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Descubre Turín, una ciudad de infinitos detalles rica en esplendores del pasado

Elegante y austera, Turín cuenta con un patrimonio artístico y cultural único: elegantes residencias aristocráticas del pasado, impresionantes palacios barrocos, ricos museos y monumentos de incalculable valor la caracterizan todavía hoy, convirtiéndola en una mezcla única de antigüedad y modernidad.

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Palazzo Madama

Palazzo Madama

Lo que hoy es el Palacio Madama, en la plaza Castello, prácticamente frente al Palacio Real, fue en su origen una puerta de la ciudad, para transformarse en la Edad Media en fortaleza y luego en castillo de los príncipes de Acaja. Por su parte, las colecciones cívicas de arte antiguo se habían constituido por separado en otros lugares desde 1863 para recoger y transmitir el patrimonio histórico y artístico de Turín y del Piamonte. Los dos destinos, el milenario del edificio y el secular de las colecciones, se unieron en 1934. Entre tanto, además de tener otros usos, el edificio fue la sede del primer Senado del Estado unificado italiano. El museo actual, dividido en varios recorridos dedicados a la historia, la arquitectura y las colecciones, cuenta con más de 70 000 obras de pintura, escultura y artes decorativas desde la época bizantina hasta el siglo XIX. El transcurso del arte europeo desde la Alta Edad Media hasta el Barroco se ilustra también con manuscritos iluminados, mayólica y porcelana, oro y plata, muebles y tejidos. Entre las obras más famosas se encuentran el Retrato de un hombre de Antonello da Messina, el códice de las Très belles Heures de Notre Dame de Jean de Berry y una serie de objetos artísticos del Gabinete de Maravillas de Carlos Manuel I de Saboya. La Sala del Senado («Sala Senato»), el Patio Medieval («Corte Medievale») y la Sala del Taller («Sala Atelier») acogen exposiciones temporales. El museo se fusiona con la GAM-Galería Municipal de Arte Moderno y Contemporáneo y el Museo de Arte Oriental en su sede de la Fundación Torino Musei.
Museos y monumentos
La Sfinge

Museo Egipcio

Museo Egipcio un viaje por el Antiguo Egipto “El camino hacia Menfis y Tebas pasa por Turín”. (Jean-François Champollion) Es el más antiguo museo del mundo dedicado exclusivamente a cultura egipcia. Con más de 40.000 piezas expuestas, entre ellas tablillas antiguas, momias humanas y de animales, objetos funerarios y cotidianos, papiros, estatuas y esfinges, es el sexto museo más visitado de Italia. El museo ofrece la posibilidad de participar en visitas temáticas, admirar exposiciones temporales y participar en visitas y talleres didácticos para profundizar en los conocimientos que aquí se conservan. Varios espacios expositivos y rutas con una amplia oferta en cuanto a conocimiento y experiencia. imprescindible una visita a la Biblioteca Silvia Curto, que alberga interesantes obras y colecciones antiguas de gran valor. En el Museo Egipcio de Turín: con tableta Tabletas, mesas interactivas e ingeniosos efectos de iluminación para lograr una inmersión total en la corte de los faraones. El Museo Egipcio de Turín, el segundo en importancia después del Museo Egipcio de El Cairo, se sometió a una impresionante renovación en 2015, con la colaboración del famoso escenógrafo ganador de un Oscar Dante Ferretti. Hoy puedes efectuar una inmersión en la antigua cultura egipcia, que cobra vida gracias a soportes multimedia. Una puesta en escena digna de un Oscar Dante Ferretti es una estrella del firmamento italiano que brilla en la escena internacional. Diseñador de escenografía y vestuario, ha ganado tres Óscars, uno de ellos por la película de Martin Scorsese El aviador, y otros prestigiosos premios. Su talento visionario se encuentra también en el Museo Egipcio de Turín. Como parte de la renovación completa del museo en 2015, se le pidió que se encargara de la iluminación y de algunas instalaciones del museo. No te pierdas la sección titulada El Gran Nilo, que reproduce el curso del legendario río hasta su desembocadura, realizado con gelatina y fibra de vidrio como un gigantesco rompecabezas de paneles de tejido. Será un espectáculo admirarlo mientras das un salto de 24 metros por medio de un sistema de escaleras mecánicas, sobre unas riberas recreadas hoy en día con un estilo muy moderno. Sumérgete en el juego de luces y espejos Se debe a Ferretti la iluminación del estuario, una de las salas más espectaculares del Museo Egipcio, todo ello basado en tecnología LED con un alto grado de sostenibilidad medioambiental. Se trata de un espacio muy evocador, con paredes de color rojo pompeyano, donde las estatuas individuales están iluminadas tanto desde arriba como desde abajo, multiplicadas por un juego de espejos que permiten observar las obras maestras en su tridimensionalidad. Te sentirás como si estuvieras al lado de los faraones, tú, en primera persona. Gracias a una sofisticada tecnología de iluminación y a proyectores especiales de modelado, podrás admirar cada detalle de Ramsés II, el faraón más famoso, y de la Esfinge del Reino Nuevo; del rey Amenhotep II y de Sekhmet, la diosa con cabeza de león, y de la diosa con cuernos de vaca Hathor. Detente en los tonos de granito rosa de la estatua de Ramsés con el dios Amón y la diosa Mut. Déjate encantar por los jeroglíficos grabados en el sarcófago de Gemenefherbak y las inscripciones talladas en la piedra. Por qué en Turín? A principios del siglo XIX, tras las campañas de Napoleón en Egipto, la moda de coleccionar antigüedades de ese país se extendió por toda Europa. Bernardino Drovetti, cónsul general de Francia durante la ocupación, presumía de poseer una colección de 8000 piezas y más tarde el rey Carlo Felice también adquirió innumerables piezas: de la unión de estas dos colecciones nació el museo en su estado embrionario. Pertenencientes a la Casa de Saboya, décadas de expediciones siguieron enriqueciendo la colección y, en consecuencia, el museo. Así, Turín se convirtió en un importante centro de estudio de la cultura egipcia. Una ruta verdaderamente faraónica Más de 2 km de espacio expositivo en cuatro plantas, 8000 objetos expuestos, que abarcan un arco en la historia desde el año 4000 a.C. hasta el 700 d.C.: estas son las cifras récord del mayor museo egipcio de Europa, el segundo después de El Cairo en cuanto a cantidad e importancia de sus colecciones, y el más antiguo del mundo dedicado por completo a la cultura egipcia. Se exponen ajuares funerarios, estatuas, sarcófagos, joyas y papiros. El itinerario está bien organizado y no hay riesgo de dispersión. Si lo prefieres, puedes elegir una visita totalmente guiada por expertos u optar por la audioguía multimedia en smartphone, enfocando a los códigos QR. Las salas están salpicadas de tabletas y mesas interactivas: diviértete explorando los aspectos que más te interesen. No te pierdas los vídeos en 3D, que te harán sentir que eres arqueólogo durante un día. A través de secuencias en las que se muestran documentos de excavaciones y fotografías de la época, entrarás en el interior de la tumba de Kha y en la de Nefertari, y después entrarás en la capilla de Maia. Dos experiencias corolarias Una de las experiencias que puedes vivenciar, sobre todo si llevas niños, es la visita guiada temática titulada La vida en el más allá. Los antiguos egipcios dedicaban mucho tiempo a preparar su futuro después de la muerte, que era considerada la transición a una existencia posterior, tan gloriosa como la terrenal. Un egiptólogo te hablará de estas sofisticadas prácticas, desde la fabricación de sarcófagos hasta la preparación del cuerpo, que debía permanecer intacto, y el misterioso simbolismo de los papiros funerarios. Se recomienda a los amantes del arte que visiten el Área de Restauración en la segunda planta, donde pueden ver en directo como se efectúa la restauración de las exposiciones del museo.
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Museo dell�automobile di Torino

Museo Nacional del Automóvil de Turín

Una colección de automóviles única en el mundo El MAUTO (Museo Nacional del Automóvil) es uno de los museos más antiguos en su género. En 1932, Cesare Goria Gatti y Roberto Biscaretti di Ruffia, dos de los fundadores del Automóvil Club de Turín en 1898 y de Fiat al año siguiente, tuvieron la idea de crear un museo dedicado a un objeto cuya historia acababa de comenzar: el automóvil. Carlo Biscaretti di Ruffia (hijo de Roberto) fue nombrado «encargado provisional» el 19 de julio de 1933, y fue él quien reunió la colección inicial y luchó para que esa idea visionaria se convirtiera en realidad. Fallecido en 1959, se le dedicó la sede actual de Corso Unità d'Italia, construida según el proyecto del arquitecto Amedeo Albertini e inaugurada solemnemente el 3 de noviembre de 1960. En la actualidad, el MAUTO alberga una colección de automóviles única en el mundo, revalorizada por la espectacular contextualización escenográfica creada por François Confino y por la reestructuración realizada por el arquitecto Cino Zucchi con ocasión del 150.° aniversario de la unificación de Italia: más de 200 vehículos originales de 80 marcas procedentes de todo el mundo divididas en un recorrido expositivo articulado en tres plantas: El automóvil y el siglo XX, El automóvil y el hombre y Exposiciones temporales y de diseño. Completan el recorrido museístico el Centro de Documentación, Mauto Labs, donde se desarrollan las diversas actividades didácticas propuestas por el museo y, lo más destacado, el Centro de Restauración, que lleva a cabo actividades de conservación y restauración de los vehículos históricos en colaboración con ACI – Automóvil Club Italia, socio colaborador del museo con el fin de transmitir de generación en generación el valor cultural, tecnológico y social de los coches históricos. Curiosidades: La colección del museo cuenta con 217 vehículos, de los cuales 189 son coches, 14 motocicletas, triciclos y cuatriciclos a motor, 40 motores y 28 chasis. Entre los automóviles más valiosos, destaca el increíble Peugeot Tipo 3 de 1892, el primer automóvil que circuló en Italia. En 2013, el Times lo clasificó entre los 50 museos más bellos del mundo. MAUTO ha ganado en varias ocasiones el reconocimiento más codiciado de TripAdvisor: el premio Travelers' Choice, basado en los comentarios y opiniones de la comunidad global de viajeros.
Ciudad

De capital noble a crisol cultural

Nacida al pie de los Alpes, Turín ha sido la antigua capital de la Casa de Saboya, la cuna del Resurgimiento, el centro de innovación de la industria italiana y una ciudad rica en arte y cultura. Turín, dinámica y barroca, con quista por su Museo egipcio, sus maravillas arquitectónicas y monumentales, galerías de arte, eventos internacionales, y buena comida tradicional. Chocolate y más.

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Turín
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Descubre Turín, una ciudad de infinitos detalles rica en esplendores del pasado. Elegante y austera, Turín cuenta con un patrimonio artístico y cultural único: elegantes residencias aristocráticas del pasado, impresionantes palacios barrocos, ricos museos y monumentos de incalculable valor la caracterizan todavía hoy, convirtiéndola en una mezcla única de antigüedad y modernidad.

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Verbania
Verbania

Villas y jardines junto al lago La provincia de Verbano-Cusio-Ossola se extiende entre el lago de Orta y el lago Mayor, en cuyas orillas se levantan espléndidas villas rodeadas de jardines, como Villa Taranto y Villa Giulia en Verbania o Villa Pallavicino en Stresa. Justo desde Stresa, toma el barco a las islas Borromeas, lugares de pura belleza. En Isola Bella se alza el Palazzo Borromeo, del siglo XVII, con jardines barrocos, mobiliario original y pinturas de Tiepolo y Carracci. En Isola Madre encontrarás un magnífico jardín botánico, mientras que en Isola Superiore o Isola dei Pescatori, la única habitada, podrás pasear por las callejuelas de un encantador pueblo. A orillas del lago Mayor también merecen una visita los pueblos medievales de Cannobio y Cannero Riviera, con un pequeño puerto excavado en la roca, el Parque de los Cítricos y los castillos sobre el agua. En Pallanza se encuentra el oratorio de S. Remigio, del siglo XII. La pintoresca ciudad de Omegna se encuentra a orillas del lago de Orta, mientras que Vogogna alberga el castillo de los Visconti. Enamórate de las cascadas de Toce y del Valle de Vigezzo, también conocido como el Valle de los Pintores por los paisajes que encantaron a los artistas del siglo XIX. La ciudad medieval de Domodossola se encuentra aquí mismo, cerca del Sacro Monte Calvario. Mucho más salvaje es la naturaleza del Parque Nacional de Val Grande. Descubre la cultura Walser en Macugnaga, a la sombra del Monte Rosa.

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Vercelli
Vercelli

Arrozales, castillos y un valle misterioso Vercelli, en Piamonte, es una joya por descubrir. Rodeada de arrozales, magníficos para recorrer en bicicleta cuando se inundan entre abril y mayo, la ciudad alberga numerosos puntos de interés. Entre los lugares de interés destacan la Basílica de Sant'Andrea, de estilo gótico, la Catedral de Sant'Eusebio, el Castillo Visconti, el Museo Leone y la Pinacoteca Francesco Borgogna. El territorio de la provincia depara muchas otras sorpresas. En Buronzo se alza el Castellone y también se encuentran espléndidas fortalezas en Balocco y Rovasenda. A orillas del río Sesia se encuentra la zona protegida del Parque Natural de Lame del Sesia, donde podrás disfrutar de maravillosos paseos. No te pierdas un viaje a Monferrato, con sus ondulantes colinas cubiertas de viñedos. Pero el corazón de la provincia de Vercelli late en Valsesia. Alberga el Sacro Monte de Varallo, un monumental complejo religioso que, junto con otros montes sagrados italianos, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En Alagna Valsesia, sumérgete en la cultura walser, pueblo de origen alemán que se asentó en este valle en la Edad Media. Valsesia es una parada ineludible para los amantes de los deportes de invierno y fluviales, desde la pesca hasta el rafting. También alberga el refugio alpino más alto de Europa, a 4554 metros, Capanna Margherita, en el Monte Rosa.

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Novara
Novara

Un viaje del lago a la montaña Encrucijada de importantes tráficos comerciales, la provincia de Novara se caracteriza por su variado territorio. En el pequeño y tranquilo casco antiguo, visita el Duomo o Catedral de Santa María Asunta, un proyecto inacabado del arquitecto Alessandro Antonelli, creador de la más famosa Mole Antonelliana de Turín. También está inacabada la Basílica de San Gaudenzio, desde cuya cúpula se puede admirar un magnífico panorama que se extiende hasta el Monte Rosa. El Alto Vergante, entre el lago Mayor y Mottarone, es rico en pueblos de montaña, como el histórico Massino Visconti. En el lago de Orta, descubre la isla de San Giulio, con su basílica románica y la carretera de circunvalación, un itinerario de espiritualidad y meditación. Otra bella localidad es Arona, a orillas del lago Mayor. Desde aquí, podrás admirar la Rocca di Angera, rodeada por el encantador jardín medieval y utilizada como museo, incluyendo la Sala delle Maioliche y el museo de muñecas y juguetes más grande de Europa. En las afueras orientales de Cameri, sobre un peñasco de erosión del río Ticino, se alza la prestigiosa Villa Picchetta. Por último, las Colinas de la Boca, una zona rica en historia y paisajes de postal, famosa por la producción del vino D. O. C. homónimo y el imponente Santuario de la Boca.

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Biella
Biella

Nieve, lagos y pueblecitos medievales Biella ofrece experiencias inolvidables para todos los gustos, desde las laderas nevadas de Bielmonte hasta pueblos históricos, reservas naturales, santuarios encaramados a las rocas, castillos y delicias enogastronómicas, con la polenta concia dominando la mesa. Biella se encuentra a los pies de los Alpes y su corazón es medieval: el barrio del Piazzo está situado en una cresta rocosa que domina el resto de la ciudad, construida más tarde y llamada Biella Piano. No puedes perderte el baptisterio románico de San Juan Bautista en la plaza del duomo, donde también se encuentra la catedral de San Esteban. Sin embargo, la iglesia más bella es la basílica renacentista de San Sebastián. El claustro del monasterio adyacente alberga el museo del territorio biellese. No lejos de Biella se encuentra el refugio de Candelo, un pueblo medieval amurallado que aún se conserva intacto. Avanzando hacia los Alpes bielleses, llegarás al santuario de Oropa, en el Sacro Monte, donde se venera a la Virgen Negra. Para sumergirte en la naturaleza, los lugares que no puedes perderte son el remanso de la Burcina o el remanso Zegna, verdaderos paraísos naturales. El lago de Viverone, el tercero más grande del Piamonte, también ofrece hermosos paseos y vistas. Para una inmersión en la historia, la dirección a señalar es en cambio el castillo de Masino, antigua residencia de los condes Valperga.

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asti
Asti

Pueblos, iglesias y castillos en las colinas de Monferrato Suaves colinas cubiertas de viñedos, pueblos antiguos, castillos encaramados a las rocas e iglesias parroquiales románicas en la verde campiña: así es la provincia de Asti, el corazón palpitante de la región de Monferrato, conocida por su producción vinícola. Aquí se entrega el Douja d'Or, un concurso de vinos que premia cada año a los mejores caldos piamonteses. La ciudad de Asti, a lo largo de la antigua Vía Francígena, ha sido llamada la ciudad de las cien torres desde la Edad Media. Muchas de ellas siguen en pie, incluida la torre Troyana, del siglo XII, de 44 metros de altura y símbolo de la ciudad. No te pierdas la colegiata de San Secondo, la iglesia gótica más grande del Piamonte dedicada a Santa Maria Assunta y San Gottardo, el palacio Alfieri, donde nació el escritor Vittorio Alfieri, y el Palazzo Mazzetti, de estilo barroco, hoy convertido en museo cívico. Entre los pueblos más bonitos por descubrir se encuentran Cocconato d'Asti, con un magnífico panorama sobre el valle Versa, Moncalvo, conocida como la ciudad más pequeña de Italia, Mombaruzzo, famoso por sus galletas amaretti, y Nizza Monferrato, donde se cultiva el cardo gobbo. En Albugnano se encuentra la espléndida abadía románico-gótica de Vezzolano. Entre los castillos que merece la pena visitar se encuentran los de Piea, San Martino Alfieri, Montiglio, Castell'Alfero y el de Costigliole d'Asti, del siglo XIV, que alberga el instituto culinario italiano para extranjeros. Hablando de gastronomía, no te pierdas las delicias locales: agnolotti, trufas, embutidos y, por supuesto, la bagna cauda. En verano y otoño también puedes disfrutar de un pícnic entre las viñas con vinos y quesos locales.

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Alessandria

El placer de descubrir castillos, batallas históricas y obras maestras del románico Conocida en tiempos de Federico Barbarroja como Civitas Nova, tras unirse a la Liga Lombarda en 1168, fue ofrecida al papa Alejandro III, quien accedió a convertirla en feudo de la Iglesia. Se rebautizó Alessandria en su honor. Si en el pasado la relación con el vecino Monferrato, que dista solo unos treinta kilómetros desde la ciudad, estuvo marcada por luchas y divisiones, hoy Casale es un destino imprescindible para descubrir algunos de sus preciosos tesoros. Empezando por la sinagoga de 1595, uno de los mejores ejemplos del barroco piamontés, con el museo judío anexo. Recomendamos visitar la catedral de San Evasio, una de las iglesias románicas mejor conservadas, con su característico doble nártex. Si te encuentras en el casco antiguo, no te olvides de probar el original Krumiri, las entrañables galletas inspiradas en la forma del bigote del rey Víctor Manuel II. Entre las fortalezas de la campiña de Alessandria, merece la pena visitar el castillo Giarole de la familia Sannazzaro, del siglo XII, con sus salones decorados con frescos, la torre, las evocadoras mazmorras y el imponente parque del siglo XIX. Para los amantes de las campañas napoleónicas, el museo de Marengo es una visita obligada para reconstruir las hazañas de Bonaparte, así como las causas, el desarrollo y las consecuencias de la batalla del mismo nombre.

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Cuneo
Cuneo

A la caza de trufas, castillos y cigüeñas Formada como ciudadela militar por los Saboya, Cuneo se alza en la confluencia de los ríos Stura y Gesso, sobre un "cùneo" cuya característica conformación inspiró su nombre. El casco antiguo serpentea en torno a la Piazza Galimberti, un elegante salón rodeado de edificios porticados. Via Roma, la arteria principal, está flanqueada por edificios de interés arquitectónico como el Palazzo della Torre, coronado por la Torre Cívica del siglo XIV, la Casa Basso, con sus antiguas decoraciones de ladrillo, y la Casa Quaglia, cuya fachada está pintada al fresco con motivos heráldicos. Un rincón típico y menos concurrido es el antiguo gueto judío, Contrada Mondovì, con varias tiendas históricas. Si estás en la ciudad, no olvides probar los Cuneesi, el típico chocolate hecho con merengue y ron. Para paladares más refinados, las Langhe son visita obligada entre Barolo, ciudad de la que toma su nombre el famoso vino tinto, y Alba, con sus preciadas trufas blancas. Cada año, los ejemplares más prestigiosos se subastan con fines benéficos. Visita el castillo de Racconigi con su hermoso parque. Propiedad de la familia Saboya desde el siglo XIV, es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1997. No muy lejos se encuentra el Centro de cigüeñas anátidas, especializada en la conservación de cigüeñas. En este oasis verde podrás observarlas y hacer un picnic, una excursión ideal para hacer con los niños.

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