El regreso a casa de Madea (2022), de Tyler Perry

La anciana Mabel Earlene Simmons, más conocida como “Madea”, se prepara para el regreso a casa de Tim, su bisnieto, pues éste se ha graduado en la universidad como primero de su promoción. Le acompaña inesperadamente Davi, su compañero de cuarto, al que parece bastante unido. Davi asegura que Tim debe contarle un gran secreto a la familia, lo que desata los comentarios sarcásticos del tío Joe, que piensa que son homosexuales, mientras que la anciana tía Bam coquetea con el amigo del chico.

Duodécima entrega de la saga dirigida y escrita por Tyler Perry, que interpreta a Madea, la anciana protagonista y a numerosísimos personajes secundarios, todos ellos con caracterizaciones y acentos diferentes, se diría que siguiendo la estela de Eddie Murphy, en títulos como El príncipe de Zamunda. Si a aquel ya le perdía cierta tendencia a la grosería y a chistes muy localistas, incomprensibles fuera de Estados Unidos, su sucesor padece ambos problemas multiplicados por diez.

Tomadura de pelo de proporciones épicas, pese a la sencillez de la trama, algunos chascarrillos y subtramas sólo los entenderán quienes hayan visto las anteriores entregas. De realización descuidada y diálogos pobres, resulta llamativo el egocentrismo que destila el tal Perry, que parece estar pasándoselo bomba con sus chistes, mientras que sus acompañantes en pantalla padecen sus gracias en los pocos segundos que se dedica a sus tomas, pues todo parece estar monopolizado por el creador de la saga. Se incorpora al reparto Brendan O’Carroll como Agnes Brown, tía irlandesa de Davi que proviene de la serie de la BBC británica Mrs. Brown's Boys, también protagonizada por un hombre travestido.

En resumen, el público normal tiene la sensación de haber llegado tarde a una fiesta, en la que todos están borrachos menos él, por lo que no puede seguir las bromas que todos ríen. Lo peor, que todo indica que la saga más innecesaria de la historia del cine tiene visos de continuar en el futuro.