Walt Disney. Biografía

Walt Disney

A pesar de los esfuerzos de sus bi�grafos, un fondo de leyenda sigue a�n planeando sobre la figura de Walt Disney (1901-1966). Un repetido rumor asegura que Disney era un emigrante europeo, probablemente espa�ol, que lleg� a los Estados Unidos y que, m�s tarde, por temor a suspicacias, false� su origen. Tambi�n han sido mitificadas las circunstancias de su muerte: muchos creyeron que Disney hab�a sido congelado con modernas t�cnicas de hibernaci�n.


Walt Disney

Según esta leyenda, su cuerpo a�n permanecer�a as� con las constantes vitales suspendidas, a la espera de un futuro en que pudiese despertar y nuevos procedimientos quir�rgicos reparasen su salud. Pero la prosaica realidad es que el cad�ver Disney fue incinerado por deseo de sus familiares. No ha de extra�ar, sin embargo, toda esta mezcla de realidad y fantas�a alrededor de quien pas� a la historia de la cultura occidental como uno de los m�s prol�ficos, contradictorios e influyentes cultivadores de la imaginaci�n infantil.

Walter Elias Disney naci� el 5 de diciembre de 1901 en Chicago, Illinois. Cuarto de los cinco hijos que tuvieron Elias y Flora Disney, su infancia transcurri� entre apuros econ�micos y bajo la severidad de su padre, carpintero de profesi�n, que prob� suerte en toda clase de negocios sin que nunca consiguiera mejorar su maltrecha econom�a. Eternamente menospreciado por su padre, Walt creci� muy unido a su madre, una antigua maestra descendiente de alemanes, y a su hermano Roy, ocho a�os mayor que �l.

En 1906, Elias Disney decidi� empezar una nueva vida en una granja cerca del peque�o pueblo de Marceline, Missouri, donde Walt descubri� la naturaleza y los animales. Tambi�n entonces naci� su inter�s por el dibujo, que comparti� con su hermana peque�a, Ruth. Elias Disney hac�a trabajar tan duro a sus hijos en el mantenimiento de la granja que los dos mayores, Herbert y Raymond, decidieron dejar el hogar para instalarse por su cuenta otra vez en Chicago.

Los dif�ciles comienzos

La precaria situaci�n en que qued� la familia con la marcha de los dos j�venes empeor� en el invierno de 1909, cuando el padre contrajo fiebres tifoideas y la enfermedad le oblig� a vender la granja y a trasladarse a Kansas City, Missouri, donde encontr� un empleo como repartidor de peri�dicos, tarea en la que Roy y Walt le ayudaban. Ello supuso un menor rendimiento del peque�o Walt en la escuela, donde nunca fue un alumno aventajado. Pasados un par de a�os, Walt, que ocasionalmente ganaba alg�n dinero vendiendo sus caricaturas, se matricul� en el Instituto de Arte de Kansas City, donde aprendi� las primeras nociones sobre la t�cnica del dibujo. En aquellos a�os de su adolescencia descubri� el cine, un invento que le apasion� desde el primer momento.


Durante la guerra fue conductor de ambulancias
(el dibujo en la lona es del propio Disney)

En 1917, cinco a�os despu�s de que Roy Disney abandonara tambi�n el hogar paterno, Elias Disney se traslad� con su mujer y sus dos hijos peque�os de nuevo a Chicago, donde prob� suerte montando una peque�a f�brica de mermelada. En la primavera de 1918, Walt, con s�lo diecisiete a�os, falsific� su partida de nacimiento y se enrol� como soldado en la Cruz Roja para combatir en la Primera Guerra Mundial. Lleg� a Europa cuando ya hab�a paz, pero estuvo destinado en Francia y Alemania hasta septiembre de 1919. Una vez licenciado, se fue a vivir con su hermano Roy a Kansas City, donde busc� empleo como dibujante.

Su sue�o era convertirse en un artista del Kansas City Star, el diario que hab�a repartido en su infancia, pero encontr� trabajo como aprendiz en una agencia de publicidad, la Pesmen-Rubin Commercial Art Studio. Con un sueldo de 50 d�lares al mes, en aquel empleo conoci� a Ub Iwerks, un joven de su misma edad y excepcionalmente dotado para el dibujo, con el que entabl� amistad. Cuando los dos se quedaron sin trabajo montaron su propia compa��a, la Iwerks-Disney Commercial Artists. La empresa dur� apenas un mes, ya que Walt prefiri� aceptar un empleo seguro, aunque convenci� a sus nuevos jefes para que contrataran a Iwerks. En aquel trabajo ambos aprendieron las t�cnicas, todav�a muy rudimentarias, de la animaci�n cinematogr�fica.


El incansable Walt Disney en plena labor

Inquieto e innovador por naturaleza, Disney pidi� una c�mara prestada y mont� un modest�simo estudio en el garaje de su casa, en el que con la ayuda de Iwerks y trabajando por las noches, produjeron su primera pel�cula de dibujos animados. El filme tuvo aceptaci�n y consiguieron nuevos encargos hasta que Disney, que todav�a no hab�a cumplido los veinti�n a�os de edad, convenci� a Iwerks para que volvieran a probar suerte como empresarios con una compa��a a la que llamaron Laugh-O-Gram Films. Con una producci�n basada en cuentos tradicionales, las cosas les fueron bien hasta que la quiebra de su principal cliente los arrastr� tambi�n a la bancarrota.

A Hollywood

En 1923, despu�s de intentar in�tilmente remontar el bache, Disney emigr� a Hollywood. La floreciente industria cinematogr�fica hab�a convertido a Hollywood en una tierra de promisi�n. Disney crey� que con su experiencia como c�mara obtendr�a trabajo de director, pero ning�n estudio quiso contar con sus servicios, por lo que decidi� volver a montar su propia empresa con su hermano Roy como socio. El 16 de octubre de 1923, la Disney Brothers Studio firm� su primer contrato importante, pero todav�a insuficiente para hacer frente a sus dificultades financieras. Ya entonces, Walt puso de manifiesto lo que despu�s ser�a una constante en su compa��a: que era capaz de recurrir a cualquier estratagema para sacar el negocio adelante. En 1924, Ubbe Iwerks se uni� a ellos y Walt pudo dejar de trabajar como animador para dedicarse al �rea para la que siempre estuvo m�s capacitado: la creaci�n de personajes y argumentos y la direcci�n.


Walt Disney (al fondo) con un equipo de dibujantes

El 13 de julio de 1925, tres meses despu�s de que su hermano Roy se casara, Disney contrajo matrimonio con Lillian Bounds, una joven empleada de su estudio, con la que tuvo dos hijas: Diane Marie, nacida el 18 de diciembre de 1933 cuando el matrimonio ya descartaba que pudieran tener descendencia, y Sharon Mae, a la que adoptaron en 1936. En la primavera de 1926, y despu�s de haber tenido que cambiar de local porque la compa��a crec�a, los dos hermanos cambiaron el nombre de su empresa, que pas� a llamarse Walt Disney Studio. Pero el estudio sufri� un importante rev�s cuando su principal cliente se qued� con los derechos del conejo Oswald, un personaje creado por Disney que hab�a protagonizado diversos cortometrajes.

El triunfo del rat�n Mickey

Con la determinaci�n de eliminar en lo sucesivo los intermediarios, Disney concibi� (durante un viaje en tren de Hollywood a Nueva York) a Mortimer, un ratoncito rebautizado luego con el nombre de Mickey por sugerencia de su esposa y al que Iwerks dio forma. As� lo cont� Disney, pero, en realidad, la paternidad de Mickey Mouse ha sido siempre motivo de pol�mica, y actualmente tiende a atribuirse el propio Iwerks. En octubre de 1928, cuando Disney buscaba distribuidor para las dos pel�culas que hab�a producido con Mickey Mouse como protagonista, se proyect� el primer filme del cine sonoro. Adelant�ndose a otros productores que creyeron pasajera aquella innovaci�n, Walt se apresur� a incorporar el sonido a una tercera pel�cula de Mickey, Willie en el barco de vapor (1928). Buen imitador de voces y acentos, Disney hizo que el ratoncillo y su novia, Minnie, hablaran con su propia voz para abaratar costes. La pel�cula, estrenada el 18 de noviembre de 1928 en un teatro de Nueva York, obtuvo un rotundo �xito de p�blico y cr�tica.


Fotograma de Willie en el barco de vapor (1928)

En 1929, con su excepcional sexto sentido para los negocios, autoriz� que varias compa��as reprodujeran en sus productos la imagen de Mickey Mouse, al que incorporaron guantes y zapatos blancos para evitar que manos y pies desaparecieran sobre fondos oscuros. El 13 de enero de 1930 empez� a publicarse una vi�eta del popular personaje (con Disney como guionista e Iwerks como dibujante) en varios peri�dicos de Estados Unidos, y ese mismo a�o se edit� un libro de dibujos de Mickey que fue reeditado en numerosas ocasiones.

Adicto al trabajo, para el que robaba muchas horas de sue�o, Disney tuvo una seria crisis de salud que le oblig�, a finales de 1931 y cuando el club de Mickey Mouse ya ten�a un mill�n de miembros, a tomarse unas largas vacaciones con su esposa. De vuelta a Hollywood, se apunt� a un club deportivo donde practicaba boxeo, calistenia, lucha libre y golf. Poco despu�s descubri� la h�pica y, finalmente, el polo, del que fue un fan�tico durante el resto de su vida. Una afici�n que cultiv� con tanta pasi�n como su fascinaci�n por los trenes y las miniaturas.

Con Mickey Mouse como buque insignia de una compa��a en alza, Disney crey� que no deb�a dormirse en los laureles ni aburrirse haciendo s�lo pel�culas del famoso ratoncillo, que en 1932 le supuso el primero de los Oscar que recibir�a durante su carrera. Respaldado por un equipo de excelentes dibujantes e ilustradores, despleg� todo su esp�ritu creativo en la primera serie de sus Sinfon�as tontas (1932). Realizados en technicolor, los diversos cortometrajes que compon�an esta producci�n significaron en su �poca un experimento sobre el uso expresivo del color. En noviembre de aquel mismo a�o, el estudio Disney se convirti� en el primero que tuvo su propia escuela de dibujantes y animadores.


Disney en una imagen tomada en 1940

Un a�o m�s tarde, el 27 de mayo de 1933, estren� la sinfon�a tonta que hac�a el n�mero treinta y seis y que iba a tener un �xito inesperado: Los tres cerditos. Sin pretenderlo, su famos�sima canci�n �Qui�n teme al lobo feroz? se convirti� en un canto de esperanza para millones de norteamericanos que intentaban no ser devorados en la vida real por la Gran Depresi�n. En 1934, cuando su estudio contaba con 187 personas, naci� el pato Donald, un personaje de car�cter irascible y perverso, que vino a sumarse a los perros Pluto y Goofy.

Los largometrajes

Cuando ya se hab�a hecho un nombre en la industria de Hollywood, Walt Disney emprendi� una iniciativa arriesgada y sin precedentes: producir el primer largometraje de dibujos animados de la historia del cine. Blancanieves y los siete enanitos (1937) demostr� no s�lo que Disney y su equipo eran unos virtuosos de la animaci�n, sino que los dibujos animados pod�an ser todo un g�nero cinematogr�fico. La pel�cula recaud� cuatro millones de d�lares, todo un r�cord para la �poca, pero dej� endeudado a Disney hasta 1961 por culpa de la amortizaci�n de los cr�ditos que tuvo que pedir, ya que el presupuesto inicial de 500.000 d�lares de la pel�cula hab�a acabado triplic�ndose.


Blancanieves y los siete enanitos (1937)

En Blancanieves y los siete enanitos se utiliz� por primera vez la c�mara multiplano, capaz de sugerir profundidad de campo gracias a un ingenioso sistema de superposici�n de cinco l�minas filmadas en un mismo plano para simular lejan�a, y un nuevo sistema de technicolor. La pel�cula fue el primer ejemplo de que el cine de animaci�n de la escuela Disney ten�a un s�lido procedimiento narrativo, en el que los personajes humanos eran descritos a partir de la �mirada� de los animales humanizados o de los seres fant�sticos. Tambi�n qued� patente en el filme el gusto de Disney por lo tenebroso y su estilo de sugerir m�s que de mostrar abiertamente el terror.

La d�cada de los cuarenta fue un per�odo de gran actividad en la Disney, caracterizado tanto por la consolidaci�n del estilo iniciado con Blancanieves y los siete enanitos como por la contradicci�n que Walt sent�a entre su tendencia art�stica a la innovaci�n y al riesgo y la necesidad de atender a un mercado nada dado a las novedades y los experimentos. Reflejo de ello fue la tibia respuesta del p�blico a las siguientes pel�culas salidas de su �factor�a� de sue�os. Pinocho (1940), traslación del célebre libro de Carlo Collodi, fue elogiada como una de las piezas maestras del cine de animaci�n por los cr�ticos; se invirtieron en ella 2.600.000 d�lares, y fue un desastre comercial.

Lo mismo sucedi� con Fantas�a (1940), que cost� 2.300.000 d�lares. En ella dibujantes y animadores combinaron las evoluciones de los personajes de dibujos animados con la m�sica de Stravinski, Dukas, Beethoven, Ravel, Bach o Tchaikovsky. Considerada una obra maestra por unos y una insultante caricatura de la m�sica cl�sica por otros, Fantas�a no fue la �obra total� que Walt Disney hab�a imaginado y deseado. Estos fracasos comerciales abrieron una importante brecha econ�mica en la empresa, paliada poco despu�s por los �xitos consecutivos de Dumbo (1941) y Bambi (1942).


Fantasía (1940)

Despu�s del sketch sobre La danza de las horas, de Amilcare Ponchielli, que codirigi� con Norman Ferguson en Fantas�a utilizando el seud�nimo de T. Hee, Walt Disney abandon� el campo de la realizaci�n para dedicarse casi en exclusividad a la tarea de dirigir el incipiente imperio cinematogr�fico en el que se hab�a convertido la empresa que tan modestamente hab�a iniciado quince a�os antes. El 6 de mayo de 1940 finaliz� la construcci�n de sus nuevos estudios en Burbank, que le granjearon el sobrenombre de �Mago de Burbank�.

Dise�ados por �l mismo con el objetivo de facilitar el trabajo de sus empleados, aquellos estudios contaban con veinte grandes edificios, separados por calles a las que se les puso el nombre de sus personajes. La plantilla de la empresa rondaba los 2.000 empleados, a los que Disney exig�a un alto nivel de creatividad y producci�n a cambio de salarios muy bajos, aunque nunca repar� en gastos a la hora de hacer sus pel�culas y siempre llev� personalmente una vida privada sin lujos ni ostentaciones.

Anticomunista furibundo

El 10 de noviembre de 1940 empez� a colaborar con el FBI, despu�s de que el entonces director de la agencia federal de investigaci�n, J. Edgar Hoover, hubiera intentado en varias ocasiones reclutar al productor cinematogr�fico como agente para que le facilitase cualquier informaci�n o detalle sobre la presencia de elementos subversivos (comunistas, sindicalistas o anarquistas) en Hollywood. Sin embargo, los primeros devaneos pol�ticos de Disney tuvieron un cariz m�s progresista y se remontaban a 1938, cuando se adhiri� a la Society of Independent Motion Picture Producers, asociaci�n de productores y cineastas independientes opuestos al dominio absoluto de los grandes estudios de Hollywood. Desde aquel grupo, que contaba con figuras como Orson Welles o Charlie Chaplin, Disney fue derivando hacia un ideario pr�ximo al partido nazi norteamericano y a un sentimiento fuertemente antimarxista.

En 1941, un sindicato de ilustradores reci�n creado en su compa��a amenaz� al �Mago de Burbank� con ir a la huelga en demanda de mejores salarios. Disney pretendi� evitar personalmente el conflicto dirigiendo un discurso a sus empleados, pero �stos, para estupor suyo, ya que conceb�a la empresa como una gran familia, no le dejaron pasar de las primeras frases. El 29 de mayo de aquel a�o, los estudios Disney quedaron casi paralizados por una huelga en la que participaron la mayor�a de los trabajadores y que dur� todo un a�o. El conflicto se sald� cuando la empresa acept� que los trabajadores pudieran elegir libremente su sindicato, incluido el izquierdista Screen Cartoonists Guild.


Walt Disney en 1941

Los acuerdos que llevaron al final de la huelga fueron firmados por Roy Disney, ya que Walt se encontraba de viaje por diversos pa�ses de Sudam�rica. De aquel largo viaje salieron varias pel�culas destinadas b�sicamente al p�blico latinoamericano. Entre ellas, Saludos, amigos (1943) y Los tres caballeros (1945), en las que combin� dibujos animados y actores de carne y hueso. En 1943, buena parte de sus mejores dibujantes le abandonaron para fundar la UPA (United Productions of America), donde nacer�a, entre otros, el miope personaje de Mister Magoo.

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, en la que Disney hab�a accedido a filmar para el gobierno estadounidense pel�culas propagand�sticas, dej� la presidencia de su compa��a, cedi�ndole el cargo a su hermano Roy, pero s�lo mantuvo unos meses aquella decisi�n y a finales de 1945 volvi� a ocupar el sill�n presidencial. Nada m�s volver, despidi� a m�s de 400 empleados, asegurando que la empresa pasaba por una crisis y ten�a que cumplir el acuerdo concertado con la Screen Cartoonists Guild de conceder el aumento salarial del 25% a los dibujantes.

Reafirmado en su antimarxismo y colaborador del FBI hasta su muerte, Disney se comprometi� a abortar todo elemento que atentara contra la naci�n norteamericana en la reuni�n celebrada el 24 y el 25 de noviembre de 1947 en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, que culmin� con la llamada Declaraci�n Waldorf, en la que muchos productores cinematogr�ficos se comprometieron a colaborar con la Comisi�n de Actividades Antiamericanas en la �caza de brujas�.

En agosto de 1948 hizo un viaje con su hija Sharon para filmar im�genes en Alaska, y con el material realiz� la serie de cortos titulados Aventuras de la vida real. Su hermano Roy se opuso al proyecto (para entonces estaban ya tan distanciados que s�lo se ve�an despu�s de pedir cita a sus respectivas secretarias) y augur� un incierto destino a este tipo de documentales. Se equivoc�, ya que el primero de ellos, titulado La isla de las focas (1948), no s�lo result� rentable, sino que fue premiado con un Oscar en la categor�a de cortometrajes.

Pr�cticamente finalizada la d�cada de los cuarenta, Disney recibi� una interesante propuesta de Howard Hughes: un cr�dito sin intereses de un mill�n de d�lares a cambio de su ayuda en un terreno (el sector cinematogr�fico) que el multimillonario tejano no conoc�a y en el que quer�a invertir. Con aquel dinero, Disney puso en marcha 18 nuevos proyectos, entre ellos Cenicienta (1950), Alicia en el pa�s de las maravillas (1951) y Peter Pan (1953). Tras una costos�sima incursi�n en el cine futurista con 20.000 leguas de viaje submarino (1954), volvi� a proyectos m�s baratos y que sintonizaran con el orgullo de ser norteamericano.

Para entonces, su compa��a ya no era la reina de los dibujos animados. La Warner Brothers empezaba a hacerle una seria competencia con la estrella de su serie Looney Tunes, Bugs Bunny. Aquel conejo era el contrapunto del c�ndido, apol�tico y asexuado Mickey Mouse, que a principios de los a�os cincuenta vivi� sus momentos m�s bajos de popularidad, aunque sigui� siendo el personaje preferido de Disney y el emblema de su imperio.

Disneylandia

En 1953, despu�s de ganar un nuevo Oscar al mejor documental con El desierto viviente, inici� conversaciones con la cadena televisiva ABC para ceder la emisi�n de sus pel�culas al nuevo invento. A diferencia de otros productores de Hollywood, que la consideraban una amenaza, Disney crey� que la televisi�n era un excelente medio de difundir sus productos. Un a�o despu�s inici� la realizaci�n de filmes espec�ficamente para televisi�n, la parte de su producci�n art�stica m�s denostada por los cr�ticos. Cr�ticas que tambi�n le llover�an a�os despu�s con Mary Poppins (1964), su primer largometraje con s�lo actores reales. Pero a Disney no le importaron, porque esas pel�culas le daban el dinero que necesitaba para hacer realidad un proyecto que acariciaba desde hac�a tiempo: construir un enorme parque de atracciones basado en sus personajes.


Disney y Von Braun (1954)

Adicto al trabajo y perfeccionista, el productor cinematogr�fico dise�� hasta el �ltimo detalle de Disneyland, que abri� sus puertas el 17 de julio de 1955 en Anaheim, California. Este parque, con una extensi�n de 120 hect�reas, cost� 17 millones de d�lares, y Main Street USA, su calle principal por donde transitaban cientos de actores disfrazados de personajes, recreaba a la perfecci�n la calle mayor de Marceline, el pueblo donde vivi� su infancia Disney, que aquel verano de 1955 ya era abuelo del primero de los diez nietos que tuvo.

Multimillonario y galardonado con veintinueve Oscars, en la d�cada de los sesenta se hab�a consolidado como uno de los personajes m�s conocidos y queridos de todo el mundo, pero su salud flaqueaba, y todo su imperio entr� en una lucha por la sucesi�n. Fumador empedernido y aficionado al alcohol, muri� el 15 de diciembre de 1966 en Los �ngeles, California, v�ctima de un c�ncer de pulm�n, despu�s de haber supervisado los esbozos de Disney World, parque tem�tico al estilo de Disneyland pero m�s enfocado hacia los adultos, que abrir�a sus puertas en 1971 en Orlando, Florida (en 1983, la compa��a inaugur� en Jap�n el Tokio Disneyland y en 1992 abri� sus puertas el Euro Disney de Par�s).

El �Mago de Burbank� hab�a fallecido sin llegar a ver terminado El libro de la selva (1967), la segunda pel�cula m�s comercial de Disney desde los tiempos de Blancanieves y que dirigi� Wolfgang Reitherman, quien asumi� la producci�n de los largos de animaci�n disneyanos hasta 1981. Despu�s de a�os de mucha producci�n y pocos �xitos destacables, los estudios Disney volvieron a ser los reyes del g�nero de dibujos animados con La bella y la bestia (1991), Aladdin (1992) y El Rey Le�n (1994). Con el fallecimiento de Disney, entraba en la leyenda uno de los nombres fundamentales de la cultura popular del siglo XX. Con variada fortuna, tratar�an de sustituirle figuras tan dispares como su hermano Roy O. Disney, su sobrino Roy E. Disney y su yerno Ron Miller. Pero s�lo el productor ejecutivo Michael Eisner demostr� ser un digno sucesor suyo.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].