• Debutó en el FC Barcelona con 17 años.
  • Fue el mejor regateador de Europa en la temporada 2017-18.

Tras el momento de mayor esplendor de la historia de la Selección Española (ya saben, un Mundial y dos Eurocopas), la Selección se atascó en el juego que la hizo campeona. De forma similar a lo que le ocurrió (y ocurre) al FC Barcelona, el fútbol evolucionó y el Tikitaka quedó lento al lado de un nuevo sistema en el que ese fútbol de calidad ha sumado el físico. Ya no hay que elegir entre una cosa y la otra. Francia ha mostrado el camino, igual que en clubes lo han hecho el Liverpool o el Bayern de Munich.

España necesita reformarse y Luis Enrique ha regresado de su baja con una auténtica revolución de caras nuevas y jóvenes en donde prima la calidad, pero también la velocidad explosiva. Podríamos hablar de Ansu Fati, el joven que, si todo va bien, debería adueñarse de la banda izquierda de España por muchos años. Sin embargo, en el partido contra Portugal al fin debutó el que podría adueñarse del flanco derecho. Se llama Adama Traoré Diarra y, como Fati, procede irónicamente de la fábrica del toque, de la Masía.

Hijo de padres malienses llegados a Barcelona en los ochenta, Adama nació el 25 de enero de 1996 en L'Hospitalet de Barcelona. Su físico y sus cualidades innatas hicieron que llegara a La Masía con solo ocho años. Jugando siempre en categorías más grandes que las que le correspondían por edad, y siendo un destacada en cada una de ellas, Adama parecía ser la nueva joya de La Masía. Debutó con el primer equipo en La Liga, contra el Granada y sustituyendo nada menos que a Neymar. Era el 23 de noviembre de 2013 y Adama Traoré tenía solo 17 años y 9 meses.

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Sin embargo, ya sabemos lo "bien" que se ha manejado a la cantera blaugrana estos últimos años y, tras el descenso del filial a Segunda B en 2015 y todavía sin hueco fijo en el primer equipo, el FC Barcelona vendió por 10 millones de euros a Traoré. Así llegó a la Premier League, concretamente al Aston Villa, un equipo de renombre en horas bajas. Al final de esa temporada, el equipo descendería y Traoré pasaría a jugar en el Middlesbrough FC.

Fue en ese momento donde dejó atrás el cuerpo de delgado adolescente y, sin perder velocidad, alcanzó un físico más propio del rugby que del fútbol. El extremo explotó ese 2016, jugó 40 partidos, dio 12 asistencias y anotó 5 goles. Al siguiente años, en la temporada 17-18, se convirtió en el mejor regateador de Europa según las estadísticas con un 70% de efectividad sobre nada menos que 194 intentos. El segundo, para que nos hagamos una idea, era Hazard (sí, en esa época en la que no estaba siempre en la enfermería de Valdebebas).

Sin embargo, Traoré se ha convertido en uno de los jugadores más destacados de la Premier League a raíz de su fichaje en 2018 por el Wolverhampton Wanderers F.C. (Wolverhampton para los amigos). Con contrato hasta 2023 y titular indiscutible de un equipo con posibilidades de jugar en Europa, Traoré anotó su primer gol en la UEFA Europa League en 2019. Desde entonces, ha dejado su nombre en el marcador en partidos contra gigantes como el Manchester City o el Tottenham y, previo paso por la Selección, no nos extrañaría que tardara poco y nada en saltar a un grande.

Pero el físico de Traoré no es como el de Ansu Fati, al menos no como el Ansu Fati de 17 años (esperemos a ver). Traoré le da una potencia a la Selección que no tenía, y todo ello en un jugador hábil, de regate y veloz. Parece una pieza clave en eso que esperamos que consiga Luis Enrique, lo mismo que logró cambiar para volver a hacer campeón al FC Barcelona, un equipo de ataque que sumó velocidad a la combinación. Os dejamos con alguna de las mejores carreras de Traoré, más que una bala, un misil.