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Dirección: Michael Caton-Jones
Reparto: Shirley Henderson, Ian Hart, Steven Mackintosh, Shaun Parkes, Isabella Laughland , Letitia Wright
Nacionalidad: Reino Unido Año: 2015 Fecha de estreno: 03-02-2017 Duración: 114 Género: Drama Color o en B/N: Color Guión: Nick Moorcroft Fotografía: Denis Crossan Música: Tom Linden
Sinopsis: Durante los disturbios ocurridos en Reino Unido en 2011, Jamie, una adolescente problemática, deberá decidir su futuro. Puede dejarse llevar por su mejor amiga, una chica posesiva y destructiva o hacer caso a su asistente social, una mujer convencida del talento musical de la joven.

Crítica

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Lo mejor: la credibilidad que exhala la joven Letitia Wright.
Lo peor: la catarata de clichés.

Inscrita en el temible subgénero del “profesor ejemplar”, esta película hace volar con alegría de jilguero un montón de estereotipos y lugares comunes. Tenemos a una docente entregada que acepta hacerse cargo de un grupo de niños y adolescentes conflictivos en un centro de rehabilitación; como suele pasar, esta mujer, que en sus ratos libres le da al vino que es un contento, arrastra un trauma reciente, que confesará en la pertinente escena de relajación. Y tenemos, por otro lado, a dos jovencitas rebeldes, amigas inseparables con tendencias delictivas, en una de las cuales pondrá sus ojos la docente, convencida de que podrá encarrilar su vida a través de la música, pues la chica posee una voz que es una mina. Y se la lleva a participar con ella al coro de barrio en el que canta cada semana, lo que dispara los celos de la amiga, esta a todas luces irredimible.

El año pasado ya vimos una fabulita de épica redentora parecida, 'El profesor de violín' (2015), cuyo director, Sérgio Machado, lograba, aunque no en todo momento y gracias a su voluntad de realismo social, sortear los escollos sentimentalistas de este tipo de cine. El ya veterano Michael Caton-Jones y su guionista Nick Moorcroft, en cambio, no nos ofrecen salvavidas alguno para no ahogarnos en este océano de situaciones previsibles. Su puesta en escena, además, es tan aseada como estéril. Únicamente Letitia Wright, la díscola dispuesta a salir del fango, consigue crear, con ráfagas de genio, un personaje verosímil, que ya le ha valido una nominación al British Independence Film Award a la mejor actriz promesa.

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