WHERE’S HUDDLES?
5/10
Where’s Huddles? fue la tercera serie de Hanna-Barbera dirigida a público adulto. Eso sí, es preciso matizar que, en la televisión estadounidense de los 60 y 70, ‘para adultos’ quería decir que no estaba especialmente dirigida a niños, porque no hay nada aquí que sea inapropiado para público infantil. En fin, es la clásica propuesta para todas las edades que las cadenas en abiertos de Estados Unidos han ofrecido desde su nacimiento.
La particularidad es que se trató de una serie animada en prime time, iniciativa estrenada por Hanna-Barbera con la exitosa Los Picapiedra (1960), que duró seis temporadas. El estudio decidió entonces lo que habría decidido cualquier otro: repetir la experiencia. En 1961 estrenó en horario de máxima audiencia Don Gato, que no pasó de una temporada; en 1962 Los Supersónicos, que tampoco fue renovada para una segunda temporada; y en 1964 Las aventuras de Jonny Quest, que no corrió mejor suerte. Adviertes el patrón, ¿verdad? En efecto, Los Picapiedra se mantuvo como la excepción hasta que llegó Los Simpson en 1989.
Sin embargo, Hanna-Barbera no abandonó definitivamente la idea de crear animación para adultos, de modo que cuando en 1970 la cadena CBS buscó un sustituto veraniego para su serie The Glen Campbell Goodtime Hour, la compañía de William Hanna y Joseph Barbera ofreció Where’s Huddles?, cuyos diez episodios se emitieron del 1 de julio al 2 de septiembre. No tuvo éxito, no fue renovada, y ahí acabó su andadura.
En este caso, es del todo comprensible la poco entusiasta acogida, porque los personajes principales apenas si poseen interés, el humor es inofensivo y poco inspirado y las situaciones se habían ya visto multitud de veces en ‘sitcoms’ anteriores. Y claro, como el fuerte de Hanna-Barbera no era la animación sofisticada, la serie tenía muy poco que ofrecer. Todo da la sensación de ya visto y hasta los personajes parecen versiones recicladas de la filmografía del estudio -incluso el perro, Fumbles, es un calco de Patán, el can de Los autos locos-. Claro que para reciclaje, el de la animación de los partidos de fútbol americano, que recurrían una y otra vez a las mismas secuencias.
Al menos, Where’s Huddles? incluye un personaje secundario negro, que es el más razonable y sensato de todos, y un vecino, Claude Pertwee, cuya orientación sexual es ambigua, aunque no es aventurado afirmar que su homosexualidad es implícitamente apuntada en varios capítulos: por ejemplo, cuando se tumba en un colchón al que cae otro hombre o cuando los guionistas favorecen un enredo que acaba con un médico pidiéndole una cita. No se atrevieron a dar el paso de manera explícita -hubiera sido asombroso a principios de los 70-, pero algo es algo.
A pesar del enésimo fracaso, Hanna-Barbera no se dio por vencido, así que dos años después estrenó Wait Till Your Father Gets Home, que por lo menos llegó a las tres temporadas.
