Lo que, desprovisto de eufemismo, viene a significar que han abierto un periodo de consultas en torno a los despidos masivos que van a llevarse a cabo en Francia, España, Alemania, Reino Unido y Holanda.

<h3>Call of Duty: Warzone</h3><i>Infinity Ward</i><br /><br />Imitation is the sincerest form of flattery and Call of Duty: Warzone unashamedly cribs the innovations introduced in other battle royales, throws them into a blender, and evenly spreads it across the sprawling Warzone map. Verdansk (the map) is a testament to Call of Duty map design, seamlessly knitting together the Call of Duty franchise's greatest hits into one sprawling landmass varied in design, fun to navigate, and ripe for potential war stories. Combined with a robust season-to-season Battle Pass that expands on the oh-so-serious Modern Warfare lore (if you're into that) with punctuations of some of CoD's sillier elements, like zombies! Call of Duty: Warzone is the definitive Call of Duty experience in 2020.
Call of Duty: Warzone, por su parte, ha contribuido de forma decisiva a hacer de 2020 un año histórico, en cuanto a beneficios, para la icónica franquicia

Las recompensas al trabajo bien hecho

Tal y como ya hemos apuntado, esta oleada de reestructuraciones no es nueva. Al cierre de las oficinas francesas a finales del pasado año, le siguió la ronda de despidos iniciada en los países asiáticos en los que tiene presencia la compañía. En aquel momento, también se aludió a aspectos como la necesidad de mejorar la eficiencia de la compañía, de satisfacer las oportunidades de crecimiento y de ser más competitivos de cara al futuro. Si en Europa se hablaba de una centralización ubicada en Londres, en este caso la ciudad escogida fue Sidney.

Esta sucesión de reestructuraciones, cierres de oficinas y, en definitiva, despidos, se da en un año que ha significado un proceso de ascenso histórico en cuanto a beneficios se refiere. Algo que la editora ha logrado gracias a la salud de la que gozan algunas de sus franquicias. Valga como ejemplo la propia Call of Duty, que ha contado con el lanzamiento de su battle royale, Call of Duty: Warzone, el cual ha resultado un éxito rotundo a nivel económico. De esa ascensión económica propiciada, en parte, por la labor de muchos de los trabajadores que ahora ven cómo sus puestos están a punto de evaporarse, se desprende la actual cotización en bolsa de Activision Blizzard. Y es aquí cuando hace acto de presencia el dato que termina por convertir algo que ya parecía bastante turbio de por sí, en un auténtico esperpento, que a su vez es una muestra descarada del actual escenario económico. La editora americana ahora mismo cotiza a 90 dólares la acción. Por otra parte, cuando Bobby Kotick fue nombrado CEO de la misma, dicho valor apenas superaba los 30 dólares. Este incremento le sirve al dirigente para embolsarse un bonus por objetivos de 200 millones de dólares.

De eufemismos y realidades

La escena puede ser calificada como cada uno crea conveniente, y no entraré a valorar dicho apartado contractual que marca la relación laboral entre Activision Blizzard y su CEO, pero la escena, en su conjunto, me parece grotesca. Hablamos de una empresa que en menos de dos años ha despedido a más de 1200 empleados y que, a su vez, se encuentra en la cúspide de la recaudación y de la rentabilidad en la industria del videojuego, tal y como reflejan los bonus que año tras año se embolsa su actual máximo responsable. El cual, para concluir, protagoniza la guinda de este pastel tan desagradable que estamos horneando, ya que en mayo, el propio Bobby Kotick notificaba, a través de su cuenta de Twitter, la intención de Activision de contratar a más de 2000 empleados.

Casi un año después la compañía está viendo cómo se reestructuran sus oficinas alrededor del mundo y cómo cientos de trabajadores se quedan por el camino, cuando se supone, según los datos y los bonus, que el trabajo realizado ha sido todo un éxito. Mientras tanto, la compañía se afana en justificar estas decisiones hablando de futuro, de sostenibilidad, de oportunidades de crecimiento e incluso de preocupación por sus empleados.

Entiendo que no soy ningún experto en administración y dirección de empresas, al igual que comprendo que en una entidad de semejante tamaño, es normal que se den ciertos ajustes y reestructuraciones con el paso del tiempo. Puedo llegar a entender, incluso, que la ética quede totalmente fuera del terreno de los negocios (tal y como pasa en este caso), pero si es así, y esto es una opinión estrictamente personal, agradecería que por lo menos no se intentaran dulcificar los hechos con eufemismos. La realidad es que Activision, una de las editoras más en forma de la industria que más dinero genera en el mundo del entretenimiento, se ha deshecho en menos de dos años de más de 1.400 empleados. Puede que el videojuego sea cultura, pero desde luego también es esto, y no huele muy bien.

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