20 cosas que ver y hacer en Turquía - Mochileando por el Mundo

20 cosas que ver y hacer en Turquía

Donde oriente y occidente se encuentran, tierra de tradiciones, lugares encantados y recuerdos del extraordinario Imperio Otomano… ¿Sabes ya de qué destino te hablamos? Correcto, Turquía es un país de contrastes, con una cultura única y con una historia bien interesante. Si estás planeando cruzar sus fronteras pon mucha atención porque te contamos 20 cosas que ver y hacer en Turquía, aquellos lugares imprescindibles que visitar en tu viaje.

Se nos ponen los ojitos con forma de corazón, como en los dibujos japoneses, pero es que pocos sitios hay en el mundo tan exóticos y mágicos, a un corto vuelo de distancia. Por allí se sucedieron grandes imperios, pasaron figuras legendarias y se narraron cuentos increíbles.

Tierra de alfombras, té y minaretes. Globos que surcan los cielos y ruinas que esconden cientos de secretos. Especias y pinchos de carne, miradores y las aguas del Bósforo. Turquía nos ha enganchado pero bien 😉 Acabamos de irnos y ya soñamos con volver, con esto te lo decimos todo.

¿Eres de los suertudos que van a visitar pronto este increíble país? Entonces ¡toma nota!

20 cosas que ver y hacer en Turquía

Vale, 20 NO son ni de lejos todas las maravillas que te esperan en Turquía, pero el tiempo es limitado y por algo hay que empezar. Esperamos que esta selección de los lugares imprescindibles que visitar en Turquía pueda ayudarte a planificar un poquito tu ruta.

Aunque Turquía es un país que se puede visitar perfectamente por libre, para verlo todo en poco tiempo te recomendamos este circuito de 7 días por lo mejor del país desde Estambul (con guía en español)

1. Patéate hasta el último rincón de Estambul

En realidad necesitaríamos 3 vidas para conocer Estambul a la perfección. Esta enorme ciudad, que parece un mercado gigantesco que nunca duerme, es sin duda de los lugares más sorprendentes, cautivadores, inspiradores y vivos que visitamos jamás.

Cualquier viaje a Turquía debería empezar por aquí, y aunque no es su capital (recuerda que es Ankara), se trata de su corazón cultural, su alma y su mayor tesoro. Bizancio, Constantinopla y ahora Estambul se ha ido construyendo con el tiempo, haciéndose y rehaciéndose según los acontecimientos, hasta convertirse en la gran metrópoli de mezquitas y bazares que hoy sobrecoge al viajero.

En su gigantesca extensión (ya sabes que Estambul se extiende a ambos lados del Bósforo, que la divide en parte europea y parte asiática) hay un buen puñado de sitios que visitar, como la Mezquita Azul con sus preciosos mosaicos, la gigantesca Santa Sofía, el Palacio de Topkapi el preferido de los sultanes, o el Gran Bazar y el Bazar de las Especias, donde tendrás desplegar dos armas: paciencia y capacidad de regateo.

30 cosas que ver y hacer en Estambul

2. Surca el cielo de la Capadocia en globo

Una experiencia única que vivir en Turquía será montar en globo y recorrer el precioso paisaje surrealista de la Capadocia desde las alturas. A primeras horas de la mañana el cielo se irá llenando de estos globos gigantescos (cada día salen 150 según nos comentaron), en una procesión de colores extraordinaria.

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Si desde arriba la Capadocia es un mundo encantado, de chimeneas de hada y formaciones volcánicas imposibles, a ras de suelo la cosa no cambia. Además de cerca podrás conocer su mayor secreto: estas rocas fueron excavadas para convertirse en casas, monasterios e iglesias rupestres que datan de los propios inicios del cristianismo. Algunas de ellas todavía conservan casi intactos sus murales.

Si es posible dedica unos 3-4 días para recorrer las ciudades subterráneas, las iglesias rupestres, Uchisar y su castillo, Göreme, los valles y cuantos más restaurantitos con suelos de alfombras y vistas alucinantes posibles.

vuelo en globo por Capadocia Turquía

3. Chapotea en el Castillo de Algodón

Otro lugar que parece salir de un cuento es Pamukkale, que en turco significa “Castillo de Algodón”. Desde hace miles de años ya estas aguas termales se aprovechaban para tratamientos de salud, pero lo que atrae verdaderamente son las piscinas de travertino de un blanco casi atómico, que van superponiéndose en la ladera de la montaña.

Con el boom del turismo en la zona se construyeron varios hoteles termales que acaparaban el agua provocando una catástrofe natural. Por ello en los últimos tiempos el gobierno ha obligado a mover estos hoteles a un lugar más oportuno, aunque todavía se permite caminar sobre las piscinas naturales (algo que tarde o temprano suponemos que prohibirán).

En la parte inferior si que hay una piscina artificial preciosa, conocida como La Piscina de Cleopatra, donde poder darse un baño tranquilamente en estas aguas curativas rodeado de ruinas griegas sumergidas.

Aquí te contamos lo mejor que ver y hacer en Pammukale

4. Hierápolis, uno de los sitios que visitar en Turquía sin falta

Al ladito de Pamukkale se encuentran las ruinas de la antigua ciudad griega de Hierápolis, fundada en el siglo II a. C. y que en aquellos tiempos servía como lugar de reposo y curación por sus aguas termales para todo aquel que podía permitírselo.

De su glorioso pasado helenístico y romano todavía se conserva en buenas condiciones su Teatro que, en su momento de mayor esplendor, podía albergar a unos 12.000 espectadores. Hay también restos de algunos templos, de los baños romanos, de calzadas y a lo lejos en la montaña se divisa el monumento al Martirio de San Felipe, en honor a uno de los doce apóstoles.

5. Flipa con la Biblioteca de Celso en Éfeso

Tendrás que dirigirte hasta la costa del Mar Egeo para conocer otro de los sitios arqueológicos más importantes de Turquía. Éfeso fue una de las ciudades más importantes de la historia clásica, no solo en el territorio turco, sino en todo el Mediterráneo.

Su pasado helenístico y romano se puede observar hoy en día en sus ruinas, probablemente las mejores de esta época en el país. Caminar por sus calzadas, rodeados de columnas y antiguos templos, es un maravilloso viaje en el tiempo. Podrás conocer el Ágora, el Templo de Adriano, el Teatro, el Odeón, el antiguo Lupanar, las termas y los baños (con sus agujeritos y todo), o la Biblioteca de Celso, su joya más preciada.

Fue aquí donde se encontraba el Templo de Artemisa, según los historiadores el mayor jamás construido en la antigüedad y una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Por desgracia de él solo se conserva una columna de las 127 que lo componían (está a un par de km de las ruinas principales).

Biblioteca de Celso Éfeso Turquía

6. Visita Esmirna (Pérgamo y ruta en barco)

Esmirna es otro de esos nombres que nos rememoran a las leyendas clásicas, a esas guerras infinitas entre los pueblos del Mediterráneo… Y es que sin ir más lejos, Homero, autor de la Ilíada y la Odisea, nació en Esmirna en el siglo VIII a. C.

Pero al contrario que sucede con Éfeso, sobre esta antigua ciudad hoy se aposenta la tercera metrópoli más grande de Turquía, y nada o casi nada recuerda a ese pasado. Pero puede ser una buena base para conocer la Costa Egea y sus innumerables encantos.

Entre ellos la ciudad antigua de Pérgamo, que te recomendamos visitar con guía para entender el sistema de curación loquísimo que se usaba por aquel entonces. O relajarte haciendo un paseo en barco por la bonita costa turca.

7. Asiste a una ceremonia de los Derviches Giróvagos

Otra de las mejores cosas que ver y hacer en Turquía es asistir a un espectáculo de los Derviches Giróvagos, una orden fundada por el maestro Mevlana Rumi, allá por el siglo XIII. Si, aquellos hombres vestidos de blanco que se ponen a girar y girar sin apenas inmutarse. En realidad más que de espectáculo habría que hablar de una verdadera ceremonia (sema): la fuerza y la energía que transmiten es súper potente.

Nosotros tuvimos la suerte de visitar Konya, la ciudad donde nació esta orden y centro del sufismo islámico de Turquía. Curiosamente no vimos a los derviches allí, sino en Estambul: Héctor, el tío de Rober, ya había estado en la ciudad y nos llevó a un sitio donde, mientras cenamos y fumamos narguile pudimos ver a un derviche bailar. Si te interesa, el sitio es el Mesale Café.

8. Flipa en Sumela

¿Sabías que en Turquía hay un monasterio griego ortodoxo construido en la pared de una montaña? Se trata de Sumela, un lugar verdaderamente emblemático. Se fundó en el siglo IV y estuvo habitado hasta el año 1923, cuando los últimos monjes fueron expulsados a la fuerza de allí.

Se encuentra en la zona de Trebisonda, en un paraje natural muy bonito. Nosotros no hemos tenido ocasión de verlo en este viaje, pero lo tenemos bien apuntado para el próximo.

9. Empápate del azul turquesa de la Costa Turca

Por disputas y guerras a lo largo de los años, todas las islas que pueblan el Mar Egeo pertenecen a Grecia. Mucho se habla de las islas griegas (su fama es bien merecida), pero la Costa Turca no tiene nada que envidiarle: aguas cristalinas y turquesas, pueblos pintorescos, comida deliciosa y gente acogedora y abierta.

Una de las zonas más interesantes es Bodrum, donde entre una playa y otra deberás visitar las ruinas del Mausoleo de Halicarnaso, otra de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y su Castillo. O la península de Çeşme, frente a la isla griega de Quios, con playas muy chulas.

10. Dale una oportunidad a Ankara

Ankara, la capital turca, a priori no tiene un gran interés, pero si tu ruta pasa por allí dedica unas horas para conocer algunas de sus propuestas más interesantes. Como el Museo de las Civilizaciones de Anatolia que alberga objetos y exposiciones de las antiguas civilizaciones que poblaron este país, con un incalculable valor. La mezquita Melike Hatun, la Prisión de Ulucanlar donde se encerró, torturó y ejecutó a escritores, periodistas y presos políticos durante los años 80 y hoy es un museo, o el Castillo de Ankara dominando la ciudad desde lo alto de un promontorio. Además de su coqueto casco histórico.

Y por supuesto el Mausoleo de Atatürk, una monumental construcción con enormes pilares de piedra donde descansan los restos del padre de los turcos y fundador de la Primera República de Turquía. En sus pabellones hay exposiciones que explican los avances que experimentó el país con las nuevas políticas. Ah, y también está el perro de Atatürk embalsamado 😛

Mausoleo de Ataturk Ankara

11. El Monte Nemrut, de los sitios más curiosos que ver en Turquía

Un lugar curioso que visitar en Turquía es el Monte Nemrut, la cima más alta de la Mesopotamia Septentrional con 2.150 metros. No es su tamaño lo que interesa, en realidad no deja de ser una «montañita» comparada con sus vecinas del este, lo interesante es el santuario dedicado al Rey Antíoco I de Commagene.

En el siglo I a.C. este rey se construyó su mausoleo particular en la cima de la montaña, y lo rodeó de estatuas de diferentes dioses, animales y de sí mismo (así era…). De estas figuras hoy solo se conservan las enormes cabezas de piedra desperdigadas por el suelo, en un paisaje un tanto irreal que nos recuerdan un poquito a los moáis de la Isla de Pascua.

12. Busca el arca de Noé en el Monte Ararat

Si hablamos de montañas legendarias no podemos olvidarnos del Monte Ararat, en la frontera con Armenia. Desde que Rober leyó “¿Hay Dioses en el Olimpo?” lo tiene bien marcado en su wishlist. Dicen que aquí es donde Noe llegó con su Arca escapando del terrible Diluvio Universal.

Obviamente no hay ninguna evidencia que demuestre este hecho, pero más allá de su halo legendario, la zona es de una belleza inequívoca y si eres amante de los trekkings, pues, fijo te encantará.

13. Fuma una shisha

Si nunca has fumado una shisha (cachimba, pipa de agua, narguile…) en Turquía podrás iniciarte en el gran arte del fumeteo. Es casi deporte nacional, o al menos lo parece ya que son MUY populares. Estas pipas de agua se cargan con tabaco aromatizado con muchos sabores diferentes, y duran un buen rato. Se pueden encontrar en muchísimos locales, donde está permitido fumar en el interior. El precio va desde 50 a 150 liras.

Normalmente los locales se piden una pipa para cada uno, pero nosotros compartimos una de regaliz y nos supo a gloria (aunque cuidadín que si no eres fumador puede que acabes mareado).

14. Disfruta de la gastronomía turca

No es que sea de las mejores cosas que hacer en Turquía, pero creemos que es inevitable: vas a engordar. Tal cual: resistirse a las koftas, al borek, al kebab y al gozleme es algo demasiado difícil. Ni lo intentes. Y qué decir de los postres, hay una pastelería cada 50 metros! Disfruta, que ya tendrás tiempo para la operación bikini (que invento más malvado).

En este post te contamos cuales son cuales son los platos típicos que comer en Turquía sí o sí.

15. Bebe té (mejor con baklava) y «mastica» café turco

Y después de una comilona nada mejor que seguir con la tradición turca… Y para ello te ofrecemos un café turco virtual, esperando el real que tendrás que probar sí o sí cuando andes por allá.

Aunque no es la bebida más consumida, si que es la que más ha trascendido fuera de sus fronteras. La razón de su fama es su textura espesa, que tal y como nos avisaron nuestros amigos Fer y Paloma, más bien parece petróleo. Se sirve en pequeñas tazas, y según lo vas bebiendo se va transformando en una amalgama de posos intragable. Quizás por eso se suele acompañar con un vasito de agua. Se dice que los hombres turcos se dejan bigote para que haga de filtro al beber el café.

Si probar el café turco es una experiencia que quizás no te apetezca repetir, el çay, el té turco, es exquisito. Es imposible ver a una persona parada en un local y que no tenga en su mano un vasito curvo con té. Se bebe a todas horas, en cualquier lugar y sin remordimiento, y es súper barato!

Si ya te pides el té de manzana (elma çay) y lo acompañas de un baklava, un postrecito típico que se prepara con pasta filo, fruta seca y miel, triunfas.

te de manzana Turquía

16. «Relájate» en un hammam

Con tripita y tó, bien empoderad@ y sin complejos, tienes que probar la experiencia de un hamman turco. Sudarás, te frotarán con mucha fuerza y te dejarán como nuevo. Sin duda es un recuerdo único de un viaje a Turquía.

El recorrido completo dura 1 ahora aproximadamente y se compone de baño de vapor, refrotes por todo el cuerpo con jabón y masajes bestias. Eso en pelotilla picada, salvo por una pequeña toalla con la que taparte lo que puedas.

17. Sácate un selfie con el caballo de Troya

Seguro que Troya te suena… sí, sí, la de la Ilíada. Efectivamente la famosa batalla clásica que posteriormente popularizó Brad Pitt and company se produjo en las costas turcas. Te contamos más curiosidades sobre Turquía en este artículo.

De su antigua ciudad quedan algunas ruinas bastante mal puestas, pero sí hay una copia del famoso caballo de madera, así que selfie asegurado.

18. Ruta Licia, para amantes de los trekkings

¿Sabías que en Turquía se encuentra un sendero que para muchos representa uno de los trekkings más bonitos del mundo? Hablamos de la Ruta Licia, un recorrido de unos 500 km que atraviesa parte de la península de Teke, entre las provincias de Mugla y Antalya. Se llama así porque a lo largo del trekking visitarás tumbas y yacimientos arqueológicos que pertenecían al pueblo de los Licios, grandes marineros y comerciantes que habitaron la zona hace unos 3.000 años.

Tampoco faltan las visitas a pueblos, acantilados y paisajes que quitan el hipo. Vamos… si buscas una ruta original donde gastar un par de zapatillas o dos, aquí tienes una idea.

19. Afrodisias, otro sitio que visitar en Turquía

Patrimonio de la Unesco, el de Afrodisias es uno de los yacimientos arqueológicos más bonitos de Turquía. De la antigua ciudad griega destacan el Templo de Afrodita, dedicado a la diosa griega del amor, el tetrápilo, el antiguo estadio, el Sebasteión y las termas de Adriano.

Se encuentra a unos 80 km de Pamukkale y Éfeso, en la ruta hacia la costa del Mar Egeo.

20. No te pierdas la llamada a la oración

Y para acabar vamos a recomendarte un plan diario que a nosotros nos encanta: la llamada a la oración del muecín, que retumba desde los altavoces en lo alto de los minaretes de cada mezquita. Especialmente la llamada al atardecer. Ese momento mágico, en el que los últimos rayos del sol desaparecen y los colores de la ciudad se van apagando.

Siempre he pensado que en otra vida debía ser una princesita en algún país de Oriente Medio, porque la paz que me transmite la llamada al rezo no es normal. En otra vida también estuve en los Estados Unidos de los ’50, bailando con vestidos de cuadros y comiendo hamburguesas con milkshake XD. Menuda mezcla de vidas pasadas jeje.

Mezquita de Suleiman Estambul

Ojalá estas 20 cosas que ver y hacer en Turquía te hayan gustado y sean un aperitivo de lo que te espera. Este país es enorme y repleto de sitios alucinantes, sinceramente nos parece un viajazo y sabemos que vamos a volver para explorarlo más y para buscar otros lugares originales y fuera de las típicas rutas. Así que… seguiremos informando 🙂

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que ver y hacer en Turquía

2 comentarios en “20 cosas que ver y hacer en Turquía”

    1. No, no lo es. Lleva mucho trabajo y viajes 😉 Nosotros lo llevamos haciendo desde 2011, te animamos a hacerlo también y si te resulta muy sencillo nos cuentas el secreto 😉 En cuanto a info que abunda en internet, pues, es un post de sitios qué ver en Turquía, si quieres cuando hagamos uno de lugares inexistentes te lo enviamos, ya verás que ese será muy original 🙂 Y por último tema fotos… son nuestras! Saludos

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