El número de marzo de Vogue España se pondrá a la venta el martes 1 de marzo.
‘Las amistades peligrosas’ (1988)
Con tan solo dieciocho años, Uma Thurman se enfrentó a un papel complicado, el de Cécile de Volanges en la versión de Las amistades peligrosas que dirigió Stephen Frears. Frente a ella, casi una recién llegada, pesos pesados de Hollywood como Glenn Close, John Malkovich o Michelle Pfeiffer, y otra joven promesa, Keanu Reeves. La cinta tuvo una excelente acogida, consiguió siete nominaciones a los Oscar y se alzó con tres, Mejor guion adaptado, Mejor diseño de vestuario y Mejor producción. Un placer para los sentidos y una cinta de época con todos los ingredientes para volver a ella sin parar. A saber, está situada temporalmente en la Francia prerrevolucionaria del siglo XVIII, su ambientación es espectacular y la maldad de sus protagonistas alcanza unas cotas pocas veces vistas en la pantalla.
‘Pulp Fiction’ (1994)
Mia Wallace, el personaje de Uma en Pulp Fiction, marcó toda la década de los 90. Su cara ocupó carteles que colgaban en las habitaciones de amantes del cine y quienes no lo eran tanto, se estampó en camisetas y fue casi omnipresente hasta la llegada de los 2000. Quentin Tarantino escogía a la actriz como contrapunto femenino en su tercera película, una historia cargada de testosterona y violencia. La inestabilidad del personaje de Thurman la hacía a su vez adorable, a pesar de llevar una vida con la que cualquier otra hubiera terminado muerta antes de cumplir los 25. El paso del tiempo le ha sentado bien a esta película que ha sido reimaginada e imitada hasta la saciedad.
‘Batman y Robin’ (1997)
No hay que hacer caso siempre a las críticas y en el caso del Batman que dirigió Joel Schumacher, menos. Bien, no es la mejor película de la carrera de ninguno de sus protagonistas, pero es descacharrante, divertidísima y marcó la infancia de los que nacieron a lo largo de los 80. El hombre murciélago fue George Clooney, su escudero Chris 0'Donnell y los malos dos pesos pesados: Arnold Schwarzenegger y Uma Thurman. Nadie nunca ha querido tanto a sus plantas como la actriz, metida por completo en el papel de Poison Ivy.
‘Gattaca’ (1997)
En pleno boom de la estética minimalista, Uma Thurman, Jude Law e Ethan Hawke protagonizaron esta película en la que se reflejaba un futuro en la que todos vestiríamos con uniformes que harían las delicias del Raf Simons más canónico. Pero además del plano estético, la película planteaba una serie de dilemas existencialistas y apuntaba ciertas predicciones acerca del comportamiento humano que se han terminado por cumplir. En una realidad hipervigilada, solo los mejores conseguían acceder a puestos de prestigio en el mundo de la industria aeroespacial. Es una de las mejores películas de la carrera de Thurman y su diseño de producción ha seguido siendo inspirador hasta nuestros días.
Con sus altos y sus bajos, la de Uma Thurman ha sido una carrera de largo alcance. En nuestra porada de marzo, celebramos el regreso tranquilo de una estrella que lo ha sido todo: de emblema sensual en ‘Las amistades peligrosas’ a icono feminista por obra y gracia de ‘Kill Bill’.
‘Acordes y desacuerdos’ (1999)
Una película menor de Woody Allen es mejor que la inmensa mayoría de los largometrajes que se estrenan cada semana. Acordes y desacuerdos no tuvo el eco de Hannah y sus hermanas o Misterioso asesinato en Manhattan, pero sí se aprovechó de un momento dulce en la creatividad del cineasta para contar una historia ambientada en los años 30 estadounidenses. Todo en ella gira en realidad en torno a un músico de jazz, Emmet Ray (Sean Penn), quien se enfrenta a la mafia y se enamora de cualquier mujer que se cruce en su camino, algo habitual en el cine de Allen.
‘Kill Bill 1 y 2’ (2003 y 2004)
Casi una década después del estreno de Pulp Fiction, Quentin Tarantino volvía a llamar a Uma Thurman. Esta vez, eso sí, con un papel protagonista y no secundario. La novia se convertía en un icono de los primeros 2000, al igual que Mia Wallace en los 90. A modo de antología y con estructura capitular, el personaje de la actriz busca venganza en un mundo en el que va acabando con todos los que provocaron que su vida se desmoronase el día de su boda (de ahí el nombre de su personaje). Daryl Hannah, Lucy Liu o David Carradine están en esta película en la que se dan la mano todas las obsesiones del director. Desde el Japón de la yakuza, al Medio Oeste americano. Ah, no quedó nadie por aquel entonces que no se comprara un par de zapatillas Onitsuka. La historia se dividió en dos entregas igual de emocionantes.
‘Nymphomaniac 1 y 2' (2013)
En un giro inesperado de los acontecimientos, Uma Thurman se atrevió a tomar el papel de la señorita H en la bilogía de Lars Von Trier más sexualmente explícita, Nymphomaniac. Y lo es, sí, pero también es una brutal clase de antropología y un tratado sobre las particularidades sexuales de cada uno y cómo estas tienen su origen en la más tierna infancia. Charlotte Gainsbourg, Christian Slater, Stellan Skarsgard, Shia LaBeouf, Jamie Bell, Willem Dafoe o Mia Goth también están en el reparto de esta obra inmensa, en duración y profundidad, de uno de los cineastas más polémicos y relevantes del siglo XXI. Para todos los protagonistas fue un giro radical en sus carreras que algunos han mantenido y otros han preferido olvidar. Las dos entregas de Nymphomaniac, independientemente de eso, bien merecen un visionado (o varios).
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