Vanessa Hudgens, una vida bajo el foco esquivando la polémica

Cuando en 2006 High School Musical se convirtió en una de las películas del año, haciendo de sus protagonistas las nuevas estrellas adolescentes del momento, Vanessa Hudgens (Salinas, California, 35 años), ya llevaba varios años de trabajo a sus espaldas. Apenas había cumplido los 18 cuando el musical de Disney Channel llegó a la pequeña pantalla, pero la actriz y cantante se había curtido con pequeños papeles desde niña. Han pasado casi dos décadas de aquel momento y durante todo este tiempo Hudgens no ha abandonado el ojo público, no tanto por sus trabajos en cine y televisión, sino por el interés constante que despierta su vida personal, por la que buena parte de la prensa estadounidense parece sentir fascinación.

Su última aparición en la reciente alfombra roja de los Oscar, donde acudió para retransmitirla de mano de la cadena ABC, dio la vuelta al mundo y es que la intérprete aprovechó la ocasión para desvelar que estaba embarazada de su primer hijo. Este rol de reportera en los Oscar es solo uno más de la polifacética artista, dispuesta a prestar su voz en películas infantiles como Mi pequeño Pony: una nueva generación, a protagonizar un documental sobre brujería o a promocionar las mascarillas faciales de su firma cosmética, Know Beauty, lanzada en 2021.

A pesar de sus esfuerzos, distanciarse de High School Musical le es casi misión imposible todavía a día de hoy. En el momento de su estreno, la película tuvo casi ocho millones de espectadores en Estados Unidos, siendo el filme con más audiencia en la historia de Disney Channel. El récord lo batió la segunda parte del musical, convertida en la película para televisión más taquillera de la historia, con 17,3 millones de espectadores. La tercera entrega se estrenó directamente en cines en 2008 y en su momento fue el musical con mejor taquilla en el día de su estreno. Estas cifras reflejan el impacto del fenómeno High School Musical, presente hasta nuestros días, y explican también por qué Vanessa Hudgens, todo un icono entre milenials, sigue siendo recordada casi exclusivamente por el papel que interpretaba en aquella cinta, el de Gabriella Montez.

El nombre del personaje llevó a mucha gente a pensar que Hudgens tenía raíces latinas. Sin embargo, ella misma ha explicado en numerosas ocasiones que su ascendencia es filipina: “Me hice famosa por High School Musical y mi personaje es Gabriella Montez, todo el mundo asumió que era latina y mucha gente lo sigue pensando. Cuando les digo que soy filipina se quedan como ‘¿qué?’. No has conocido a mi madre. Creo que soy bastante ambigua, por eso la gente no lo sabe, pero estoy haciendo todo lo que puedo para hacerlo saber porque estoy orgullosa”, explicó la intérprete en una entrevista concedida a Allure el pasado septiembre. Curiosamente, la secuela en forma de serie de High School Musical, estrenada en 2019 y bautizada con el enrevesado nombre de High School Musical: el musical: la serie, también contó con una protagonista de ascendencia filipina, Olivia Rodrigo, uno de los grandes referentes de la generación Z.

Unas fotos robadas y una disculpa obligada

La madre de Hudgens, Gina, llegó a Estados Unidos a los 25 años procedente de Filipinas y pronto conoció al bombero Gregory Hudgens. En 1988 nació la primera hija del matrimonio, Vanessa. La actriz tiene una hermana menor, Stella, dedicada también a la interpretación. Los primeros pasos de Hudgens en la industria del espectáculo tuvieron lugar en pequeñas producciones locales de su ciudad natal, la californiana Salinas. Desde niña, su pasión y talento para la música le permitió formar parte de varios musicales. Después llegó el turno de los anuncios para televisión, antesala de su debut oficial como actriz. “Siento que he vivido muchas, muchas vidas porque llevo tanto tiempo en esta industria”, confesó en Glamour al hacer balance de su carrera. Todavía no era adolescente y sus padres ya habían apostado por su carrera como actriz. Toda la familia se mudó a Los Ángeles a perseguir el sueño de Vanessa Hudgens.

No tardó en llegar su primera gran oportunidad. A los 13 años participó con un papel secundario en Thirteen, protagonizada por Evan Rachel Wood. La película no tuvo un gran éxito en taquilla, pero permitió a Hudgens colarse en el radar hollywoodiense. En 2006, todo cambió con High School Musical. Su carrera despegó y su vida personal se convirtió en tema de conversación recurrente, sobre todo a raíz de su noviazgo con su compañero de reparto, Zac Efron, Troy Bolton en la película musical, con quien estuvo saliendo desde 2005 a 2010. El escrutinio hacia la pareja, y más en concreto hacia Hudgens, rozó lo inimaginable. En 2007, con 18 años, ella fue víctima de una filtración de fotos privadas, una práctica poco frecuente en los albores de las redes sociales y que la traumatizó por completo. En las imágenes, tomadas en la intimidad de su hogar, aparecía en lencería y desnuda y fue duramente juzgada por la sociedad estadounidense, incapaz de comprender cómo esta chica Disney podía dejarse fotografiar así. Convertida en estrella infantil, muchos padres criticaron la actitud de la actriz, vilipendiada también por cierta prensa. Tanto es así, que se rumoreó su salida de la tercera entrega de High School Musical, en fase de preparación por entonces. Finalmente, tuvo que emitir un comunicado y disculparse: “Quiero disculparme con mis fans, cuyo apoyo significa todo para mí. Estoy avergonzada por la situación y me arrepiento de haberme hecho esas fotos. Me siento agradecida por el apoyo de mi familia y amigos”. Disney aseguró que seguiría contando con la actriz: “Vanessa se ha disculpado por lo que obviamente fue un error de juicio”, se leía en el comunicado de la compañía, situando como culpable a Hudgens y no al responsable de filtrar las imágenes.

A día de hoy, reconoce la experiencia como traumática. Así lo expresó hace un par de años en una larga entrevista en la revista Cosmopolitan. “Es jodido que la gente se sienta con el poder suficiente de compartir con el mundo algo así de personal. Como actriz, pierdes completamente tu privacidad y es muy triste”, aseguró. Esa falta de privacidad a la que alude la ha perseguido en otras muchas ocasiones, por ejemplo durante su relación con el actor Austin Butler. La pareja salió durante casi una década, desde 2011 hasta 2020, y Hudgens fue quien animó a Butler a presentarse a la audición para el papel de Elvis Presley en la película biográfica dirigida por Baz Lhurmann, un trabajo por el que logró un Globo de Oro y su primera nominación al Oscar en 2023. Para sorpresa de sus seguidores, la pareja, una de las más solidas del star system, puso punto y final a la relación hace cuatro años. En el podcast She pivots, Hudgens se refirió a esta sonada ruptura y se mostró agradecida a su expareja porque le “empujó hacia la persona adecuada”. “Nunca he conocido a una persona que me apoye y entienda tanto”, reconoció. En la actualidad, Butler sale con la modelo Kaia Gerber y en diciembre del año pasado Hudgens contrajo matrimonio con el jugador de béisbol Cole Tucker.

Compartir de más en redes sociales

La prensa la ha sometido a un escrutinio constante, a veces alimentado por la propia actriz desde sus redes sociales. Varias de las polémicas en las que se ha visto envuelta en los últimos años se originaron a raíz de publicaciones suyas en Instagram. Por ejemplo, cuando en 2016 compartió una imagen de una piedra grabada con un corazón con las iniciales suyas y de su entonces pareja, Austin Butler. La piedra en cuestión estaba protegida al pertenecer al parque nacional de Coconino, en Arizona, razón por la cual fue investigada. O cuando en 2020, en el comienzo de la pandemia, habló con frialdad acerca del coronavirus en un directo de Instagram al restar importancia a la enfermedad y expresar que era “inevitable” que la gente muriera. Para tratar de minimizar el revuelo causado por su falta de sensibilidad, entonó el mea culpa y aseguró ser consciente de la importancia que sus palabras podían tener.

Hudgens no ha vuelto a alcanzar el éxito logrado con High School Musical. Sin faltarle trabajo en cine y televisión, en la actualidad su fama se debe más a ser una celebridad en sí misma (solo en Instagram acumula más de 51 millones de seguidores). A sus espaldas, hay una larga lista de títulos, casi todos fáciles de olvidar. Se podría decir que durante mucho tiempo lo más destacable para la prensa han sido sus comentados estilismos en Coachella, festival del que ha sido asidua año tras año. De vez en cuando, la crítica reconoce su talento para los musicales, como sucedió en 2016 cuando se puso en la piel de Rizzo en Grease: live!, emitido en directo por Fox, un proyecto televisivo diferente que coincidió con un duro momento personal. El día antes de estrenarse, su padre fallecía de cáncer. “Nunca pensé ‘no quiero hacerlo’, porque mi padre hubiera querido que lo hiciera”, contó a raíz de aquel amargo trance.

En su dilatada filmografía se cuelan algunas excepciones notables, como la película de 2012 Spring Breakers, de Harmony Korine. En el filme volvía a ponerse en la piel de una estudiante, esta vez mucho menos apocada que Gabriella Montez. Con Spring Breakers, donde compartió pantalla con otra exchica Disney, Selena Gomez, se desprendió del aura de niña buena que Disney busca promover en todas sus actrices adolescentes. En 2021, Lin-Manuel Miranda contó con ella como parte del reparto del musical de Netflix Tick, tick… boom!, inspirado en la vida del autor teatral Jonathan Larson y protagonizado por Andrew Garfield. Mucho menos ambiciosas son las películas navideñas Cambio de princesa, uno de los grandes éxitos de Netflix en esta categoría y cuya sinopsis gira en torno al intercambio de identidades de dos mujeres que guardan un gran parecido, una repostera de Chicago y una princesa, ambas Vanessa Hudgens. Desde el estreno de la primera parte en 2018, se han sumado otras dos secuelas a esta lucrativa saga.

Pero si hay un proyecto sorprendente en el extenso currículum de la californiana es su primer documental, Dead Hot, originado a raíz de su interés por los fantasmas. En compañía de la DJ GG Magree, Hudgens aterriza en el pueblo de Salem (lugar de peregrinación para seguidores de la brujería y sus historias) con el objetivo de aprender más sobre espíritus y visitar casas encantadas donde contactar con fantasmas. En el programa de la presentadora y cantante Kelly Clarkson, The Kelly Clarkson Show, aludió a esta afición y explicó que, desde pequeña, tiene un “don” que le conecta con el mundo espiritual. “Me crié en un hogar católico. Mi madre es católica, mi padre no era religioso. Es algo que averigüé por mí misma, pero también creo en las vidas pasadas. Varios medium me han dicho que en la mayoría de mis vidas he practicado la brujería”, reveló también en una charla con The Cut. Puede que el público haya encasillado a Hudgens como actriz musical o protagonista en cierto tipo de películas de sobremesa, pero lo cierto es que la intérprete no se pone límites de ningún tipo. Consciente de su gran poder de prescripción, en 2021 se alió con la cantante Madison Beer para lanzar la marca cosmética Know Beauty. En 2023, Beer dio un paso atrás y Hudgens se hizo con el control completo de la marca, aunque por el momento solo venden ocho tipos de productos. Si algo ha demostrado la actriz a lo largo de dos décadas es que, igual que sucede con los musicales clásicos, ella no pasa de moda. A punto de adentrarse en la maternidad, Hudgens encara una nueva etapa, y millones de fans en todo el mundo seguirán sus pasos desde la distancia.