Un héroe samurái: la leyenda de Hank (2022)

En un mundo japonés feudal, el de los shogun y los samuráis, poblado por gatos, Ika Chu aspira a suceder pronto al actual Shogun, complaciéndole con el lujo de un magnífico palacio, y demostrándole que es un gran administrador; pero un pueblo de historia milenaria situado en sus tierras cree que ofrece una imagen deplorable, y ha decidido tirarlo abajo y expulsar a sus aldeanos deshaciéndose del samurái que los defiende. Sin embargo, obligado por el Shogun, debe ofrecer la ayuda de otra samurái, para cubrir las apariencias, y le otorga el puesto a Hank, nada menos que un perro que piensa, será eliminado inmediatamente por los propios aldeanos. Pero como tienen buen corazón, sobre todo la pequeña Emiko, le acogen, e incluso el viejo maestro de samuráis caído en desgracia Jimbo le instruirá en las artes del combate, que desconoce completamente.

Tres directores y cinco guionistas figuran acreditados en esta cinta animada de Nickelodeon, que homenajea a Sillas de montar calientes de Mel Brooks, el nonagenario cineasta pone incluso voz a uno de los personajes, Shogun, en la versión original. Al mismo tiempo ofrece una curiosa mezcolanza de referencias y guiños, e incluso de estilos de animación diferentes, que se introducen cuando hay un relato dentro del relato. Todo esto despista un poco al espectador, pues el conjunto ofrece una impresión algo caótica, pues vemos algo tipo western al estilo Los siete samuráis y su versión en Hollywood Los siete magníficos, hay alusiones metacinematográficas, incluso hablando de la duración de la película, o mostrando un flash-back con un proyector, se bromea con un váter gigante, o con alusiones surrealistas a Twitter... Son alocados gags, graciosos a veces, que juegan al descoloque porque están, sí, descolocados, y conviven con otros elementos más tradicionales, de peleas y persecuciones, o de personajes que se achantan y deben ser animados a asumir sus responsabilidades. Hay decisiones caprichosas en la trama, como el clímax de la inundación, traído por los pelos sin que venga mucho a cuento, en un ejercicio que parece acogerse a la coartada de “todo vale en esta peli”.

Si nos fijamos en los animadores, tenemos al responsable de la tradicional El rey león y la de personaje creador por ordenador Stuart Little, un venido a menos Rob Minkoff, a un animador de la saga Kung Fu Panda, Mark Koetsier, que puede aportar su experiencia de animales practicando artes marciales de combate, y Chris Bailey, procedente de una animación “modernilla”, ha estado detrás de Kim Possible. Los menciono porque dan idea del batiburrillo en que consiste el film. De todos modos, como la trama es dinámica, y la animación muy cuidada, con personajes gatunos de muy diverso pelaje más el perro Hank, se trata de un film disfrutable por los más jóvenes, que combina aceptablemente comedia y aventuras.