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Maurice y Robin fallecieron

La soledad de Barry Gibb, el �ltimo 'Bee Gee': "No puedo soportar ver a mis hermanos"

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Barry Gibb, en una imagen de 2012.
Barry Gibb, en una imagen de 2012. GTRES

En la mayor�a de las fotos cl�sicas de Bee Gees, sobre todo las de la era triunfal de Saturday Night Fever a finales de los 70, Barry Gibb es el que, como el Jero de Los Chichos, suele aparecer en el medio del tr�o. Era el m�s alto de los hermanos y el que mostraba mayor esplendor capilar: melena leonina, barba frondosa setentera, dentadura resplandeciente como el n�car. De los tres, tambi�n, es el �nico que sigue vivo: Maurice Gibb, distinguible por su barba y su incipiente alopecia, falleci� prematuramente en 2003, a causa de un infarto, y Robin, el hermano lampi�o, se fue en 2012 debido a una serie de c�nceres incurables.

Eso ha dejado a Barry Gibb, en gran medida, solo. La historia de Bee Gees era, b�sicamente, el �xito derivado del entendimiento y el trabajo en equipo entre los tres hermanos, tanto cuando empezaron en el �mbito del pop adolescente en la d�cada de los 60 como cuando reventaron las listas de todo el mundo en su exploraci�n de la m�sica disco unos a�os despu�s. Saturday Night Fever (1977) se cuenta como uno de los discos m�s vendidos y distinguibles de todos los tiempos -en la lista oficial figura en el s�ptimo puesto, con 40 millones de copias despachadas en todo el mundo-, y aunque tras aquella cima del estilo y la melod�a memorable nunca hubo otro disco tan rotundo y perfecto en la cuenta de Bee Gees, en realidad ya no hab�a nada m�s que demostrar: aquello no fue fruto de la casualidad, sino de la inspiraci�n puesta al servicio del talento y el oficio. Maurice, Robin y Barry se entend�an perfectamente.

Cuando muri� Maurice Gibb, lleg� en gran medida el final de Bee Gees. No hab�a sustituto posible, y tras el adi�s de Robin, Barry Gibb no hizo m�s que profundizar en la depresi�n que arrastraba. Hasta que finalmente decidi� levantarse de la cama, hacer el esfuerzo de volver a componer y grabar m�sica -con la ayuda de sus hijos-, y regresar con un nuevo disco en solitario en 2016. Aquel trabajo, In the now, publicado 15 a�os despu�s del �ltimo disco conjunto de Bee Gees -y la primera producci�n en solitario de la que se encargaba Gibb desde 1984-, pas� de puntillas por la actualidad musical, pero sirvi� para que se volviera a enganchar a la m�sica a sus 70 a�os. Ahora, prepara otro nuevo �lbum que se lanzar� a lo largo de 2021, Greenfields: Gibb Brothers Songbook, vol. 1, en el que recuperar� varios de los grandes �xitos de la toda la carrera de Bee Gees con la participaci�n de cantantes invitados, la mayor�a del �mbito del country, como Keith Urban, Sheryl Crow, Gillian Welch o Dolly Parton.

Los Bee Gees, en una imagen de 2001.
Los Bee Gees, en una imagen de 2001.GTRES

A ra�z del anuncio del disco y del lanzamiento del primer single, Words of a Fool, Barry Gibb ha vuelto a dar entrevistas, y en unas declaraciones al programa de televisi�n norteamericano CBS Sunday Morning ha explicado en qu� momento de su vida se encuentra. Y el resumen es que, sin la compa��a y el apoyo de sus hermanos, se sigue sintiendo muy solo y desasistido. "Ha sido muy duro volver a hacer m�sica", explica. "Siempre hab�amos estado juntos, haciendo todo juntos". En la misma entrevista, Gibb recordaba c�mo fue perder a su primer hermano. "No sab�a a d�nde ir ni qu� hacer. As� que decid� encerrarme".

La idea del confinamiento, que para mucha gente ha sido una novedad en este pasado 2020, ven�a siendo la norma para Barry Gibb desde hac�a casi dos d�cadas. Como una especie de J.D. Salinger del pop, el artista prefiri� quedarse en su casa, como tambi�n lo hizo en su d�a Camilo Sesto, sobrellevar la tristeza -doblemente agravada tras el fallecimiento de Robin-, negando la realidad de haberse quedado solo. Hace pocas semanas, se estren� el documental Bee Gees: How can you mend a broken heart, (en Espa�a disponible en Amazon y Movistar+) que repasaba la mete�rica carrera del tr�o, y Barry confiesa no haberlo visto. Tampoco tiene la intenci�n futura de echarle un vistazo. "No lo he visto porque no puedo soportar ver a mis hermanos. Me produce mucho dolor ver a mi familia. �Qui�n podr�a? Creo que es normal no querer ver a un hermano que se ha ido. No quiero volver a recuperar ese dolor".

A la vez, ha confesado que necesita el cari�o de la gente, otro tipo de amor, un suced�neo que fue el que le llev� a volver a grabar m�sica y que, si la autoridad pertinente lo permite y la pandemia retrocede, incluso podr�a volverle a llevar a dar conciertos a sus 74 a�os. "Si la gente quiere que lo haga, vive Dios que me sentir� honrado de hacerlo". Explica que ha aprendido a vivir con el dolor de la p�rdida, a aprender de ese dolor, y que a pesar del sabor amargo de la experiencia, eso le ha servido para vivir. Pero siempre evitando recuperar los recuerdos tristes.

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