Mientras el Real Madrid se dejaba media Liga en el Camp Nou tras la derrota ante el Barça (2-1) y ponía en entredicho de nuevo la continuidad de Carlo Ancelotti al frente del equipo la temporada que viene (la Champions dictará sentencia posiblemente), uno de los candidatos que ha sonado con fuerza para sustituirle, Xabi Alonso, ponía patas arriba la Bundesliga con la victoria de su equipo, el Bayer Leverkusen ante el Bayern de Múnich (2-1), remontando Exequiel Palacios con doblete de penalti el tanto inicial de Kimmich y sacando a los bávaros del liderato de la Bundesliga en favor del Borussia de Dortmund. Todo un golpe teniendo en cuenta que el próximo 1 de abril se enfrentan primero y segundo.
En su primer partido contra su antiguo club, en el que además se retiró como futbolista, Xabi salió victorioso y el ex jugador merengue sigue curtiéndose y va acumulando méritos poco a poco para ocupar un día el banquillo blanco. Es, junto al eterno aspirante Mauricio Pochettino, el mejor posicionado. Sólo existen dudas por su teórica falta de experiencia en un banquillo grande, pero su trayectoria en Alemania está convenciendo cada vez a más escépticos.
Alonso ha transformado al Leverkusen. Se hizo cargo del conjunto alemán en octubre, clasificado en la penúltima posición de la tabla con sólo un triunfo en ocho partidos, muy lejos de los puestos europeos y eliminado de la Copa alemana por un Tercera, el Elversberg (4-3). Desde entonces, y pese a un pequeño tramo inicial de dudas, consiguió arrancar la máquina y ha ido armando un equipo interesante y reconocible, con un estilo de juego muy propio y que está dando sus frutos. 17 encuentros del campeonato doméstico después, con 10 victorias, 2 empates y cinco derrotas, le han colocado en el octavo lugar de la tabla, a sólo tres puntos de los puestos que dan derecho a jugar en Europa. Quién lo iba a decir el otoño pasado...
Además, el vasco tiene a los suyos en los cuartos de final de la Europa League. Procedente de la Champions, donde logró empatar con Atlético y Brujas para asegurarse entrar en la segunda competición, eliminó en esta última a Mónaco y Ferencvaros en dieciseisavos y octavos. Ahora se las verá con una de de las sorpresas de este torneo, el Union Saint-Gilloise.
La mano de Xabi Alonso en el Leverkusen se ha notado tanto en defensa como en ataque. El tolosarra incide mucho en la intensidad en los duelos, en la presión alta arriba, en la importancia de los carrileros para el fútbol ofensivo, en la salida de balón con los pies desde el portero y en intentar dominar la pelota. Todo sin renunciar a saber defender cuando toca hacerlo y a contragolpear si es necesario. Se trata de un estilo de juego muy completo. Una forma de jugar que en el Santiago Bernabéu puede convencer.
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