El islamismo y el progresismo impulsan el antisemitismo en EEUU -

El islamismo y el progresismo impulsan el antisemitismo en EEUU

El aumento de los incidentes de odio contra los judíos y el incremento de la violencia antisemita, tanto en el sistema educativo como fuera de él, hacen sonar las alarmas en estados como California, Michigan, Virginia, Nueva York, Connecticut y Massachusetts, entre otros. ¿Qué harán las autoridades para frenar este flagelo? 

Los crecientes incidentes antisemitas, que suelen estar impulsados por una extraña alianza entre islamistas e izquierdistas, cuyo odio contra los judíos supera, momentáneamente, la aversión que existe entre ambos bandos, se llevan a cabo incluso contra judíos progresistas, razón por la cual crece la preocupación debido al aumento de la violencia que sufren los miembros de esta comunidad.

A continuación, algunos de los lamentables y cada vez más recurrentes incidentes antisemitas que han ocurrido recientemente en estados como California, Michigan, Virginia, Nueva York, Connecticut y Massachusetts.

 

Los ataques a empresas, hogares e instituciones de la colectividad judía en California son cada vez más frecuentes. También las universidades del estado son escenario de muestras de odio antisemita, mientras las autoridades de los centros académicos miran para otro lado. 

Recientemente, un grupo de estudiantes pro-Hamás interrumpieron una fiesta de graduación de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley. La celebración se estaba llevando a cabo en la casa del decano de la facultad, ergo en una propiedad privada. Sin embargo, eso no detuvo la protesta en la que la líder de la organización Estudiantes de Derecho de Berkeley por la Justicia en Palestina incluso acusó de “islamófoba” a la profesora que le quitó el micrófono de la mano.

La protesta fue convocada en las redes sociales con publicaciones en las que aparecía el decano sosteniendo un tenedor y un cuchillo ensangrentados y un mensaje que rezaba: “No a la cena con el sionista Chem mientras Gaza muere de hambre”, en una clara intmidación al decano Erwin Chemrinsky.

En un artículo publicado en The Telegraph, Joel Kotkin señaló que Chemrinsky, un conocido progresista, reaccionó notoriamente ofuscado a una de estas publicaciones. “Nada me ha preparado para el antisemitismo”, sostuvo el decano, que es judío.

Es importante destacar que en California residen alrededor de 1,200,000 judíos,un número significativamente superior al de Francia (alrededor de 500.000), Canadá (más de 400.000) y Reino Unido (más de 270.000), los tres países con mayor población judía del mundo después de Israel y Estados Unidos.

Joel Kotkin opinó que “la redefinición de los judíos como opresores en serie que albergan ambiciones genocidas tiene sus raíces en las industrias educativa y cultural, que constituyen el corazón del poder progresista”. Y añadió que “el giro antijudío es aún más desgarrador dado que universidades como Berkeley, a la que asistí hace medio siglo y donde algunos miembros de mi familia han vivido durante 70 años, produjeron numerosos premios Nobel judíos”.

Como se mencionó anteriormente, el antisemitismo en el estado pisa cada vez más fuerte en el sistema educativo. En la universidad de California, los profesores y estudiantes anti israelíes están apoderándose de los campus mientras las autoridades miran para otro lado. De hecho, tal como indicó Kotkin, Jay Sures, miembro de la Junta de Regentes de la institución académica, criticó una declaración emitida por el Consejo de la Facultad de Estudios Étnicos de la universidad a la Junta, afirmando que estaba plagada de “falsedades, inexactitudes e insinuaciones antisemitas” que “buscan legitimar y defender el horrible salvajismo de la masacre de Hamás del 7 de octubre”.

Otro hecho llamativo ocurrió en la Facultad de Medicina de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés), donde el plan de estudios HEALS incluye un curso llamado Racismo estructural y equidad en salud. Según informó Red State, en esa clase los estudiantes de primer año asistieron recientemente a una conferencia de dos horas llamada (In)justicia en materia de vivienda en Los Ángeles: abordaje de la falta de vivienda y la práctica de la solidaridad.

Como lo demuestra el audio de YouTube publicado por The Washington Free Beacon, la oradora invitada Lisa Tiny Gray-García apuntó contra el capitalismo elevando una oración comunista a una entidad pagana, expresando conceptos como “Mamá Tierra” y apuntó contra los “colonos” de Los Ángeles, asegurando que personas como ella fueron y son víctimas de una “expulsión violenta” y un “genocidio”, y que muchas personas mueren a causa del capitalismo y la propiedad privada. Fue esa misma mujer la que, de acuerdo con The Washington Free Beacon, elogió la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre e instó a los estudiantes a exclamar “Palestina libre”.

Las escuelas primarias tampoco están exentas de antisemitismo, allí donde rige una agenda progresista. De hecho, el programa de estudios étnicos, moldeado por la Teoría Crítica de la Raza, es claramente antisionista y borra miles de años de historia judía

Fuera del ámbito educativo, la vida para los judíos de California tampoco es sencilla. Kotkin enumeró algunos eventos de odio que sucedieron en el estado y que preocupan a la comunidad. 

Las recientes manifestaciones pro-Hamas resultaron en que al menos una sinagoga de Los Ángeles trasladara sus servicios, en tanto que otras han sido vandalizadas mientras los manifestantes bloqueaban el tráfico Fairfax, un distrito donde reside un gran número de judíos; la casa del presidente de AIPAC fue atacada recientemente con bombas de humo y pintura roja; las industrias tecnológica y cinematográfica han cedido a presiones antisionistas; 2.000 actores firmaron una declaración acusando a Israel de cometer “crímenes de guerra” sin condenar a Hamás, y la lista sigue.

Respecto de Silicon Valley, Nickolas Targ, un veterano activista judío y nativo de Palo Alto, dijo a Kotkin que “muchos [magnates tecnológicos] están más preocupados por su perfil de justicia social que por su judaísmo”.

El aumento de los eventos antisemitas en California ha disparado las ventas de armas en los barrios judíos. Charles Jasper, director de la empresa de seguridad Aegis Private Security, que también ofrece entrenamiento con armas, dijo en declaraciones para KTLA que su negocio se ha duplicado desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás.

Kotkin cree que a pesar del aumento de los incidentes antisemitas, los judíos de California, que en su mayoría han pertenecido al Partido Demócrata y a los círculos progresistas, aún no cambiarán de bando. No obstante, los miembros de esta comunidad están inmersos en una lucha intrapartidaria con una izquierda cada vez más antisemita. De hecho, los nueve congresistas del estado que exigen un alto el fuego en Gaza son todos demócratas progresistas. Sin embargo, algunos demócratas moderados han lanzado un contragolpe. La organización Mayoría Demócrata para Israel cree que logrará detener la tendencia pro-Hamas en el partido.

En su artículo, Kotkin llama a los judíos de California a priorizar su supervivencia sobre su ideología, por lo que los invita a trabajar con cualquier político que garantice la seguridad de la comunidad y la de Israel.

En febrero del corriente año fue publicado un artículo titulado Bienvenidos a Dearborn, la capital de la yihad estadounidense, que generó una gran polémica. Steven Stalinsky, director ejecutivo del Instituto de Investigación de Medios de Medio Oriente (MEMRI, por sus siglas en inglés), advirtió en el escrito que los imanes y políticos de esta ciudad de Michigan se ponen del lado de Hamás contra Israel y de Irán contra Estados Unidos.

Stalinsky sostuvo que tras la masacre del 7 de octubre y antes de que comenzara la ofensiva israelí en Gaza, se llevaron a cabo varias manifestaciones y marchas en favor de Hamás en diversos puntos de Dearborn. 

El autor señaló que el 10 de octubre se llevó a cabo un acto en el Ford Performing Arts Center para celebrar el ataque. Durante el evento, el imán Imran Salha, del Centro Islámico de Detroit en Dearborn, dijo a la multitud que las acciones pasadas del Estado judío habían puesto “un fuego en nuestros corazones que quemará a ese Estado [de Israel] hasta su desaparición”. 

En otra manifestación celebrada el 14 de octubre frente a la Biblioteca del Centenario Henry Ford, añadió Stalinksy, el imán Usama Abdulghani calificó la masacre del 7 de octubre como “uno de los días de Dios” y un “milagro hecho realidad”. Asimismo, definió a los atacantes como “honorables” y agregó que eran “leones” que defendían a “toda la nación del mensajero Mahoma”.

Stalinksy también mencionó que el Centro Islámico de América, una importante mezquita de Dearborn, celebró un servicio conmemorativo el 30 de diciembre del año pasado en memoria de un terrorista de Hezbolá que murió en un ataque aéreo israelí.

En otro evento, el Instituto Hadi, que dirige una escuela islámica Montessori y se define a sí mismo como un centro comunitario juvenil, celebró una Conmemoración de los Mártires el 5 de enero del corriente año. Durante el acto, indicó Stalinsky, se homenajeó a Qassem Soleimani, el comandante de la Fuerza Quds iraní que fue eliminado por Estados Unidos en enero del 2020, y a Abu Mahdi Al-Muhandis, líder de la Fuerzas de Movilización Popular respaldadas por Irán en Irak, quien también murió en la misma ofensiva estadounidense. El imán Abdulghani incluso elogió al ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de Irán, quien habitualmente llama a la destrucción de Estados Unidos. 

Stalinsky manifestó que el apoyo al terrorismo en el sur de Michigan no es un flagelo nuevo. Una evaluación de la Policía Estatal del estado de 2001, que fue  presentada al Departamento de Justicia después del 11 de septiembre, llamó a Dearborn “un importante centro de apoyo financiero” y un “área de reclutamiento y posible base de apoyo” para grupos terroristas internacionales.

En el extenso escrito, Stalinsky mencionó a Ahmad Musa Jibril, a quien calificó como el jeque yihadista de habla inglesa más influyente. El autor señaló que el clérigo promueve la guerra santa entre sus decenas de miles de seguidores en X y Telegram. El 7 de octubre compartió publicación que rezaba: “Hacía mucho tiempo que los corazones no estaban tan alegres” y otra en la que manifestaba la esperanza de que Alá "purifique la tierra de la agresión de los simios, los cerdos y los hipócritas". Asimismo, grabó un vídeo llamando a los musulmanes de Occidente a empezar a normalizar el término “yihad”.

Stalinsky también indicó que las políticas radicales de Dearborn están complicando el camino de Biden hacia la reelección. Michigan es un estado que los demócratas deben ganar, por lo que hay preocupación en el entorno del presidente. La agencia Associated Press informó a finales de enero que los líderes locales le dieron la espalda a Julie Chávez Rodríguez, directora de campaña de Biden, durante una visita reciente al área de Detroit. “Un pequeño consejo: si planea enviar funcionarios (...) para convencer a la comunidad árabe-estadounidense de por qué deberían votar por su candidato, no lo haga el mismo día que anuncia la venta de aviones de combate a los tiranos que asesinan a nuestros miembros de la familia”, expresó en X Abdullah H. Hammoud, el alcalde demócrata de Dearborn.

El autor concluyó su artículo llamando a las agencias antiterroristas de todos los niveles a prestar atención a lo que sucede en Dearborn.

El artículo, como era de esperar, generó una gran controversia. El alcalde de la ciudad manifestó en una entrevista para MSNBC que el escrito es “extremadamente inflamatorio”, en tanto que Mallory McMorrow, líder de la mayoría demócrata en el Senado de Michigan, expresó en X que el artículo no sólo es “irresponsable, sino francamente peligroso”, informó NBC News.

 

 

En el mes de marzo se generó una gran polémica en el distrito escolar de Fairfax, en Virginia, por permitir que los padres de los estudiantes pudieran decidir que sus hijos no concurran a la presentación de un sobreviviente del Holocausto, alegando que había estudiantes que podían tener “experiencias diferentes”, según recogió The Daily Wire.

Esta situación sería por demás comprensible, si los padres consideran que sus hijos de 12 años no estuvieran preparados mentalmente para escuchar un testimonio tan fuerte y desgarrador. Sin embargo, ese no pareció haber sido el motivo por el cual se dio la oportunidad de no participar en la actividad.

Es necesario subrayar que el condado de Fairfax contiene un foco de extremismo islámico. Según señaló The Daily Wire, allí hay una mezquita a la que asistieron varios de los secuestradores del 11 de septiembre y el terrorista de Fort Hood, y que estaba presidida por Esam Omeish, padre de Abrar Omeish, quien hasta este año era miembro de la junta escolar. La joven Abrar votó en contra de una resolución para realizar un minuto de silencio por las víctimas del 11 de septiembre y otra por las víctimas de la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre en Israel. También dijo que la victoria de Estados Unidos en la Batalla de Iwo Jima durante la Segunda Guerra Mundial fue "desafortunada" y pronunció un discurso de graduación alentando a los estudiantes a "recordar su yihad" y "rechazar el capitalismo". Además, durante un discurso brindado en un evento de recaudación de fondos organizado por American Muslims for Palestine (AMP), Omeish describió la intención de integrar una agenda pro palestina en los libros de clase y el plan de estudios, y pareció sugerir que esa era su motivación para postularse para la junta escolar, según señaló Fox News.

Respecto del 11 de septiembre, Omeish recomendó a los maestros de escuelas públicas utilizar una guía curricular "culturalmente sensible", y se opuso al uso de términos como "terror islámico radical", "terroristas islámicos" y "yihadistas".

El año pasado, la joven también hizo alarde de cómo el "poder musulmán" estaba controlando la toma de decisiones: "Necesitamos que la comunidad musulmana se presente, porque cuando lo hagamos somos dinero, somos votos, y eso significa poder". Y agregó: "No puedo decirles cuántas veces la gente habla sobre el poder musulmán (...) ¿Por qué? Porque nos vieron aparecer, y ahora estamos tomando decisiones".

Si bien la manera de votar y las repudiables expresiones de Abrar Omeish ameritan la condena de cualquier estadounidense de bien, la joven fue presidente de la campaña presidencial del izquierdista Bernie Sanders en Virginia en 2020. Una demostración más de esta peculiar alianza entre el progresismo y el islamismo radical.

Tal como expresa el dicho, las manzanas no caen lejos del árbol. Y es que el padre de Abrar, Esam Omeish, no sólo es conocido por haber dirigido la mezquita a la que asistían terroristas que atacaron a Estados Unidos; además, este hombre, que nació y creció en Libia, fue destituido de la Junta de Inmigración de Virginia cuando el estado estaba gobernado por  el demócrata Tim Kaine, después de que se difundiera un video en el que aparecía Omeish apoyando la yihad violenta contra Israel.

Claramente, el sentimiento antiestadounidense, antiisraelí, antijudío y antioccidental es compartido por el islamismo y el progresismo. Sin embargo, el conflicto entre ambos bandos está cada día más cerca de salir a la superficie, ya que la izquierda no parece estar tan abierta a permitir que los padres decidan por sus hijos cuando se trata de ciertos temas.

 

 

El Estado de Nueva York tampoco es la excepción a la ola de antisemitismo impulsada por la izquierda y el islamismo. Si bien el odio contra los judíos no se da únicamente en el ámbito académico, lo cierto es que los hechos ocurridos recientemente en la Universidad de Columbia han puesto a la institución en la mira. De hecho, Elie Buechler, un rabino de la Iniciativa de Aprendizaje Judío de la Unión Ortodoxa de la Universidad de Columbia, pidió recientemente a los estudiantes judíos de la institución no asistir al campus y quedarse en casa debido al riesgo que corren de ser agredidos, tras verse amenazados en las protestas antiisraelíes.

El rabino afirmó que ni las autoridades de la universidad ni la Policía de Nueva York pueden garantizar la seguridad de los estudiantes judíos. “Me duele profundamente decir que les recomiendo encarecidamente que regresen a casa lo antes posible y permanezcan en casa hasta que la realidad dentro y alrededor del campus haya mejorado dramáticamente (...) No es nuestro trabajo como judíos garantizar nuestra propia seguridad en el campus. Nadie debería tener que soportar este nivel de odio, y mucho menos en la escuela”, sostuvo Buechler.

La presidenta de Columbia Minouche Shafik informó en un comunicado de que todas las clases en la institución se llevarían a cabo virtualmente el lunes 22 de abril con el motivo de "reducir el rencor" presenciado en los últimos días (cuando manifestantes antisraelíes tomaron el campus generando temor y amenazas contra los alumnos judíos)

En los días de protestas, los estudiantes violentos han coreado consignas antiisraelíes, han amenazado con violencia a los alumnos judíos y les han impedido el paso a muchos de ellos para evitar que ingresaran a la institución. Algunos videos en redes sociales muestran a los estudiantes gritando: "Nunca olviden el 7 de octubre", "somos Hamás" y "no queremos sionistas aquí", entre otras amenazas.

Los estudiantes antisemitas se habían instalado la semana anterior en más de 60 tiendas de campaña en el campus, por lo que la policía detuvo a alrededor de 108 alumnos. Pero sin haber pasado 24 horas, decenas de estudiantes regresaron al lugar y establecieron un nuevo campamento de unas 30 tiendas. 

En medio del clima de las tensiones, los agentes de seguridad la policía del campus prohibieron la entrada y desactivaron la tarjeta de acceso e identificación al profesor judío Shai Davidai, quien se dirigía a entrar al campus por el lugar ocupado por los estudiantes antisraelíes. Ante un grupo de alumnos, el académico expresó: “No me dejan entrar al campus principal. Pero escuchen la ironía: [Cas Holloway, director de operaciones de Columbia] me acaba de decir que [se me permitirá] entrar al campus de la Escuela de Negocios, donde enseñaré mañana. Así que están dispuestos a utilizar cerebros judíos, pero no quieren dejar entrar a los judíos”.

Las protestas también alcanzaron la atención nacional por la participación de Isra Hirsi, hija de la congresista musulmana Ilhan Omar (D-MN), quien ha sido acusada de antisemita por algunas de declaraciones que realizó contra Israel y los judíos.

"Soy una organizadora de CU Apartheid Divest Columbia (Student for Justice in Palestine), y en mis 3 años en Barnard College nunca he sido amonestada ni he recibido ninguna advertencia disciplinaria. Acabo de recibir la noticia de que soy 1 de los 3 estudiantes suspendidos por solidarizarme con los palestinos que se enfrentan a un genocidio", escribió la joven Hirsi en su cuenta de X.

 

En la Universidad de Yale, en Connecticut, también ocurrieron preocupantes hechos antisemitas. Recientemente, la policía irrumpió en el campus y arrestó a más de 45 personas que intentaban imitar el campamento instalado en el campus de Columbia. 

Anteriormente, la estudiante de periodismo judía Sahar Tartak, editora en jefe de The Yale Free Press, fue apuñalada en el ojo con una bandera palestina. En declaraciones para The New York Post, expresó: “Hay cientos de personas burlándose de mí y mostrándome el dedo medio, y luego esta persona agita una bandera palestina en mi cara y me la clava en el ojo (...) Cuando intenté gritar e ir tras él, los manifestantes se pusieron en fila y me detuvieron”.

La estudiante comentó que intentó denunciar el ataque en la policía del campus. Sin embargo, los agentes le dijeron que no podían hacer nada y que fuese al hospital a revisarse la vista.

Otro video publicado en redes sociales muestra a un estudiante judío ortodoxo siendo acosado por un grupo de personas que le prohíbe el ingreso a la institución. 

Peter Salovey, presidente de la institución, manifestó que "Yale no tolera acciones, incluidos comentarios, que amenacen, acosen o intimiden a miembros de las comunidades judía, musulmana y otras de la universidad”.

 

Las recientes protestas antisemitas en diversas universidades de Estados Unidos, resultaron en que también saliera a la superficie el odio contra los judíos en instituciones académicas de Massachusetts.

Varios estudiantes del Emerson College, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y de la Universidad Tufts levantaron tiendas de campaña en los campus de sus instituciones.

"Definitivamente nos sentimos inspirados por lo que está sucediendo en Columbia", dijo Owen Buxton, estudiante de último año de Emerson College. “Lanzaron una convocatoria para universidades de todo el país y respondimos”, agregó.

 

Mientras tanto, los estudiantes judíos han expresado preocupaciones por su seguridad. Avi Balsam, del MIT, dijo: “No hemos sufrido ninguna violencia física todavía (...) pero quiero decir que hubo una protesta el viernes en la que la gente cantaba: 'Del río al mar, Palestina es árabe' (…) lo que veo como un llamado directo a la limpieza étnica o al genocidio contra los judíos en Israel. Eso es muy preocupante para mí”.

Antes de que se llevaran a cabo las protestas antisemitas en las universidades, la Anti-Defamation League (ADL) presentó un informe señalando un significativo aumento de los incidentes de odio contra los judíos durante el año 2023. 

Según la ADL, el año pasado se produjo un incremento de casi el 190% de los hechos antisemitas, en comparación con 152 incidentes en 2022. Massachusetts también registró el quinto mayor número de incidentes de odio contra los judíos por estado en el país, detrás de California, Nueva York, Nueva Jersey y Florida.

La ADL indicó además que los incidentes de vandalismo aumentaron un 90% (139 en 2023 y 82 en 2022) y los de acoso en un 444% (293 en 2023 y 66 en 2022). La organización también reportó ocho agresiones físicas en 2023; el doble que el año anterior.

Los datos de la división de la región de New England de la ADL reportaron un total de 623 incidentes de agresión, acoso y vandalismo antisemitas en Maine, Massachusetts, New Hampshire, Rhode Island y Vermont durante 2023, lo que representa un aumento del 205% sobre el total de 2022. De esos incidentes, señaló la ADL, 351 ocurrieron después de la masacre del 7 de octubre perpetrada por Hamás en Israel.