Análisis Unicorn Overlord – Nintendo Switch
Unicorn Overlord Analisis Nintendo Switch

Analisis Unicorn Overlord – Nintendo Switch. Aún con sus peros, un imprescindible para los fans de la estrategia

Unicorn Overlord carátula Analisis Nintendo Switch
Fecha de lanzamiento
8 marzo, 2024
Número de Jugadores
1
Idiomas
Textos: Español, inglés, francés, etc. Voces: inglés y japonés
Tamaño de la Descarga
3407,00 MB
Nuestra puntuación
90

Hay muchas ocasiones, donde las críticas de juegos (malamente llamadas análisis para que el señor Google esté contento) se toman más como una guía de compra, que como un comentario acerca de la obra en cuestión. Por supuesto eso no funciona así. No se puede medir de forma objetiva con decenas de numeritos los distintos aspectos de las obras, pero eso es un debate para otro día. Pero supongamos por un momento que sí, que los análisis son una guía de compra. En ese caso este «análisis» de Unicorn Overlord es de lo más inútil que hay. ¿El motivo? Pues que Vanillaware sacó una demo de ocho horas de duración tras el último Nintendo Direct en Nintendo Switch y las demás plataformas donde se publica el juego. Basta con bajarla, jugar unas horas y ya sabes si lo que ofrece es para ti o no. Es por eso, que si eres de los que han jugado hasta completar la demo, ya sabes perfectamente que lo que hay ahí te gusta. Pero menos mal que esto no es una guía de compra y hay más cosas de las que hablar de la última obra de Vanillaware.

 

 

Una estrategia imprescindible

Desde siempre, Vanillaware ha sido uno de esos estudios que saben perfectamente eso de que «la comida entra primero por los ojos». Cuando este pequeño estudio publicó en 2007 su primer juego, GrimGrimoire, su principal carta de presentación fue un apartado visual como pocos se habían visto en la segunda consola de Sony. A partir de ese momento, hacer juegos donde absolutamente todo estuviese dibujado a mano, con un estilo artístico envidiable, exagerado y preciosista se convertiría en la mayor seña de identidad del estudio, independientemente de si el juego era un hack and slash, un arcade beat’em up o una novela visual con combates estratégicos. Basta con ver una captura de pantalla de sus juegos para reconocer al estudio que hay detrás y a George Kamitani, director del mismo y jefe de diseño de arte del estudio.

 

Visualmente, es una maravilla desde la primera escena, donde los relámpagos de una tormenta iluminan de forma distinta el escenario y los personajes, en función de por dónde venga la luz. Otro de esos detalles donde se nota que el estudio pone toda la carne en el asador en este aspecto, es la pequeña animación donde los personajes se cambian las armas de mano antes de voltearse, para darle coherencia a la hora de darle la vuelta a los sprites. Este tipo de detallitos son comunes a lo largo de todo el juego, al igual que esos diseños exagerados donde los atributos de los personajes se acentúan, mostrando a señores bárbaros que parecen montañas y esas mujeres con piernas kilométricas y/o que van a tener graves problemas de espalda durante toda su vida. Aún así, he de recalcar que esta vez la cosa está bastante más comedida en cuanto a sexualización femenina, aunque cuando tiene que aparecer un personaje exagerado, lo hace sin ningún tipo de miramiento. Sin embargo, diría que solo hay tres o cuatro diseños de los de llevarse la mano a la cara, aunque sí hay varios de arquear una ceja. Sea como fuere, se nota que este es uno de los puntos fuertes del estudio, que han conseguido que este sea uno de los juegos con un apartado visual más bonito de Nintendo Switch. Un punto fuerte tan caro de producir, que les ha hecho estar al borde de la quiebra por segunda vez consecutiva, pues es algo que ya sucedió con su anterior obra, 13 Sentinels: Aegis Rim.

 

El segundo nexo de unión de sus títulos son los géneros que maneja el estudio: los juegos de acción y juegos de estrategia. En el caso de Unicorn Overlord estamos ante un juego de estrategia de gestión de batallones en tiempo real, aunque a juzgar por los sprites y las animaciones, podría haber sido un juego de acción si hubiesen querido. En ese caso no sé cómo habría sido el resultado final, pero sin duda Unicorn Overlord es de los mejores títulos de estrategia que ha pisado la híbrida de Nintendo. Sus influencias son claras y tampoco es que las esconda demasiado: Fire Emblem, Tactics Ogre y Final Fantasy Tactics. Todas ponen su granito de arena a la hora de crear el sistema de combate de Unicorn Overlord, junto a la propia Sustancia X que añade Vanillaware.

 

Generalmente, los objetivos tanto en los capítulos principales de la historia, las misiones secundarias y las escaramuzas por puntos claves del mapa suelen ser dos: conquistar el bastión principal enemigo y que no conquisten el nuestro. Esto se hace dirigiendo las tropas en tiempo real por el campo de batalla, aunque se puede pausar la acción todo el tiempo que queramos. Pero no es tan fácil como mover los personajes y ya, porque existen un sin fin de variables a tener en cuenta: modificadores de terrenos, estructuras a conquistar y defender, puntos de control intermedios desde los que desplegar tropas, gestión de la resistencia de estas últimas, gestión de puntos de batalla que nos permiten usar habilidades y desplegar unidades y un largo etcétera que incluye, además, su propia tabla de debilidades y fortalezas entre clases. A diferencia de otros títulos como Fire Emblem, donde hay que tener en cuenta estas debilidades en función de cómo afectan a cada unidad por separado, en Unicorn Overlord la cosa se complica exponencialmente, porque aquí no llevamos unidades individuales, llevamos batallones que pelean automáticamente al encontrarse con los enemigos. Eso sí, eso no quiere decir que las cosas se dejen a la suerte. Aunque los personajes peleen automáticamente, lo hacen según un orden de prioridades y siguiendo hasta dos condiciones para cada una de estas habilidades activas y pasivas, programando los comportamientos de cada personaje.

 

Cada batallón puede estar formado entre 2 y 5 personajes, en función de lo avanzado que estemos en el juego y la fama que tenga nuestro ejército, y, por supuesto, esto se traduce en la posibilidad (y obligación) de colocar los miembros de tal forma que cubran las debilidades de los demás, a la vez que intentas crear sinergias entre sí. ¿Que tienes un batallón de guerreros que es muy bueno contra las unidades a caballo, pero si aparece un acorazado no pueden hacer nada? Mete un mago por medio y mira cómo se cuecen esos tanques humanos dentro de su armadura cuando les tires bolas de fuego, mientras que los guerreros protegen al mago de los golpes, compensando sus bajos puntos de vida. Ahora imaginad las posibilidades y el rompecabezas que es cuadrar más de 70 clases distintas, cada una con sus ventajas, desventajas, varias habilidades activas, pasivas, equipamiento (que también da habilidades y estadísticas), habilidades que se pueden usar en el mapa de la batalla para potenciar a nuestros compañeros o atacar a distancia, habilidades que dependen de quién lleves de jefe de batallón, etc..

 

Hay tantas posibilidades y combinaciones que es uno de esos juegos que te tiene pensando un buen rato en estrategias antes de cada enfrentamiento, pero también cuando no estás jugando. El juego está diseñado para que este proceso de ensayo, error y optimización sea constante y por eso da oportunidades continuas de realizar enfrentamientos de práctica entre nuestros propios batallones y grupos de mercenarios. Hay tantos numeritos que probar y con los que juguetear, que se puede dar la ocasión en la que la combinación de enemigos tiene ventaja absoluta sobre la nuestra y no habrá forma de que ese batallón sobreviva el combate. Por suerte, el juego no aprieta tanto como otros del género y no solo no hay muerte permanente, sino que además hay objetos para resucitar a nuestras tropas durante los combates y cuatro niveles de dificultad, incluyendo uno enfocado en aquellos que quieran bajar la dificultad al mínimo y centrarse en la historia.

 

La sombra del pasado es muy alargada, sobre todo si no cumples promesas

Aunque echar a un lado todo el componente táctico de Unicorn Overlord, para centrarse en la historia quizás no sea la mejor idea. Vaya, por delante que esto es una valoración personal y que quizás quise ver promesas por parte de Vanillaware donde no las hubo desde un principio, pero la historia me ha decepcionado. Dista de ser una mala historia, pero es la típica que empieza con un general malvado atacando la capital del reino y venciendo a la reina que en un último intento de salvar a su hijo se quedó luchando hasta el final. Años más tarde el príncipe Alain comienza una reconquista por los cinco reinos con los que se ha hecho Valmore, reuniendo aquí y allá a soldados y mercenarios de cada uno de los territorios bajo la bandera del Ejército de la Liberación.

 

El hecho de que esta reconquista esté dividida en países, se traduce en una división de la historia por capítulos y esto trae una serie de puntos fuertes y débiles. Los fuertes es que se profundiza en la historia de cada uno de estos territorios, cómo hicieron frente cuando el ejército invasor atacó y se centra en los personajes protagonistas de ese país. En cuanto a los puntos débiles quizás el más evidente sea que esos personajes solo son relevantes y tienen protagonismo en la historia dentro de su capítulo. Una vez que reconquista ese país, da igual que sea el líder de unos mercenarios que se ha unido al Ejército de la Liberación o el príncipe heredero, esos personajes pasan a un segundo plano en la trama general del título. Esto podría llegar a justificarse si, tal y como se prometió en los tráileres, tuviésemos total libertad a la hora de elegir el orden en el que queremos recuperar estos países, pues habría tantas variables a tener en cuenta en el progreso de la historia que sería muy complicado que un estudio de 39 personas pudiese hacerse cargo de todas estas posibilidades.

 

Por desgracia, no es así y el progreso de la historia está bastante guiado y las únicas posibilidades reales son elegir si hacemos una batalla u otra antes, pero que no afecta a la trama más allá de si vas a tener o no al personaje secundario que decida unirse a tus tropas en esa misión. Tan solo hay un momento en el juego, tras completar el primer capítulo, donde se nos da la opción de continuar por un país u a otro, pero puedes cambiar de idea en mitad de esa cadena de misiones, ir al otro sin repercusiones y lo que hagas en uno no afecta a la situación del otro en ningún momento. Tampoco ayuda en este aspecto que las decisiones que podemos tomar sean claramente blancas o negras. En realidad no existe opción entre «matar a esta persona que en realidad ha demostrado que no es tan mala» o «reclutarla y ganar un nuevo compañero en el Ejército de la Liberación», a no ser que estés haciendo algún tipo de reto en el que te limites los personajes reclutables por decisión propia.

 

Donde sí que hay bastante donde rascar es en las conversaciones entre personajes que se desbloquean al alcanzar cierto grado de amistad, sirven para conocer a los personajes y sus relaciones y entremezcla los desarrollos de estas conversaciones entre varios personajes. Por poner un ejemplo, en una de estas conversaciones entre Alain y Travis el ladrón, este segundo le preguntaba por consejos sobre cómo hacerse amigo de la gente. Tras un debate de tira y afloja apareció un tercer personaje a aconsejar que para hacerse amigo de alguien lo que hay que hacer es darle comida. Horas más tarde en otra conversación de amistad entre Alain y el gladiador Bruno, este le comentaba al príncipe acerca de un extraño comportamiento de Travis, pues este último se acercaba a él, le dejaba comida en el suelo y se iba sin decir nada. Puede parecer una tontería y probablemente haya muchísimas personas que no vean todas las interacciones cruzadas que hay entre las conversaciones de amistad entre los personajes, pero en estas pequeñas escenas es donde se nota y aprecia el desarrollo de los personajes y se aprende más de ellos. En definitiva, sin estar mal, sorprende que el guion y la narrativa sea uno de los puntos débiles de Unicorn Overlord, sobre todo si tenemos en cuenta que el anterior trabajo del estudio precisamente es una obra maestra gracias al cuidado más absoluto que pusieron en precisamente el guion y la narrativa.

 

El valor de los intangibles

A medida que vas liberando poblaciones y asentamientos, se desbloquea la opción de ir reconstruyendo los pueblos completando una serie de misiones de entregas de recursos. Esto permite poder colocar a una de nuestras tropas como guarda del pueblo, lo que se traduce en que cada nuevo día nos llegará una serie de recursos, que nos permitirán mejorar nuevos pueblos. Al principio no lo parece pero el hecho de ir conquistando el territorio enemigo poco a poco, reconstruyendo los asentamientos y destinando parte de nuestras tropas a guardarlos, consigue dar una sensación real de que de verdad le estás arrebatando poco a poco el terreno a Zenoira, implicándote con la tarea de liberar y reconstruir cada uno de los pueblos de los cinco países que forman el continente.

 

Unicorn Overlord está lleno de este tipo de relaciones con el mundo, ya sea en cosas tan directas como la anterior o las conversaciones entre personajes de nuestro ejército o en los diálogos de los múltiples NPCs que encontramos en los pueblos. Los pequeños comentarios que encontramos en la sección de biblioteca del menú acerca de cada ciudad, fortalezas e incluso de la comida de cada región, hacen que el juego tenga ese intangible de mimo, cariño e ir mucho más allá de lo necesario para crear un mundo de fantasía creíble. Y en todo esto juega un papel primordial el arte del juego. En pleno 2024, sigue resultando increíble el nivel de detalle y cuidado que tiene cada pincelada y trazo de cualquier captura de pantalla del título y se agradece que sigan existiendo estudios que sigan apostando por este tipo de detalles.

 

Son esta serie de decisiones artísticas y de diseño, junto a toda la parte jugable la que han llevado a Vanillaware a crear un juego de esos que se convierten en un nuevo pilar al que mirar cuando alguien se plantee hacer un juego de estrategia medieval. Y por suerte, parece que el esfuerzo ha merecido la pena, con el juego agotándose en las tiendas japonesas y, como mínimo, también en las españolas. Esperemos que esto les ayude a no tener que quedarse al borde del cierre y les permita seguir haciendo juegos durante muchos más años.

 

Unicorn Overlord – El juego de estrategia que se merece conquistar el mundo

En 2019 Yoko Taro (Nier, Drakengard, Voice of Cards) dio varias entrevistas donde destacaba Aegis Rim: 13 Sentinels como el juego que más le había impactado ese año y afirmaba que Vanillaware es una empresa que debería de estar protegida por el gobierno nipón, para evitar su quiebra y que pudiesen seguir haciendo juegos tan buenos en lo mecánico, como en lo estético. Llegaba incluso a decir que el arte del estudio se podría considerar «un tesoro nacional, con un nivel de ilustraciones en dos dimensiones con tanta calidad que solo ellos son capaces de alcanzarlo». Y razón no le falta.

 

Unicorn Overlord es una obra de arte en movimiento en su apartado visual. Es también el simulador de estrategia definitivo, poniendo tantas piezas y posibilidades encima del tablero, que te motiva a ir probando cosas y cambiando formaciones por gusto, aunque hayas encontrado alguna que sea óptima. Durante las 40 horas que me ha llevado completarlo (me falta únicamente alguna misión secundaria menor de encontrar tesoros por el mapa). Estuve todo el rato moviendo a mis tropas por gusto y curiosidad entre distintas combinaciones de batallones cada vez que llegaba una clase nueva, algo que ocurre constantemente. Es un puzle con demasiadas piezas, sin ninguna solución concreta, pero muchas correctas, que espera que te adaptes constantemente a los nuevos desafíos y cambios de normas constantes que presenta con cada enfrentamiento. Si no fuera por la historia, que cumple sin más, estaríamos hablando de un juego perfecto, que cumple todos los objetivos que se marca y esos son los juegos más difíciles de ver. Precisamente por eso, fastidia aún más que roce la excelencia con la punta de los dedos.

 

Hemos analizado Unicorn Overlord gracias a un código digital cedido por Plaion. Versión analizada: 1.01

Unicorn Overlord Analisis Nintendo Switch
Simulador táctico definitivo
Unicorn Overlord tiene el mismo problema que Fire Emblem Engage: si vienes por la historia, es probable que salgas decepcionado. Sin embargo, si vienes por el componente táctico, el juego de Vanillaware va a darte tanta dopamina que te engancharás a él de principio a fin.
PROS
El apartado visual es de esos que quita el aliento, lleno de detalles, efectos visuales y animaciones
La increíble cantidad de opciones de personalización a la hora de gestionar nuestro ejército. Los amantes de probar estrategias y combinaciones van a quedar saciados. Además te deja guardar configuraciones y estrategias para poder cargarlas rápidamente
Aún con tantas cosas a tener en cuenta, la curva de dificultad y aprendizaje está tan bien medida que antes de pasar a la siguiente lección, has comprendido la anterior a la perfección
CONTRAS
La historia cumple sin más, no estando a la altura de lo que prometieron en cuanto a la toma de decisiones
En el 95 por ciento de las misiones, el objetivo es simplemente derrotar al rival. Se agradecería un poco más de variedad
Los menús de gestión de inventario no son todo lo intuitivos que deberían
90
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