Actualizado el domingo, 6 marzo, 2022

Los archivos secretos del Vaticano

Se cuela en el imaginario popular rodeado de un aura de misterio casi legendario, acrecentado por la influencia del cine y la literatura de las últimas décadas que rescatan esa zona tan exclusiva y reservada de los Museos Vaticanos para crear todo tipo de historias de intriga y ocultismo con las que han despertado la curiosidad del público entorno a este mágico lugar, los Archivos Secretos del Vaticano.

Origen de los Archivos Vaticanos

El Archivo Secreto del Vaticano nace como tal durante el papado de Paolo V, el 31 de enero de 1612, con la función de conservar aquellos documentos como registros, facturas y libros de la Cámara Apostólica, etc que hasta el momento se habían conservado en Avignone, a la espera de encontrar un lugar más adecuado que bautizarán con el nombre latino de Secretum, que significa privado, y no “secreto” como algo desconocido al público, como lo entendemos hoy, una ambigüedad que seguramente ha favorecido a la creación de esa imagen un poco enigmática de este lugar.

Dónde está el archivo secreto Vaticano

El Archivo Secreto del Vaticano fue construido podríamos decir en el corazón del Vaticano ya que se encuentra justo en las entrañas del mismo, en un bunker al norte de la Basílica de San Pedro, bajo el Patio del Belvedere o Patio de la Pigna, en la parte inicial del recorrido de los Museos Vaticanos.

Cómo es el archivo secreto Vaticano

El bunker que protege los Archivos Secretos del Vaticano está realizado en hormigón armado y consta de dos niveles con una capacidad de  31.000 m³, unos 85 km lineales de estanterías, dividida en 600 secciones.

Un vasto depósito del que sólo el Papa tiene la máxima jurisdicción, no obstante estos archivos están a disposición de consulta y estudio a todo investigador que lo solicite debidamente sin distinción de nacionalidad o credo. En el archivo se recogen documentos por un arco temporal que va desde el siglo VIII hasta el siglo XX. El bunker está dividido en distintos ambientes:

Salas de estudio existen un total de 4 dotadas del mobiliario necesario para el estudio que se pone a disposición de los investigadores. Una sala para consultar los documentos originales, Sala Leone XIII; dos habitaciones para consultar material impreso y ver reproducciones digitales de documentos; y una última para consultar inventarios y otras herramientas de investigación. Además en las salas de consulta existen áreas reservadas destinadas a conferencias y reuniones, e incluso una zona de refrigerio y descanso.

Depósitos son salas dotadas de una temperatura constante y de humedad controlada donde se conservan los documentos de naturaleza más frágiles, como los antiguos pergaminos, un total de 81, que forman el núcleo documental del archivo. En estas habitaciones también se conservan paquetes, carpetas, de especial valor.

Piano Nobile es el punto de unión entre el bunker subterráneo y la primera planta del Palacio Apostólico de Pio IV, cerca de la biblioteca que conecta con la Capilla Sixtina.

Sale Chigiane son como una prolongación de los Archivos Secretos, donde se conservan la correspondencia diplomática de la Santa Sede con gobernantes, príncipes, obispos y prelados.

Torre de los Vientos es la última parte de los archivos y nace como observatorio astronómico, donde se encuentran el famoso Salón del Reloj del Sol y la Sala Hall decoradas con preciosos frescos.

Todo complejo que constituye los Archivos Secretos del Vaticano se encuentra protegido por un anillo de aislamiento y está dotado de conductos de termo-ventilación, instalación anti-incendio, luces de emergencia e incluso busca-personas.

¿Se puede visitar el Archivo Secreto Vaticano?

Sí, pero solo en el contexto de una investigación científica bien acreditada y tras pasar un intenso proceso previo de peticiones y autorizaciones. Lógicamente la posibilidad de acceso dependen del peso de nuestro trabajo, de las recomendaciones y del nivel al que queramos acceder dentro de los archivos. Como visitante curioso general, por desgracia no podrás acceder ni se exponen los documentos más importantes.