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El final del 'cuadrado m�gico' de Luxemburgo

Una p�rrica victoria ante el Getafe supuso el final en el Madrid de Mister Bamb�, que llevaba semanas herido de muerte

Vanderlei Luxemburgo, antes de una rueda de prensa como entrenador del...
Vanderlei Luxemburgo, antes de una rueda de prensa como entrenador del Real Madrid.
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El banquillo del Real Madrid era un polvor�n que saltaba por los aires cada poco. Y el Santiago Bernab�u estaba para pocas bromas con su equipo. Por eso, la noche del 3 de diciembre de 2005 no le pas� una a su equipo. El Madrid gan� 1-0 al Getafe gracias a un gol de Ronaldo, pero los blancos acabaron atrincherados en su �rea, pidiendo la hora y con su portero (Casillas) y un central (Helguera) como los mejores en el campo. La bronca de la grada fue tremenda, sin piedad. El castigo fue para todos, pero el m�s se�alado era Vanderlei Luxemburgo, el entrenador brasile�o que hab�a llegado de forma rocambolesca un a�o antes, en pleno par�n navide�o.

El 30 de diciembre del a�o anterior, Florentino P�rez sorprendi� con la contrataci�n de un entrenador al que el Madrid se fue a buscar a Brasil. Tal fue la sorpresa para todos que los brasile�os que ten�a esa temporada el Madrid (Roberto Carlos y Ronaldo) se quedaron a cuadros cuando de regreso de sus vacaciones navide�as se encontraron a Luxemburgo en el aeropuerto de Sao Paulo. Le preguntaron a d�nde viaja y se enteraron all� de que era su nuevo entrenador.

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Seis minutos de estreno

Todo lo que rode� al casi un a�o que Luxe -acaba de firmar a sus 70 a�os por el Corinthinas- dirigi� al Madrid borde� el surrealismo.

Para empezar, su debut. Fue en un partido de solo seis minutos, los que quedaban por jugar ante la Real despu�s de hubiera que desalojar el Bernab�u semanas antes por la amenaza de una bomba colocada por ETA.

"Para ganar esto necesito que ustedes le hagan llegar el bal�n a Zidane y Ronaldo". Esa fue la t�ctica que explic� a sus jugadores para intentar ganar algo que estaba 1-1. Y lo consigui�: penalti a Ronaldo y gol de Zidane desde los 11 metros. Era el 5 de enero.

Pero la realidad de los 340 d�as en los que Luxemburgo fue entrenador del Real Madrid poco tuvo que ver con el explosivo inicio. Su imagen con un a caf� en la mano mientras su equipo entrenaba llam� la atenci�n a la par que se empezaban a filtrar informaciones de que el trabajo no destacaba por la intensidad.

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Cuesti�n de geometr�a

Pero hubo algo que se puso en boca de todos desde el primer momento en que apareci� en las exposiciones del entrenador de Nova Igua�u: el cuadrado m�gico. En realidad era un intento de cuadrar el c�rculo, una manera de que cupieran en el once inicial todos los gal�cticos: Figo, Zidane, Beckham, Ronaldo y Ra�l y los que se iban a ir (Owen) o llegar (Robinho).

"El cuadrado m�gico nace con los �ngulos m�gicos, con el rombo girado. Entre todos mis hombres quiero que queden distancias triangulares entre tres jugadores, porque eso significa que ocupo m�s espacio y que hay poca distancia entre ellos. De este modo, el equipo nunca est� con zonas vac�as. En defensa se genera un rombo, en ataque dibuja un 3-4-3. Es lo que te permite pasar a ese 4-2-2-2. Mis equipos siempre juegan as�, siempre. No es ninguna novedad para m�", explicaba Luxemburgo all� por donde pasaba sobe su esquema de juego y qu� quer�a para el Madrid.

El problema era que pasaban los meses y la magia del cuadrado no aparec�a. La primera parte de la aventura de Luxemburgo en el Madrid, al que lleg� Gravesen en enero, pas� con m�s nubes que sol. Cerr� la Liga como segundo, a cuarto puntos del Barcelona, una distancia que era de 10 cuando lleg�. Pero en la Copa se despidi� en octavos, ante un Valladolid que estaba en Segunda: 0-0 y 1-1. La Champions se acab� en octavos, es verdad que dando una buena imagen ante la Juventus (1-0 y 2-0, con pr�rroga en Tur�n).

Fichajes y Bamb� roto

Lleg� el verano y arranc� el verdadero proyecto de Luxemburgo. Llegaron Sergio Ramos, Baptista y Robinho como cabezas de cartel y salieron del club Figo, Owen, Samuel o Solari.

La temporada arranc� con la gal�ctica puesta de largo de Robinho en el Carranza, el estadio en el que dos d�cadas antes Emilio Butrague�o se bautiz� como estrella. Pero esa euforia se transform� pronto en crisis.Tras una pol�mica derrota en casa ante el Celta por un gol anulado que claramente bot� tras la l�nea de gol de Pinto, el Madrid viaj� a Lyon.

All� arrancaba de nuevo el asalto a la D�cima, el gran objetivo. Y el plan de Luxe fue pasado a cuchillo en G�rland. Ala media hora todo estaba acabado: 3-0. Era el inicio de una maldici�n, la de siete duelos seguidos ante el equipo franc�s sin ganar ninguno, incluida la eliminaci�n en octavos en 2010. Y el principio del fin de Luxe y su cuadrado.�

El rej�n en Lyon se fue convirtiendo en herida mortal para un equipo que era incapaz de transmitir buenas sensaciones m�s all� de destellos.

El bamb� que dec�a ser (se apodaba a s� mismo Mr. Bamb� porque dec�a que por mucho que lo doblaran, nunca se romp�a), se quebr� de manera definitiva en ese partido ante el Getafe del 3 de diciembre, pero desde dos semanas antes solo una cuantas hebras estaban sanas.

La confianza de Florentino, da�ada en Lyon, desapareci� ante los de Juninho Pernambucano en el Bernab�u. El 24 de noviembre, el Bernab�u dijo hasta aqu� hemos llegado. Con 1-1 y jug�ndose la primera plaza, Luxemburgo sac� del campo a Beckham para meter a Salgado. El silencio en el relevo de Zidane por Baptista se transform� en bronca.

Era un Madrid herido de muerte. Se fue Luxemburgo ("Volv�a locos a los jugadores, se filtr� desde el club"), lleg� L�pez Caro y en febrero, tras perder en Palma, Florentino se derrumb� y present� la dimisi�n.

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