Monkey Man (2024), de Dev Patel

Kid acude a un local de peleas clandestinas, donde lucha con la cara oculta bajo una careta de mono. Al tiempo, comienza a trabajar como camarero en Los Reyes, un burdel de lujo donde se reúnen mafiosos y policías corruptos. Con ayuda del narcotraficante Alphonso encontrará allí a un tipo al que persigue desde hace tiempo…

Debut como realizador de largometrajes –tras dos cortos– de Dev Patel, estrella de títulos como Slumdog Millionaire y Lion, que también interpreta al protagonista. Sabe colocar bien la cámara en sitios imaginativos, por lo que podría tener un sólido futuro en esta nueva faceta. La estrella ha construido un sórdido thriller de venganza, sin esconder que ha tomado como referencia a John Wick, pues cita a este título en una escena, y además, el protagonista adopta un perro, como el famoso personaje de Keanu Reeves. Se distancia de aquélla en que utiliza planos típicos de Bollywood y recursos narrativos de las películas indias, y también en que recurre a una violencia más descarnada, sus excesos sangrientos alejan esta cinta del común de los espectadores.

El actor aprovecha a tope su enorme presencia frente a la cámara, logrando que el espectador esté con su personaje, pese a que dosifica los datos sobre él, dejando cualquier explicación de su comportamiento y sus motivaciones para flashbacks que ofrece con cuentagotas. Se le da bien dar instrucciones a sus compañeros actores, pues del resto del reparto se debe citar a Pitobash, que consigue dar un poco de desahogo cómico a través de Alphonso –su bromista personaje–, Sikandar Kher –el sádico jefe de policía– y Sharlto Copley –dueño del local de lucha–. Al poner el acento en la acción, quedan muy diluidas sus denuncias de las desigualdades en la India, y además también pretende romper una lanza por los transexuales en el país, aunque se nota que sólo se apunta a esta causa por oportunismo.