De Marilyn a De Niro: las grandes estrellas que pasaron por el 'Actors Studio'

Adolescente díscolo que fue expulsado de varios colegios, Marlon Brando llegó a Nueva York desde su Nebraska natal dispuesto a comerse el mundo. Si primero estudió en 'The New School' fue el 'Actor's Studio' el que formó a una de las grandes leyendas de la interpretación del pasado siglo. 'Un tranvía llamado deseo' (1951), 'La ley del silencio'(1954), 'El Padrino' (1972) o 'Apocalipse Now' (1979) fueron aún más grandes con él de protagonista.

El protagonista de 'Malas Calles' llegó al 'Actor's Studio' por consejo de un amigo, que le recomendó tomar clases de interpretación para superar su dislexia. Keitel descubrió que la interpretación también podía ser una buena forma de ganarse la vida. Descubierto para el cine por Martin Scorsese, su carrera incluye títulos tan notables como 'Thelma y Louise' (1991) o 'Reservoir Dogs' (1992).

Expulsado de un reformatorio y miembro de los Marines, a un jovencísimo Steve McQueen le dio por convertirse en actor y estudiar en la escuela de Strasberg. Sus comienzos en los teatros de Broadway acabaron llevándole hasta el cine, donde se convirtió en todo un icono de estilo y saber estar en cintas como 'La Gran Evasión' (1963) o 'Bullit' (1968) o 'La huida' (1972).

Durante los primeros años 60, un joven bajito llamado Dustin Lee Hoffman se pateó las calles de Nueva York en busca de cualquier trabajo mientras conseguía pequeños papeles en el teatro. El 'Actor's Studio' acabaría cambiando su vida y, gracias a ello, conseguiría su primer gran papel en el cine: el de ese 'Graduado' (1967) al que ponían banda sonora Simon y Garfunkel.

Mito entre mitos, la introspección de sus trabajos en 'Rebelde sin Causa' (1955) o 'Gigante' (1956) le convirtió en un magnífico embajador de la escuela, donde fue captado por uno de sus fundadores, el Elia Kazan que lo convertiría en protagonista de su primera película, 'Al este del Edén'. Su temprana muerte con apenas 24 años y su imagen efébica y frágil, opuesta a los galanes rudos y con bigotito de antaño, aquellos del estilo de Robert Taylor, lo convirtieron en uno de los grandes iconos del siglo XX.

A los diez años interpretaba al león cobarde en una representación infantil de 'El mago de Oz' y a los dieciséis abandonaba el instituto para perseguir su sueño de ser actor, que también incluyó el paso por el 'Actor's Studio'. Actor fetiche de Scorsese y personalidad gigantesca de la pantalla, resumir su carrera en unos pocos títulos es tarea imposible. 'Taxi Driver' (1976), 'Toro Salvaje' (1980) o 'Uno de los nuestros' (1990) son solo algunos destellos de su genio.

De perfil griego y guapo hasta decir basta, Newman ingresó en la escuela tras servir en la Armada estadounidense. El resultado fue una carrera impecable en la que es difícil elegir entre títulos tan notables como 'La gata sobre el tejado de zinc' (1958), 'El buscavidas' (1961), 'El golpe' (1973) o 'Camino a la perdición' (2002).

Otra de las actrices que compartieron plató y escuela interpretativa con James Dean (fue la coprotagonista de 'Al este del Edén'), Harris ya era toda una joven veterana de Broadway cuando fue admitida en el 'Actor's Studio'. Su trabajo en películas como 'The Haunting' (1963) o 'Reflejos en un ojo dorado' (1967) estaban muy por encima de la media de las actrices de su época.

Víctima por antonomasia en clásicos como 'Un lugar en el sol' (1951), 'La noche del cazador' (1955) o 'Lolita' (1962), en los inicios de su carrera algún lumbreras de los estudios trató de encaminarla hacia personajes de seductora 'femme fatale'. Afortunadamente, Strasberg y los suyos la convirtieron en una de esas actrices de magnetismo indudable a pesar de la debilidad de muchos de sus personajes.

Cuando la rubia 'sex symbol' por antonomasia se cansó de serlo, a mediados de los 50, se mudó a Nueva York e ingresó en el 'Actor's Studio', en el que le impartió clase el mismísimo Lee Strasberg. El resultado de aquellas lecciones fue una actriz consumada, tal y como demostraron 'Bus Stop' (1956) o ese tristísimo y genial canto del cisne del 'star system' llamado 'Vidas rebeldes (1961).

Amigo de Dustin Hoffman desde que ambos coincidiesen en la escuela 'Pasadena Playhouse' de Los Angeles, también fue la escuela neoyorkina la que encaminó a este gigante de la interpretación con vocación tardía, ya que empezó a actuar una vez pasados los 30 años de edad. Títulos como 'French Connection' (1971) o 'Sin Perdón' (1992) son los mejores testimonios de su grandeza.

La madre de Dean en 'Al este del Edén' fue esta mujer de mirada poderosa cuya carrera despegó en Broadway y que, en la gran pantalla, casi siempre se hizo cargo de personajes que tenían mucha más edad que la suya. Fue Kazan, su mentor en la escuela, el que le dio algunos de sus mejores personajes. El de la matriarca de 'Río Salvaje' (1960) fue uno de ellos.

Los DiCaprio de nuestros días deben mucho a una de las miradas más poderosas de la historia del cine. Desde 'Río Rojo' (1948) pasando por 'La heredera' (1949), 'Un lugar en el sol' (1951) o 'Río Salvaje' (1960), los seres torturados, atractivos e introspectivos que Montgomery Clift encarnó fueron un magnífico ejemplo de las enseñanzas del 'Actor's Studio'. Todos esos personajes convivieron, en lo personal, con una homosexualidad mal llevada y la odisea de drogas y alcohol que se lo acabó llevando demasiado pronto.

Nacido en Nueva York, era natural que el padre de Angelina Jolie enfocase sus estudios en la famosa escuela de la Gran Manzana. Nadie como él para encarnar la desidia y la frustración de la ciudad de los rascacielos en una joya como 'Cowboy de medianoche' (1969), la primera cinta clasificada para adultos que ganó el Oscar a la mejor película.

Nadie pensaría que, durante su juventud, cuando fumaba marihuana y era un díscolo chico del Bronx, Al Pacino fue rechazado por el 'Actor's Studio'. Eso fue lo que lo llevó a matricularse en el 'HB Studio', donde pasó cuatro años hasta que, finalmente, pasó a estudiar en la famosa escuela y fue uno de los alumnos más brillantes de Lee Strasberg. La mejor prueba son títulos como 'El Padrino' (1972), 'Serpico' (1973) o 'Scarface' (1983). Su Tony Montana todavía causa estragos en la cinefilia más joven.

La 'Carrie' de Brian de Palma decidió matricularse en el 'Actor's Studio' poco después de que su hermano Robbie muriese con apenas 18 años. Aquella tragedia marcó su vida y la convirtió en una notable actriz que, a lo largo de más de cuatro décadas, ha protagonizado clásicos modernos como 'Malas Tierras' (1973) o 'Desaparecido' (1982).

Actor juvenil en 'Rebelde sin Causa', sus conflictos con el director Henry Hathaway lo alejaron durante un buen tiempo de Hollywood. Fotógrafo durante esos años, no fue hasta que dirigió y protagonizó 'Easy Rider' (1969), cinta fundacional del nuevo cine norteamericano, cuando la ciudad de las estrellas volvió a fijarse en él. Antes, ya había pasado por la escuela y las enseñanzas de Lee Strasberg, que marcarían su vida profesional.