Así ha cambiado Tyra Banks, la modelo que pasó de desfilar para Victoria’s Secret a ingresar en Harvard

Así ha cambiado Tyra Banks, la modelo que pasó de desfilar para Victoria’s Secret a ingresar en Harvard

Icono de los noventa

A sus 48 años, la empresaria sigue triunfando en todos sus proyectos 

Así ha cambiado Tyra Banks, la modelo que pasó de desfilar para Victoria’s Secret a ingresar en Harvard
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Así ha cambiado Tyra Banks, la modelo que pasó de desfilar para Victoria’s Secret a ingresar en Harvard

La historia de Tyra Banks es probablemente muy distinta a la trayectoria de muchas de las modelos de su misma generación. Sin afán de desmerecer el mérito de nadie, fue de las primeras supermodelos que pasó por la universidad, concretamente por Harvard. Desde que tenía uso de razón fantaseaba con ser modelo, aún así nunca abandonó los estudios y siempre estuvo entre las alumnas más destacadas de su clase.

Nunca imaginó que entraría en la historia como la primera mujer afroamericana en firmar un contrato con Victoria’s Secret, un acuerdo que se extendería hasta diez años. Además de ser una alumna avanzada, Banks sufrió bullying en la escuela. Nacida en Los Ángeles, California, sus compañeros le discriminaban por su color y sus curvas, llamándola “patito feo”.

“Pasé de ser muy popular en sexto grado a tener depresión infantil en séptimo grado. No quería salir de casa, no miraba a la gente a los ojos y me sentía mal con respecto a todas las partes de mi cuerpo”, confesó en una entrevista con la revista Insider.

Rondaba la preadolescencia y su afán por entrar en la industria de la moda no menguaba. Pero el racismo que imperaba –e impera- en el sector no hacía más que cerrarle la puerta una y otra vez. “Todos los días me iba llorando a casa porque no me elegían y me parecía muy cruel que me dijeran que no, simplemente porque ‘ya había una mujer negra en el modelaje’ y esa era Naomi”, explicó a The Wall Street Journal.

No fue hasta los 16 años que Elite Model Management le echó el ojo y le invitó a hacer las maletas y trasladarse a la capital de la moda. Llegó a París en 1991 con ese anhelo de modelo primeriza que desea triunfar en la cuna de la industria a toda costa. No fue hasta pasados cinco años, en 1996, que protagonizó su primera portada en la revista Sports Illustrated junto a Valeria Mazza.

Este sería el inicio de una carrera en la que desfilaría para los diseñadores más prestigiosos –Chanel, Yves Saint Laurent, Dior, Givenchy- y sería protagonista de las principales cabeceras de moda –Vogue, Harper’s Bazaar, Elle-. En esa etapa en la que la fama provoca que muchos pierdan el norte, Banks siguió los consejos de su madre y ahorró todo lo que pudo para conseguir ser propietaria de su propia casa con tan solo 20 años.

“Cuando mis padres se divorciaron, mi madre, mi hermano y yo nos fuimos a vivir a un apartamento de un sola habitación. Me dijo: ‘vamos a vivir aquí un año y haremos de este el lugar más hermoso del mundo’.”, estas vivencias le llevaron a madurar a un ritmo mucho más acelerado que las demás.

“Mientras muchas modelos se iban de fiesta, compraban ropa cara de diseñador y se alojaban en los mejores hoteles durante la Semana de la Moda, yo me hospedaba en cualquier lugar económico y ahorraba dinero; mi madre me explicó que invertir es muy importante y así me compré mi primera casa”, explicó.

Una retirada a tiempo es una victoria

Paradójicamente, corría el año 2005 cuando Tyra Banks anunció que se retiraba de las pasarelas de moda. Desde los 22 hasta los 32 años había sido la “reina de la lencería” y justo en el punto más álgido de su carrera decidió ponerle fin. Nadie entendió cómo en su mejor momento profesional podía tomar una decisión tan determinante.

“Quería ser como los atletas, que se retiran y sus proezas quedan inmortalizadas en el tiempo, porque aunque estaba en la cima me daba cuenta de que la industria me iba a descartar en breve por mi edad. Realmente me hubieran echado de una patada en un par de años”, confesó ella misma varios años después.

Tras su retirada, en 2003, creó su propio programa de televisión, America’s Next Top Model, visto en más de 140 países. En 2010 se graduó en la Universidad de Harvard, con la idea de impulsar aún más su negocio en Internet. Una apuesta por la que tuvo que desembolsar 31.000 dólares al año, solo para pasar tres semanas en el campus. “Para que mi empresa crezca y sea la mejor, y para llegar a las mujeres, y para servirlas”, explicó la modelo a CBS. Su compañía se dedica además a apoyar a emprendedora relacionadas con el mundo de la moda.  

Logo LV Este artículo se publicó en La Vanguardia el 29 de abril del 2022
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