Murió Débora Di Véroli, la arquitecta de Cabo Corrientes
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      Murió Débora Di Véroli, la arquitecta de Cabo Corrientes

      Proyectó y construyó en Mar del Plata, Miramar, CABA y GBA. Solo en “La Feliz”, más de 200.000 m2 llevan su firma.

      Murió Débora Di Véroli, la arquitecta de Cabo CorrientesDébora Di Véroli murió a los 96 años

      Una vida llena de sacrificios y satisfacciones fue la de Débora Iaroslavschi de Di Véroli, desde el 30 de marzo de 1926, cuando nació, hasta el fin de semana pasado, que murió antes de cumplir sus 97.

      Graduada en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires en 1953, fue una de las primeras mujeres arquitectas que consiguió el título de planificadora urbana y regional en la Argentina.

      La carrera le costó como le costaron sus primeros años de vida. Vino de Rumania con su familia, escapando de la pobreza, la guerra y los movimientos totalitarios. Primero viajó su padre con su hermano mayor, luego llegaron su madre, otro hermano y ella.

      Edificio Mirador Cabo Corrientes, Mar del PlataEdificio Mirador Cabo Corrientes, Mar del Plata

      En su libro “Arquitecta Débora Di Véroli. Vida, obra y Reflexiones” detalló la travesía para salir de Bucarest hasta llegar al puerto en Cherburgo. “Nos trajo un barco de la Royal Mail, el Alcántara. Viajamos en tren, atravesamos Polonia, Alemania y Francia. Para ese momento, Alemania era nazi. El viaje fue interesante porque íbamos en tercera clase, terrible. Allí abajo todos estaban enfermos".

      A pesar de nunca haber hecho un viaje en barco, aseguró que con su hermano la pasaron "bárbaro". Una de las anécdotas que recordó fue que iban "al salón comedor y nos sentábamos a largas mesas vacías solo para nosotros. Los mozos, que eran ingleses, se doblaban de risa y nos traían mucha comida que devorábamos agradecidos. En el barco vimos a los primeros argentinos: dos o tres tipos tomando mate”.

      Al llegar a Argentina, el reencuentro la shockeó: “no fue fácil encontrarme con mi padre que, luego de todos esos años, se había transformado en un viejito. Yo esperaba ver al papá que recordaba apenas y del que mi madre me había hablado para que no olvidara”.

      Buenos Aires – Paraná, ida y vuelta

      A los pocos días de estar en el país, la familia se mudó a Entre Ríos. En su relato, recordó una casa chorizo, el trato más que riguroso de su padre con su hermano mayor y lo que le costó la escuela primaria, al principio. "

      Tenía 10 años cuando llegué a Paraná y me anotaron en el colegio inmediatamente. A pesar de que en Europa había completado cuarto grado y hablaba francés y alemán, entré en primer grado inferior porque no sabía una palabra de español. Pero en tres años logré estar en quinto grado”.

      El fin de la escuela primaria preanunciaba la separación de sus padres. “Mi mamá resolvió que teníamos que venir a Buenos Aires y durante esos años seguí visitando a mi papá en Paraná. En el Liceo 1 tuve un muy buen desempeño. Pero igualmente la vida era dura. Mamá estaba enferma muy seguido y yo tenía que cuidarla”, siguió en su anecdotario.

      Débora Di Véroli se casó al terminar su primer año de facultad y al poco tiempo nacieron Claudio y FabioDébora Di Véroli se casó al terminar su primer año de facultad y al poco tiempo nacieron Claudio y Fabio

      Apenas terminó el Liceo, ingresó en la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UBA. “Prematuramente y a escondidas, empecé un noviazgo con un tano buen mozo que, luego de algún tiempo y no sin gran oposición, entró a la casa. ¡Me casé al terminar el primer año de la facultad! Al poco tiempo nacieron mis hijos, Claudio y Fabio", describió.

      "A mi marido le encantaba mi profesión. Toda la gente de la familia se preguntaba cómo me había permitido ir a la universidad. Él me acompañó en todo el proceso de la facultad, que no fue fácil, ya que por las aulas corrían el machismo y el antisemitismo. En esa época, era poco común que una mujer estudiara y, mucho menos, arquitectura. Además, yo estaba casada y dos veces embarazada... un horror”.

      Para lavar culpas y evitar que la familia política la criticase, Di Véroli relató que cuando estaba en su casa se la pasaba tejiendo batitas, cosiendo mantelitos, haciendo tortas de noche y atendiendo la casa para que no se notara que faltaba “la mano femenina".

      Di Véroli con sus hijos en Atlántida, UruguayDi Véroli con sus hijos en Atlántida, Uruguay

       Se atribuyó “una velocidad supersónica para la cocina, para la costura, para todo. También, para proyectar y para dibujar planos. Tenía fantasías con las obras las veía mi cerebro, en tres dimensiones, antes de dibujarlas. A veces, llevaba los planos a las obras y no los miraba porque los recordaba de memoria. Era como si tuviera una maqueta metida en el cerebro”.

      Grandes cambios

      Montó su primer estudio en un rinconcito del pequeño departamento de recién casada que compartía con su marido contador. La prosperidad del trabajo permitió que armara su propio espacio, primero en el departamento contiguo y luego en una oficina en la esquina de Libertad y Lavalle, “donde el estudio creció, creció y creció, teníamos varios empleados y fue en ese estudio donde hicimos concursos con los arquitectos Mario Roberto Álvarez y Leonardo Kopiloff”. A los 38 años, se separó de su marido.

      En sus casi 100 años de vida y más de 70 de profesión, Di Véroli trabajó en el Plan Regulador de la actual CABA. En los´70, proyectó y construyó los primeros hipermercados de Buenos Aires de las cadenas Satélite, Gran Tía y Todo.

      Casa Rotschild (1954), Buenos AiresCasa Rotschild (1954), Buenos Aires

      Proyectó y dirigió más de 60 edificios de propiedad horizontal en CABA, Mar del Plata y Miramar. Solo en “la feliz” hay más de 200.000 m2 que llevan su firma. Entre ellos, los del edificio Mirador Cabo Corrientes. También proyectó casas en CABA y Zona Norte del GBA.

      Obtuvo varios premios, con los arquitectos Mario Roberto Álvarez y Domingo Raffo, en concursos para el Banco Hipotecario Nacional y la remodelación del Hospital Fiorito de Avellaneda

      “El estudio de la calle Lavalle fue como un trampolín para alquilar el siguiente en el edificio de 25 de Mayo entre Viamonte y Tucumán. En esa misma oficina habíamos armado una constructora, que se llamaba Focolar Sociedad Anónima, y una empresa para las inversiones, llamada Carrasco. Con el tiempo, la constructora tuvo maquinarias, andamios y todo tipo de equipos”, rememoró en su libro.

      Supermercado Satélite, Buenos AiresSupermercado Satélite, Buenos Aires

      Focolar no construyó para otras empresas, solo para las obras “chicas” de Di Véroli, incluidos algunos supermercados y galerías. “En Mar del Plata, la constructora era la de Domingo Fiorentini. Con él, hice muchísimos edificios. El complejo de Cabo Corrientes fue la última obra proyectada y dirigida para él y fue, hasta entonces, el edificio más grande en Mar del Plata”.

      Pionera

      En su libro, Di Véroli describió varias de sus obras y su vínculo con los constructores y desarrolladores de los ´70 y ´80. “Además, iniciamos algunas tipologías que después fueron estándar en la costa.

      Yo les hacía proyectos de departamentos de 1 y 2 ambientes con baño y kitchenette, que permitían que el precio fuera muy bajo. Inauguré el multifaz para que el baño, en lugar de medir 1.50 x 2.20, se resolviera con un lavatorio, un inodoro, el artefacto ese y el angulito qué servía de conducto de ventilación", detalló.

      Edificios Eiffel VIII y IX (1960-65), Mar del PlataEdificios Eiffel VIII y IX (1960-65), Mar del Plata

      En sus palabras: "Fue un negoción, se vendían ni bien se terminaron de pintar… una locura. Todo era tan rápido en ese momento que no había manera de darse vuelta y reflexionar sobre la vida”.

      En sus últimos años, Di Véroli se dedicó a investigar la problemática del hábitat en la tercera edad. Escribió libros y dio clases sobre el tema. Fue codirectora del Centro de Investigación y Asesoramiento sobre el Hábitat Gerontológico de la Sociedad Central de Arquitectos (CIAG), organizó congresos y promovió la maestría en Servicios de Gerontología de la Universidad Isalud.

      Anteproyecto para una casa de internación e investigación para personas con Alzheimer (1996)Anteproyecto para una casa de internación e investigación para personas con Alzheimer (1996)

      El balance de mi vida y obra es positivo. Me sorprende aún la posibilidad de este sobrevuelo: me ilusiona la oportunidad de despertar el interés y la curiosidad de los eventuales lectores acerca de mi vida y mi obra, que siempre consideré modestas y corrientes”, evaluó.

      “Estoy segura de que el mayor logro de toda mi vida es mi familia: mis hijos y mis nietos”, agregó y concluyó: “si este libro fuera leído por jóvenes deseosos de conocer mi trayectoria, espero que sirvan de ejemplo el esfuerzo y el valor de la profesionalidad con que ejercí en una época en lo que todo era especialmente difícil para las mujeres”.

      Perspectiva general del edificio Mirador Cabo Corrientes (1970), Mar del PlataPerspectiva general del edificio Mirador Cabo Corrientes (1970), Mar del Plata


      Sobre la firma

      Lorena Obiol