Troyes

Iglesia Sainte-Madeleine

De todos los edificios de Troyes, este monumento religioso es sin duda uno de los más antiguos y valiosos. Con un inimitable estilo gótico antiguo, la iglesia Sainte-Madeleine seduce sin duda a turistas y amantes de la arquitectura.

Restaurada en el siglo XVI y clasificada como monumento histórico desde 1840, el edificio también es conocido por sus tabiques y espléndidas vidrieras que datan del Renacimiento y presentan colores deslumbrantes que captan innegablemente la atención del visitante.

Basílica de San Urbano

La Basílica de San Urbano está considerada una de las tres arquitecturas góticas más perfectas del mundo. Debe su nombre al Papa Jacques Pantaléon, más conocido como Urbano IV, y fue construida en 1260 por orden de éste.

Particularmente elegante, la basílica de Saint-Urbain es única y posee una soberbia fachada. También merece la pena ver el interior de la basílica.

Nada más entrar en la iglesia, te impresionará de inmediato la luminosidad y sobria elegancia del lugar. Las impresionantes vidrieras creadas en 1270 fueron bellamente restauradas en 1992.

Callejuela de los gatos

La callejuela de los gatos es una diminuta calle medieval llena de encanto. Antiguamente se llamaba calle Maillard, pero no fue hasta 1783 cuando se rebautizó como “callejón de los gatos”.

Según la leyenda, en este callejón los gatos pueden pasar sin miedo de tejado en tejado. Su ambiente es intemporal y merece la pena pasear por él, sobre todo al atardecer.

El callejón de los gatos es una de las calles más antiguas y sin duda más emblemáticas de la ciudad de Troyes, pero también la más estrecha, llena de casas de entramado de madera hábilmente restauradas. Esta callejuela conduce al magnífico Cour du Mortier d’Or, donde podrás descubrir la cara oculta de las casas de entramado de madera, embellecidas con iluminación del siglo XIX.

Maison de l'Outil

Situada en el interior del Hotel Mauroy, la Maison de l’outil et de la pensée ouvrière (MOPO) abrió sus puertas en 1974. Este museo se fundó por iniciativa del padre Paul Feller, jesuita apasionado por la evolución de las técnicas de trabajo. Alberga una vasta colección de herramientas que datan de los siglos XVII al XIX, todas artesanales: son casi 12.000, divididas por temas y profesiones.

La Casa de las Herramientas y del Pensamiento Obrero es uno de los lugares ineludibles de la ciudad de Troyes. Cada año recibe entre 16.000 y 25.000 visitantes. Encontrarás 32.000 objetos fascinantes que recorren la historia de los oficios y las técnicas artesanales. Con esta inmensa selección de material de lectura, la Maison de l’Outil et de la Pensée Ouvrière es la segunda mayor biblioteca de obras técnicas de Francia, justo después de la biblioteca Forney de París.

Museo de Bellas Artes y Arqueología

También llamada Museo de Bellas Artes y Arqueología, fue creada entre los siglos XVII y XVIII y alberga una importante colección de objetos de artes aplicadas de diferentes épocas. A través de estas fascinantes exposiciones, es posible hacerse una idea real de la evolución artística y cultural de la humanidad.

En el museo descubrirás obras de arte, piezas arqueológicas, artes gráficas, esculturas y pinturas. El museo expone principalmente pinturas francesas, holandesas e italianas de la Edad Media a la época moderna. También encontrarás obras de Antoine Watteau y Philippe de Champaigne, famosos pintores franceses del siglo XVIII.

En los sótanos abovedados de su antigua abadía, el museo alberga también piezas arqueológicas y esculturas que abarcan un amplio periodo, desde la prehistoria hasta la época de los merovingios franceses, pasando por el antiguo Egipto o Grecia.

La Maison Du Boulanger

Antigua panadería de la época renacentista, la Maison Du Boulanger fue el primer edificio de entramado de madera que se rehabilitó en Troyes en 1963, tras largas negociaciones con el ayuntamiento, que quería demolerlo.

Cabe destacar que se han conservado la polea y la rueda dentada que utilizaba el panadero de la época para subir los sacos de grano al desván. Este lugar es ahora el Centro Cultural de Troyes y su arquitectura única y extremadamente bien conservada lo convierte en una visita obligada para visitantes y lugareños.

Teatro de la Madeleine

Otro lugar importante para la cultura de la ciudad es el Teatro de la Madeleine, de 600 localidades, único por su magnífica arquitectura y su decoración en relieve en rojo y dorado, que recuerda a los famosos teatros parisinos.

Su configuración íntima favorece la proximidad del artista a su público, una de las principales características del “escenario convencional”.

Hôtel de Vauluisant

El Hôtel de Vauluisant es uno de los pocos edificios de piedra de la ciudad de Troyes de mediados del siglo XVI.

Toma su nombre de una casa de refugio que perteneció a la abadía cisterciense de Vauluisant, en el departamento de Yonne. El edificio presenta una rica fachada típica de la arquitectura renacentista, con una decoración de frontones, cartelas, putti y guirnaldas. Ampliado en los siglos XVII y XVIII, el pabellón está flanqueado por dos torrecillas, una de las cuales alberga una escalera de caracol. Los tejados cónicos están adornados con elegantes pináculos y coronados por un sol y una luna.

Adquirido por la ciudad en 1932 para crear un Museo de Artes Decorativas, actualmente alberga dos: el Museo de Arte Champenois y el Museo de la Calcetería.

El Corazón de Troyes

El Corazón de Troyes es uno de los lugares imprescindibles de la ciudad, obra de Michèle y Thierry Kayo-Houel, una pareja de artistas. Situada cerca de los muelles del antiguo canal, marca simbólicamente el corazón de la ciudad.

Realizada íntegramente en metal perforado, esta increíble creación se compone de casi 200 piezas de acero inoxidable ensambladas entre sí. Representa un corazón, cuyos efectos especiales nunca dejarán de asombrar a los espectadores.

En efecto, en cuanto cae la noche, este corazón artificial se sonroja al acercarse la gente. Durante el verano cobra vida con chorros de agua, bajo los cuales los niños no dudan en divertirse. Sin duda te enamorarás de esta insólita escultura, que se ha convertido en el símbolo de la ciudad.

Halles de Troyes

Único centro comercial de la ciudad, las Halles de Troyes se construyeron en 1874 según un diseño de Emile Bailly, arquitecto jefe, que se inspiró en la obra de Victor Baltard, precursor de Les Halles en el centro de París. La combinación de distintos materiales, como madera, hierro, fundición e incluso cristal, hace que su estructura y arquitectura sean atípicas.

Completamente renovado en 1987, Les Halles reúne cada día a unos 35 comerciantes que ofrecen productos locales y de temporada. Los sábados, no te pierdas el Grand Marché, con una amplia selección de artesanos y vendedores de la región distribuidos tanto dentro como fuera del mercado cubierto: una oportunidad ideal para pasear y empezar bien el fin de semana.