Vinicius acaba expulsado en Mestalla tras protagonizar una nueva polémica por insultos racistas

Vinicius volvió a ser protagonista, esta vez en Mestalla, en un partido de LaLiga. El delantero brasileño paró el encuentro en los instantes finales para recriminar a unos aficionados por sus comentarios racistas. El árbitro detuvo el partido casi 10 minutos y las fuerzas de seguridad los echaron del campo, mientras la discusión seguía sobre el césped. Según la SER, el Valencia expulsará de por vida a los aficionados identificados. Minutos más tarde, tras un enfrentamiento donde llegó a la manos con Hugo Duro, el delantero blanco vio la tarjeta roja tras la revisión del VAR.

El brasileño cerró ayer su jornada con un duro comunicado en Instagram: «No era la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es lo normal en La Liga. La competición lo considera normal, la Federación también y los rivales lo fomentan. Lo lamento mucho... Una hermosa nación, que me acogió y a la que amo, pero que ha aceptado exportar al mundo la imagen de un país racista. Lo siento por los españoles que no estén de acuerdo, pero hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas». 

Comunicado de Vinicius: "España es un país racista"

Todo empezó cuando el brasileño encaraba a su defensor y, al mismo tiempo, un segundo balón se encontraba dentro del área. El valencianista Comert buscó despejar el esférico y acabó golpeando al que llevaba Vinicius pegado a los pies. De Burgos Bengoetxea señaló falta fuera del área para resolver la situación. 

En los momentos previos al saque de falta, se produjo el lanzamiento de objetos desde la grada situada detrás de la portería del Valencia, instantes previos de que Vinicius se acercara a la grada alzando la voz. «Ese, ese», gritó el brasileño señalando a un aficionado, de quien había recibido insultos racistas a lo largo del partido. Se formó un tumulto de jugadores frente a la valla publicitaria y Vinicius se dirigió directamente al colegiado para denunciar lo sucedido. De Burgos Bengoetxea trasladó a Rubén Baraja y al delegado del campo lo sucedido. 

Mientras tanto, Vinicius amenazó con irse del partido, sin embargo, tras un charla con Carlo Ancelotti, decidió continuar. El colegiado decidió parar el encuentro durante más de ocho minutos y, a través de la megafonía del estadio che, se pidió los aficionados locales que se abstuvieran de lanzar objetos al césped y de cualquier tipo de insultos. 

Expulsado por agresión

Pasados unos minutos y ya en el tiempo añadido, Musha se quedó con el balón para impedir que el Madrid pudiera sacar rápidamente un saque de esquina. Los futbolistas del Madrid, encabezados por Vinicius, reclamaron la acción y se enzarzaron con los del Valencia. Hugo Duro y Vinicius se engancharon. El brasileño le propinó un manotazo al valencianista en medio de la trifulca y el VAR precisó revisar la acción. Burgos Bengoetxea terminó expulsándolo pese a las quejas de la plantilla blanca.

Lejos de acabarse la tanga, la pelea siguió camino del túnel de vestuarios. El delantero dedicó un gesto al banquillo y la afición che, mandándolos a Segunda, haciendo un dos con la mano, que acabó de encender el ambiente. 

El Madridismo, en bloque con Vinicius

«El premio que los racistas ganaron fue mi expulsión», escribió posteriormente el brasileño en su cuenta de Instagram, donde acabó su mensaje con el lema que usa habitualmente la Liga que preside Javier Tebas. «No es fútbol, es LaLiga», ha sentenciado Vinicius quien cuando iba camino del autobús del Madrid negó disculparse por su gesto en el que enviaba a Segunda División al Valencia.

Después de los hechos, el primero en salir a defender a su pupilo fue Carlo Ancelotti. «Él no quería continuar, le he dicho que no me parece justo que se fuera porque no es el culpable, es la víctima, y ha seguido. Y además le sacan una roja sin sentido porque no es una agresión», denunció el técnico. «Tenemos un problema. Para mí, Vinicius es el jugador más importante del mundo. LaLiga tiene un problema, estos episodios de racismo tienen que parar el partido», añadió el entrenador blanco. 

Apoyo de sus compañeros

«El aficionado que ha señalado Vinicius le estaba haciendo gestos de mono», relató, por su parte, Lucas Vázquez. «Si Vini hubiera querido parar, yo hubiera bajado con él al vestuario», reconoció también Courtois después del encuentro. «Algún día tenéis que poner una cámara enfocando a esa gente, lo que dicen es una locura. El fútbol se ha convertido en ir al estadio a insultar y no a animar. Si él dice que se va, me voy con él, esto no se puede tolerar», añadió el portero del Madrid.

«No es nada nuevo», reafirmó Ceballos. «A Vinicius se le falta el respeto en todos los campos de España. Deberíamos cuidarle, es un baluarte de nuestra Liga y de nuestro club». n