Girona | Montilivi: La mejor medicina a los males del Girona

Montilivi: La mejor medicina a los males del Girona

El Girona regresa el sábado a Montilivi, donde confía mantener los números estelares de toda la temporada y minimizar la racha de cinco derrotas consecutivas fuera de casa

Pablo Torre se apunta al tramo decisivo

Los jugadores del Girona celebran el gol decisivo de Stuani ante el Betis

Los jugadores del Girona celebran el gol decisivo de Stuani ante el Betis / Aniol Resclosa

Marc Brugués

El retorcimiento en el Metropolitano contra el Atlético de Madrid de la última jornada (3-1) confirmó que el Girona ha cambiado la etiqueta de visitante temible por la de bicoca para los equipos locales. Lo confirma la racha de cinco derrotas en las cinco últimas salidas (Madrid, Athletic Club, Mallorca, Getafe y Atlético), que iguala la peor serie del club a Primera División.

Un cero de quince a domicilio que contrasta con el veintisiete de treinta y tres (ocho victorias y tres empates en once partidos) que había sumado el equipo hasta entonces y, sobre todo, con la fortaleza del equipo como local. Montilivi es la zona de confort de un Girona que tiene el estadio como la mejor medicina a los males con que vuelve de fuera.

Tanto es así, que durante esta serie de cinco derrotas consecutivas a domicilio, los de Míchel se han mostrado casi infalibles en el estadio, donde han logrado cuatro victorias (Betis, Osasuna, Rayo Vallecano y Sevilla) y un empate (Real Sociedad). Es decir, el Girona se ha convertido en cuestión de dos meses en un tipo de Doctor Jekyll y Mister Hyde que cambia de versión cuando juega en casa y cuando lo hace fuera.

El sábado, el Girona vuelve a la zona de confort con la visita de un Cádiz necessitadíssimo que vendrá con el agua en el cuello y la necesidad de sumar para mantenerse vivo en la lucha por la salvación. Si nos aferramos a la dinámica de los de Míchel, la lógica dice que no habría de haber color; aun así, en fútbol dos y dos no son cuatro y de peores se han visto.

En este sentido, el que sí que tiene que ser un plus para los gerundenses es "la presión buena" de que habla siempre Míchel. El técnico siempre recuerda que la desazón o la presión de competir por un objetivo como el que tienen, que es entrar en la Champions League, no tienen ni punto de comparación con el de cuando se lucha para evitar el descenso, como es el caso del Cádiz.

Con sesenta y cinco puntos y ocho de ventaja respecto al quinto, los gerundenses son conscientes de que tienen que asegurar partidos como el del sábado para mirar de acercarse a la cifra de setenta y dos o setenta y tres que puede dar el billete a la Champions League.

EL CÁDIZ NO HA GANADO FUERA

Si el Girona va como un tiro en Montilivi, al rival de sábado, el Cádiz, le cuesta Dios y ayuda puntuar a domicilio. De hecho, el conjunto andaluz todavía no ha ganado ningún partido lejos del Nuevo Mirandilla esta temporada.

El balance del equipo que entrena ahora el argentino Mauricio Pellegrino tan solo ha sumado seis empates en las quince salidas que ha hecho hasta ahora. El resto de partidos, nueve, se cuentan por derrotas. Con Pellegrino, que relevó Sergio González al cargo hace unos meses, el equipo ha perdido fuera a Pamplona (2-0) y Anoeta (0-0) y ha empatado en Vallecas (1-1) y Villarreal (1-1).

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