Trollhunters: El despertar de los titanes (2021)

Largometraje que surge de la serie de animación Trollhunters, que a su vez partía de los libros de acción fantástica de Guillermo del Toro y Daniel Kraus. No resulta nada fácil seguir la trama si se desconoce el universo desarrollado previamente, y el intento de poner al espectador en antecedentes con una introducción de tres minutos no aclara demasiado las cosas. El caso es que Jim Lake Jr., que tuvo en su poder un amuleto que le permitió conocer el mundo de trolls buenos y malos que subyacía bajo el suelo de su pueblo Arcadia, vuelva a experimentar lo que es manejar semejante don, en un contexto en que el mundo entero corre peligro por la magia negra de la Orden Arcana, que ha despertado a unos titanes de poder destructivo sobrecogedor.

Con una jerga que nos habla de la cronosfera y la novena configuración, más elementos de la mitología artúrica, lo que incluye incluso la espada Excalibur, lo que tenemos sobre todo es una trama de acción apabullante y confusa que no deja un momento de respiro, y donde no acabamos de conocer a fondo a los personajes y sus motivaciones, aunque estén presentes en todo momento el amor y el sacrificio, incluso dando la propia vida. En cualquier caso la idea es ensalzar el heroísmo que está al alcance de todos, incluyo lo que se supone superpoder más débil, el apoyo moral, puede ser decisivo.

La animación es vistosa y colorida, con criaturas variopintas, está claro que a Del Toro le encanta los bestiarios, y de los más logrado es una lucha de titanes, uno vegetal y otro de hielo, auténticos colosos repartiéndose estopa mutuamente. Junto a la acción sin fin hay algún detalle de comedia, como el héroe que se queda embarazado tras el séptimo beso de su novia, y que luego tiene un montón de bebés.