�Cuidado, terrano! Aviso de spoilers: La siguiente cr�tica contiene detalles del argumento, la narrativa y la estructura de la pel�cula. Recuerda que Thanos sigue demandando nuestro silencio.
"La locura es el origen de las haza�as de todos los h�roes". Hace m�s de 11 a�os, Marvel inici� uno de los proyectos m�s ambiciosos jam�s vistos en la industria cinematogr�fica actual. Cuando se estren� Iron Man en 2008 bajo la direcci�n de Jon Favreau y la omnipresente figura de Kevin Feige -presidente y m�ximo responsable de Marvel Studios desde 2007-, muchos dudaban de su �xito. S�, funcionar�a en taquilla, pero ser�a complicado adaptar la ambros�a existente en los innumerables c�mics y productos de La casa de las ideas. �Pel�culas basadas en el Capit�n Am�rica? �En Thor? �Una nueva de Hulk? �Y una centrada en Los Vengadores? Sin embargo, funcion�. El p�blico compr� la idea, apoy� el formato y estreno tras estreno, las cintas de Marvel cambiaron por completo el concepto de pel�cula taquillera, cincelando el panorama cinematogr�fico del g�nero de los superh�roes hasta tal punto que a d�a de hoy �nicamente compiten en solitario en esa liga.
Vengadores: Endgame es la culminaci�n a 22 pel�culas que han tocado y transportado a millones de espectadores de todo el mundo a los m�s variados mundos, universos y realidades. Daba igual que hubieses le�do o no un c�mic previamente. Poco importaba que tuvieses conocimiento de lo que hab�a sucedido en esa serie limitada o de si eras m�s de Iron Man en Civil War. La m�xima sobre la que siempre se ha construido esta improbable Torre de Babel f�lmica era la de acoger a todos los aficionados a los superh�roes bajo un mismo techo, sin reparar en si eran m�s listos, versados o frikis. No era una tarea sencilla, tampoco grata desde el punto de vista de los productores y guionistas, pero como en la �pica literaria, lo m�s complicado cuaj�.
La nueva pel�cula de Joe y Anthony Russo viene precedida por una de las campa�as medi�ticas m�s grandes que se recuerdan en la historia del cine, as� como por el propio legado de la saga a la que viene a poner broche final. Vengadores: Endgame ha batido r�cords, incluso aquellos marcados por pel�culas anteriores de Marvel, colapsando servicios de preventa de entradas, saturando redes inquebrantables como YouTube y consiguiendo que casi todos los habitantes de este planeta se sientan atra�dos casi sin remedio a un viaje de tres horas en el que se narran las �ltimas aventuras de muchos de los h�roes, villanos, hero�nas y aliados que han estado acompa��ndonos en las salas durante m�s de una d�cada.
La historia m�s grande jam�s contada
Hab�a algo de gesta en Vengadores: Infinity War (2018). El guion escrito a cuatro manos por Christopher Markus y Stephen McFeely funcionaba como un engranaje, dando espacio a m�ltiples realidades, personajes y grupos de h�roes, todos y cada uno de ellos con su propia voz y personalidad. El denominado en su d�a como �el mayor crossover de la historia�, consegu�a unir en una misma cinta a la pl�tora de h�roes de Marvel sin que nadie se sintiese olvidado, desplazado o silenciado. Y lo que a efectos pr�cticos es m�s complicado: sin que nadie se sintiese excesivamente abrumado o perdido. Aquella cinta, que nos anunciaba el principio del fin del diab�lico plan de Thanos, serv�a como colof�n a la saga de las Gemas del Infinito y terminaba con uno de los momentos m�s tr�gicos y dram�ticos jam�s narrados en un blockbuster de este calado o formato. El gran desvanecimiento, la desaparici�n de millones de seres en todo el universo tras el chasquido de dedos del tit�n loco, dejaba un panorama tr�gico en el horizonte y un gran vac�o en el coraz�n del espectador.
Comenzar una nueva pel�cula con esa premisa o escenario es dif�cil, sobre todo cuando tenemos en cuenta la estructura de Marvel y Disney y los malabares que se deben hacer a la hora de planificar estrenos, distribuir tr�ilers e im�genes de las producciones que vienen o promocionar lo que est� a punto de llegar. Ese sentimiento, ese halo de tristeza, puede acabar siendo engullido por el viento a las primeras de cambio. Los primeros v�deos promocionales de Endgame jugaban inteligentemente con este escenario postapocal�ptico y desarraigado: cueste lo que cueste. Quiz�s, y solo quiz�s, esto haya acabado jugando a la contra de la pel�cula, que aunque pretende ser emotiva, pronto se pierde en los vicios inherentes y recalcitrantes de las anteriores pel�culas de la saga. No tiene que ser algo malo. De hecho, no lo es. Pero s� podr�amos entender que muchos la consideren una peque�a gran oportunidad desperdiciada o como una entrega menos brillante que algunas de sus predecesoras.
Deshacer el entuerto de Infinity War era algo que iba a suceder s� o s�, pero tras meses de teor�as y comentarios vertidos por la comunidad de aficionados alrededor del globo, quiz�s podr�amos decir que este improbable diorama de personalidades de Marvel se merec�a m�s. No obstante, si algo ha demostrado Feige y su legi�n de directores, guionistas y productores, es que siempre han estado dispuestos a experimentar con f�rmulas, ideas arriesgadas y formatos imposibles. �Qui�n iba a esperar que Guardianes de la Galaxia iba a ser un �xito? �Qui�n nos iba a decir hace unos a�os que Doctor Extra�o iba a tener su propio film? Su riesgo ha tenido recompensa, tanta que otras compa��as han intentado replicar la misma receta enarbolada por la compa��a de Mickey Mouse sin �xito o victorias p�rricas.
Por eso los primeros minutos de Endgame funcionan tan bien y marcan un hito sin precedentes dentro del universo cinematogr�fico. Los hermanos Russo exploran de una manera �ntima, dura y conmovedora el llamado s�ndrome del superviviente, aquella condici�n mental que trastorna a los que son capaces de sobrevivir a un evento traum�tico cuando los dem�s no lo han logrado. La pena y la culpa han arraigado en lo m�s profundo de aquellos que sobrevivieron al desvanecimiento. Cada personaje carga con su propia culpa y lidia con su ira, su confusi�n y desarraigo. No, no alcanza las cotas de excelencia del guion de Damond Lindelof en The Leftovers para HBO, pero s� es cierto que captura parte de ese tono oscuro, melanc�lico, propio de los n�ufragos que no saben hacer una vez su nave se ha hundido ante sus ojos. El plan urdido para acabar con Thanos y revertir su genocidio, como si estuvi�semos hablando de una versi�n trastornada de Moby Dick con un Ahab encarnado por Tony Stark (Robert Downey Jr.) y una ballena blanca personificada en el dictador morado, es una verdadera genialidad a nivel narrativo. La pel�cula, cuando juega en este escenario y recapitula de forma deliberadamente gris y acompasada todo lo asimilado durante los tristes eventos ocurridos en el film anterior, marca los mejores momentos de toda la saga parida por Marvel. Es inevitable recordar las conexiones con las visiones de Stark desde que atraves� aquel agujero de gusano en 2012 y se enfrent� a su fat�dico final antes de luchar contra Ultron. La profec�a autocumplida del hombre con la armadura de hierro ha ido moviendo todo el armaz�n de las pel�culas de Los Vengadores.
Sin embargo, pronto todo se acelera, ramifica en exceso y se complica, dejando a la cinta en un territorio gris y de nadie, prometiendo un cl�max que nunca termina de llegar hasta su traca final. Son momentos que los salvan las relaciones entre personajes. El universo cinematogr�fico de Marvel supo forjar a sus propios h�roes y mitos con un elenco de actores que ha ido creciendo, secuela tras secuela, con sus hom�logos en la ficci�n. Estos dioses, humanos con poderes o bendecidos con el don de la inteligencia, se han incrustado en el ser de sus propios int�rpretes. Por eso, cuando sufren, lloran, se quiebran o tienen �xito, es muy f�cil identificarse con ellos.
Por eso, cuando Endgame deposita el peso de la acci�n sobre sus hombros, va casi con el piloto autom�tico. Como resultado, una vez la pel�cula consigue insuflar vida y cadencia al paso de los h�roes y hero�nas por la pantalla -con alg�n que otro reencuentro forzado o pasado de rosca-, lanz�ndolos por las m�s variadas l�neas de tiempo imaginables, el film vuelve a erguirse y descocarse, convirti�ndose en una aut�ntica bacanal pirot�cnica que, adem�s, juega con el espectador como ya lo hizo Christopher Nolan con Inception o las hermanas Wachowski en su trilog�a Matrix. Capa tras capa, muchos universos, realidades y temporalidades se superponen las unas con las otras, creando una cinta de M�bius sobre la que desfilan los protagonistas. Si tuvi�ramos que definir la pel�cula de alguna manera ser�a con el cl�sico �espera lo inesperado�, pues la capacidad de torsi�n del argumento y las implicaciones que tiene sobre toda la mitolog�a construida hasta la fecha, son pr�cticamente imposibles de prever o asimilar. De hecho, es quiz�s la deconstrucci�n del mito de Marvel lo que mejor lleva a cabo.
Durante m�s de diez a�os, han ido construyendo un cosmos propio, s�lido, con una serie de puntos comunes y �lgidos que han conseguido calar hondo en el imaginario colectivo. Innumerables secuelas y sagas propias se han alzado sobre ellos, arraig�ndose de forma org�nica las unas con las otras. Pod�as coger una pel�cula al azar cualquiera de Marvel, y encontrar en su metraje referencias basadas en la tinta y el papel de cientos de c�mics. No hab�a una versi�n m�s o menos v�lida: todas estaban ah�, esperando a ser descubiertas por el espectador. Pod�as sacar jugo a las ideas y obras de Jim Starlin, Stan Lee o Jack Kirby. Daba igual. Todo estaba condensado y plasmado casi a la perfecci�n.
Abriendo camino a lo nuevo
Para bien o para mal, Vengadores: Endgame es una obra magna erguida en favor del fanservice, tanto del bueno como el del malo, a veces bien entendido, a veces pensado para sonsacar la m�s t�mida risa al espectador m�s profano. Esto, que consigue aderezar algunas de las mejores secuencias de toda la pel�cula, tambi�n se vuelve en su contra en momentos muy puntuales, generando escenarios anticlim�ticos y muchos menos �picos de lo esperado. �Los mejores? Aquellos que osan por la vertiente m�s sacr�lega, desmontando la fuerza y el poder�o f�sico de un Thor (Chris Hemsworth) pasado de cervezas o aquel en el que Steve Rogers (Chris Evans) espeta un Hail Hydra en una clara referencia a una de las m�s agrias pol�micas del mundo del c�mic en los �ltimos a�os -y por la que el guionista Nick Spencer todav�a tiene pesadillas-. Jugar con tu propio Parten�n de dioses es sano, y cuando tienes tanto en lo que apoyarte, es dif�cil errar el tiro.
Los Russo, como directores, arquitectos y principales pintores de esta Capilla Sixtina del c�mic y la vi�eta, han demostrado ser muy duchos en el dif�cil arte de encontrar el ansiado equilibrio entre el drama y la acci�n. Capit�n Am�rica: Soldado de Invierno y Civil War, pavimentaron un camino derecho al Olimpo de la madurez del g�nero de superh�roes en la gran pantalla. Eran historias s�lidas, de h�roes en tiempos dif�ciles, obras que reflejaban t�midamente un tono solemne que se alejaba de la marcada pauta perfeccionada y a veces autoimpuesta de Joss Whedon en la primera incursi�n de Los Vengadores. Hab�an dado con las notas correctas sobre las que componer su propia sinfon�a, que ha ido in crescendo desde entonces y que finaliza en este alegato a lo �ntimo y lo excesivo de casi tres horas de duraci�n. Pero como el propio tr�iler dejaba caer, todo tiene un precio o un coste.
El ir a m�s, el ofrecer un ahora m�s grande todav�a, se cobra un duro peaje en la pel�cula antes de llegar a su final. El coste de esta subversi�n de expectativas en el respetable, en la que puedes esperar lo inesperado y darte de bruces -o no- con algo m�s grande en la siguiente escena, acaba por pasarle factura a Endgame, que parece menos notable de lo que deber�a.
Se trata del fin de una era. Lo viejo abre paso a lo nuevo, y lo antiguo, pasa a una segunda l�nea dispuesto a ser venerado y protegido por las nuevas generaciones. Vengadores: Endgame, al igual que Star Wars: The Last Jedi es un alegato a nuestros propios h�roes y mitos, y permanece firme y dispuesta a la hora de honorar a las leyendas que se despiden tras tantos a�os de incansable lucha. Es el momento de abrir camino a los que vendr�n.
