La familia. Esas personas. “No podrías vivir sin ellos pero a la vez es difícil pasar muchos días con tu padres, cuñados, primos y demás”, asegura el cineasta Éric Lavaine que aporta precisamente su visión sobre ello en su nueva película Vuelta a casa de mi hija, que se estrena este miércoles en cines.
Se trata de la secuela de la exitosa Vuelta a casa de mi madre (2016). Esta vez es Josiane Balasko, en el papel de Jacqueline, quien aterriza en casa de su hija mayor, Carole (Mathilde Seigner). Las obras en su casa se están alargando más de lo que esperaba y se ve obligada a mudarse con ella y su yerno, que se encuentran en plena terapia de pareja. A ambos la rutina se les torcerá un poco y lo que iban a ser unos pocos días se acaba convirtiendo en meses.
El cineasta Éric Lavaine se inspiró en una experiencia propia para su nueva película
“La idea de la trama me la dio precisamente mi madre”, confiesa Lavaine en una entrevista a La Vanguardia. “Nos sucedió una historia parecida a la que ocurre en la película. Resulta que mi madre tenía que hacer obras en el cuarto de baño y me pidió si podía venir dos días a casa. Por supuesto la acogí, aunque la experiencia se acabó alargando un mes. Y puedo decirte que cuando tu madre viene a vivir contigo, los años cuentan el triple”, asegura.
“Obviamente, nada de lo que vivimos nosotros fue tan extremo como en el filme, pero sí que pensamos ambos que podía ser una buena idea para aprovechar y crear esta segunda parte”, añade y, a su vez, reconoce que “esta película le ha resultado más simpática que la anterior, con la que se sintió un poco ofendida al sentirse identificada con el personaje. Eso es porque ella es totalmente inexperta en Internet y se vio un poco reflejada cuando el personaje no sabía apenas ni encender el ordenador. Esta vez me he esforzado en recordarle que es ficción”.
Las actrices Mathilde Seigner y Josiane Balasko en el filme 'Vuelta a casa de mi hija'
Lavaine confiesa que tenía muy claro que en su próxima película quería trabajar de nuevo con Josiane Balasko, Mathilde Seigner y con el resto del elenco. “La sola idea de estar con ellos en el set es lo que me acabó de convencer para sacar la cinta adelante”. Eso sí, reconoce, “en un primer momento pensé en Alexandra Lamy como protagonista, aunque pronto vimos tanto ella como yo de que eso no tenía sentido. Ella misma me lo dijo, ya que su presencia podía hacer que la película fuera una repetición de la anterior. Así que reflexioné esto y pensé en que sería tal vez más interesante que la madre conviviera con su hija menos predilecta. Y así lo hice”.
El personaje que encarna Mathilde, explica el cineasta, “vive celosa de su hermana. Para ella, es la hija perfecta y su madre no hace más que recordárselo a cada minuto. Por ello, el tenerla en casa resulta cuanto menos complicado, pues esto no le es fácil de gestionar. Tampoco ayuda que cada dos por tres intente cambiarle el orden de su casa o que se apropie de la televisión o que se inmiscuya en su relación de pareja”.
Fotograma de 'Vuelta a casa de mi hija'
La familia es algo de lo que no puedes prescindir
El director francés insiste en que, como toda película e historia, esta también tiene su propia moraleja. “Es cierto que es una comedia ligera pensada para hacer reír al público. Pero tiene su mensaje, que no es otro que saber que la familia es algo de lo que no puedes prescindir. Y aunque haya a veces cuentas que arreglar, no sirven de nada los reproches ni culpabilizar a nadie, siempre que no sea un asunto grave, claro está”.
Pese a la pandemia y cómo esta ha afectado a la industria del cine, Lavaine asegura tener varios proyectos para este 2022, entre los que destaca la segunda parte de Barbacoa de amigos (2014).