‘El clon de Tyrone’: distopía racial, delirio cómico y suplicio narrativo | Cultura | EL PAÍS
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Crítica | El clon de Tyrone
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘El clon de Tyrone’: distopía racial, delirio cómico y suplicio narrativo

El filme coincide con el tono, la perspectiva y la libertad narrativa de ‘Todo a la vez en todas partes’: aunando fantasía, absurdo y alguna nota surreal

Fotograma de la película 'El clon de Tyrone'.Foto: Netflix | Vídeo: Netflix

Todo a la vez en todas partes se estrenó en el South by Southwest Film Festival de Austin, en Texas, el 11 de marzo de 2022. El camino recorrido desde entonces por la película es bien conocido, premios Oscar incluidos. Ahora bien, lo que nos toca analizar en el presente y hacia el futuro es la influencia que pueda empezar a tener en otras producciones, tanto por el atrevimiento argumental, tonal y narrativo, en fin, por la creatividad artística, como por cuestiones puramente comerciales, es decir, relacionadas con la osadía de la apuesta por este tipo de fantasías sin freno, apoyadas en la cotidianidad, el divertimento y la risa, pero desplegadas hacia la creación de universos propios que cruzan la frontera de la ciencia ficción hasta alcanzar lo social y lo moral.

Y aunque siempre resulte complicado saber los tiempos exactos de los procesos artísticos de las películas desde que empiezan a pergeñarse en la mente de su creador y hasta que llegan a las pantallas, no es ninguna locura aventurar que en la concepción, desarrollo, promoción y venta de El clon de Tyrone, que llega este viernes a Netflix en exclusiva, hay mucho de ese camino abierto hacia el delirio —si no hacia el desbarre— de la sorprendente, desequilibrada, desconcertante, dispersa, audaz, incomprensible, estridente y libertina obra de los Daniels (Kwan y Scheinert), triunfadora del año 2022 y de los inicios de 2023.

En su primer largometraje, Juel Taylor, hasta ahora director de capítulos de series menores y coguionista de Creed II. La leyenda de Rocky, ha compuesto una extraña (y cansina) comedia conspiranoica de ciencia ficción, que a través de muy particulares elementos sociales y de raza (negra, la suya), coincide sobremanera con el tono, la perspectiva y la libertad narrativa de Todo a la vez en todas partes: aunando fantasía, absurdo y alguna nota surreal. Así, mientras esas puertas de ascensor hacia lo prohibido, hacia los secretos del poder, ocultas en refrigeradores de tiendas de alimentación, pueden llegar a recordar al piso 7 y ½ de Cómo ser John Malkovich, la trama principal lleva implícitas relevantes cuotas de denuncia política dentro de un engranaje de fantasía impuesto a pie de calle.

Un fotograma de la película 'Un clon de Tyrone'.
Un fotograma de la película 'Un clon de Tyrone'.Parrish Lewis/Netflix © 2023.

Un traficante de drogas, un proxeneta y una prostituta, interpretados por John Boyega, Jamie Foxx y Teyonah Parris, tres productos de la esquina moral más depauperada de la comunidad afroamericana, son los encargados de descubrir, entre (presuntas) risas y cierta violencia, lo que se oculta en las oscuras medidas impuestas por el gobierno. Una investigación que lleva a la película hasta el territorio, cuando menos bastante original, de la distopía cómica surgida de una sátira política blaxploitation. Y con una ciencia ficción tan abarrotada de referencias explícitas en los diálogos al cine y a la cultura popular, soltadas sin ton ni son, que acaba agotando: Kevin Bacon y El hombre sin sombra; Bob Esponja, Patricio y Calamardo; Rambo y Expediente X; 50 cent; Spider-man y La naranja mecánica; Training day, El libro de Ely y hasta Los teleñecos, por citar unos cuantos. En definitiva, una losa sin identidad en lugar de un rosario de gracias.

El surrealismo de la serie Atlanta se funde de este modo con las farragosas argumentaciones de Todo a la vez en todas partes. Ahora que nos dejan, escribamos cosas raras, parecen decir autores como los Daniels y, en este caso, Taylor. Cosas raras que, por supuesto, ellos creen que hay que intentar explicar y que, pese a ello, no hay quien las entienda del todo. Y eso, precisamente eso, no es surrealismo. Únicamente, delirio retórico. Al menos la esencia sociopolítica de El clon de Tyrone, ambientada en una época indeterminada que subraya la opresión sistémica hacia los afroamericanos, sí que se entiende. Y viene implícita en una frase de los primeros minutos de relato: “¡Basta ya de violencia entre negros!”.

EL CLON DE TYRONE

Dirección: Juel Taylor.

Intérpretes: John Boyega, Jamie Foxx, Teyonah Parris, Kiefer Sutherland. 

Género: comedia. EE UU, 2023.

Plataforma: Netflix.

Duración: 122 minutos.

Estreno: 21 de julio.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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