El Escalador Tommy Caldwell y la lección de tenacidad
Escalada

Las seis lecciones de Tommy Caldwell sobre la tenacidad

El infatigable escalador estadounidense Tommy Caldwell no para de conquistar nuevas rutas, además tiene tiempo para verse envuelto en un caso de rehenes y luchar contra el cambio climático.
Por Chris Van Leuven
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Hace cinco años Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson escalaron Dawn Wall, un proyecto que supuso siete años de preparación y 19 días para completarlo. La gesta se hizo famosa en todo el mundo debido a su dificultad y a la historia de la amistad entre Kevin y Caldwell. Todo ello quedó inmortalizado en 2017 en la película The Dawn Wall.
El 31 de octubre de 2019, Caldwell y Alex Honnold, completaron la escalada libre de la gran pared conocida como Passage to Freedom (5.13+) que se encuentra en El Capitán de Yosemite. A diferencia que con Dawn Wall, a este proyecto no le dieron publicidad pese a que les acompañó el fotógrafo Austin Siadak.
Tommy Caldwell escala la ruta Passage to Freedom (5.13+) en El Capitán de Yosemite.

El Capitán - Passage to Freedom (5.13+)

© Austin Siadak

Caldwell descendió con rapidez para celebrar Halloween con su mujer y sus hijos. En vez de regresar a casa, a Estes Park en Colorado, decidieron quedarse unas semanas en Yosemite.
“Después del proyecto Dawn Wall, no sabía si iba a volver pronto al Valle de Yosemite. Aquí me siento como en casa. Es fantástico para la familia. A mi mujer y a mis hijos les encanta. Los niños juegan en el bosque”, dice.
“Los escaladores usan Yosemite de una manera pacífica. En muchos aspectos ha cambiado, pero por otra parte es parecido a cuando yo era un niño”.

Primera lección: los años del comienzo

Cuando era niño, Caldwell aprendió a escalar con su padre quien le enseñó a aceptar el miedo para transformarlo en motivación. Una experiencia así la vivió en Lost Arrow Spire (Yosemite) cuando tenía seis años.
“Para él lo importante eran las experiencias en la vida. Nos enfrentábamos a grandes retos a la hora de escalar que nos daban miedo y nos apasionaban al mismo tiempo. La gente pensaba que mi padre estaba loco al llevar a un niño pequeño a esos sitios”.
Caldwell empezó a competir con 16 años, batiendo a escaladores adultos. Muy pronto se convirtió en uno de los mejores escaladores jóvenes del mundo.
Con 17 años, Caldwell se enfrentó a la Pared Salathé en El Capitán con su padre pero la ruta se mostró demasiado complicada para el joven. Dejó el Parque Nacional de Yosemite derrotado y dispuesto a mejorar. Regresó al año siguiente y superó en escalada libre la Pared Salathé, la primera de 13 grandes paredes que iba a coronar en El Capitán.
Caldwell intenta completar la ruta de noche en la cara de The Dawn Wall en el Parque Nacional de Yosemite.

Caldwell intenta completar la ruta de noche

© Corey Rich

Por si fuera poco escalar las paredes más impresionantes, Caldwell ha tenido que superar algunos momentos críticos en su vida. En el año 2000, junto con otros tres escaladores, escapó de Kirguistán después de llevar seis días detenidos como rehenes. Para salvar la vida tuvo que empujar por un precipicio a la persona que lo mantenía rehén. En 2001 perdió el dedo índice de su mano izquierda en un accidente con una sierra eléctrica. Lo que le obligó a adaptarse a una nueva forma de escalar. Luego completó la primera ascensión a Flex Luthor (5.15a) en Colorado, que en aquella época era la ascensión más difícil en EE.UU.
Caldwell es un escalador muy completo, como lo ha demostrado en la Patagonia (Argentina), un lugar famoso por sus impresionantes picos y feroces vientos. En 2014, después de cinco días, él y Honnold escalaron los 5.000 metros del Fitz Roy Traverse, uno de los objetivos que no se había logrado en la cordillera.
Nuestro protagonista ha tenido tiempo para escribir sus memorias, convertirse en un activista a favor de la naturaleza y regresar a Yosemite donde escaló La Nariz en menos de dos horas.

Segunda lección: escalar con nueve dedos

Tommy Caldwell muestra sus manos a la cámara.

En 2001 Tommy Caldwell perdió un dedo

© Becca Caldwell / Red Bull Content Pool

Caldwell tuvo que adaptarse a su nueva situación después de perder el dedo índice de la mano izquierda: “Cosas como estas hacen más fuerte tu mente. La escalada deportiva y el bouldering son ahora más difíciles para mí, pero no las grandes paredes. Quizá es que siempre he sido mejor en esas condiciones”, confesó. Hubo un momento en el que pensó que a lo mejor no iba a poder volver a escalar; pues, al ser zurdo, el accidente afectó a su lado dominante.

Tercera lección: sus memorias

Tras coronar The Wall en 2015, Caldwell regresó a su casa en Colorado para el nacimiento de Ingrid, su segundo retoño. Empezó a trabajar con Kelly Cordes, amigo y editor, en su libro: The Push: Climber’s Search for the Path (El Empuje: Las búsqueda del camino por parte de un escalador).
Escribir no es una actividad sencilla para Caldwell, quien confesó: “Siempre tuve problemas en mi época de estudiante. No soy para nada un escritor rápido. Pero, al igual que con la escalada, me esforcé al máximo. Le dedicaba de 30 a 40 horas a la semana”.
El proyecto lo mantuvo encerrado un largo periodo: “Fue como una crisis de mediana edad, pues no estaba escalando. Estaba atado a una mesa. Por otro lado, fue maravilloso poder meditar sobre esas experiencias vitales. Lo que me ayudó a ordenar un poco las cosas”.
Un retrato del escalador Tommy Caldwell.

“Es una historia sobre la vida de Tommy”

© Bligh Gillies

El trabajo duro mereció la pena porque su libro se convirtió en un “best seller” y fue finalista para el premio Boardman Tasker Award en la categoría de literatura de montaña

Cuarta lección: compaginar la paternidad con la escalada profesional

Hoy, al igual que su padre hizo con él, lleva siempre que puede a sus dos hijos a disfrutar de la naturaleza. Fitz tiene seis años y tres Ingrid. “No los empujo hacia el mundo de la escalada, pero sé que aprenderían a enfrentarse a la adversidad y ganarían en autoconfianza”, dice.
“Esta vida de aventura los aleja de la escuela. Por eso, cuando están en casa, que es el 80 por ciento del tiempo, los tenemos en la escuela. Cuando estamos en Yosemite hago las tareas escolares junto con los niños”.

Quinta lección: defensor del medio ambiente

A pesar de que la escalada sigue jugando un papel central en su vida, Caldwell se dedica a varios proyectos al mismo tiempo y uno de ellos es su trabajo en la defensa del medio ambiente.
“Hago mucho trabajo en defensa del medio ambiente, además de escalar y pasar tiempo con mi familia. Tengo unos 50 o 60 eventos al año”. Caldwell participa en festivales y eventos literarios y cinematográficos. Con el proyecto Protect Our Winters (POW) Climb, Tommy Caldwell junto con otros escaladores como Conrad Anker y Emily Harrigton representan a la comunidad de la escalada en la lucha contra el cambio climático.
“Como escalador y como padre, estoy viendo en directo el impacto del cambio climático. Siento que debo hacer todo lo que esté en mi mano para proteger el futuro de mis hijos”, dijo.
Tommy Caldwell observa la pared en Yosemite aprovechando la luz del sol.

Avanzando despacio

© Austin Siadak

“Simplemente estoy intentando ser un buen activista. La escalada ha sido una actividad que me ha llenado mucho pero es algo egoísta. Por eso estoy volcado en el trabajo de defensa del medio ambiente. Intento aprender cómo ser una mejor persona en mi relación con el planeta”.

Sexta lección: la obsesión de subirse por las paredes

“Este ha sido siempre el lugar donde me he sentido seguro, mi manera de lidiar con la vida. Si no estoy escalando grandes paredes en el Valle de Yosemite siento que me falta algo. Es una adicción”, dice.

3 minutos

El escepticismo de Chris Sharma y Alex Honnold

Chris Sharma y Alex Honnold no estaban seguros de que Tommy Caldwell fuese capaz de llegar a la cima de Dawn Wall.

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Hoy ve las grandes paredes como una “actividad egoísta”. En la película Dawn Wall queda de manifiesto su amistad con Kevin Jorgeson y eso es lo que quiere cultivar ahora. “La amistad es muy importante. Estoy días escalo más por la compañía que por realización personal. Compartir la experiencia es para mí más importante que el objetivo alcanzado”.

The Dawn Wall

Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson hacen escalada libre en la pared llamada Dawn Wall (915 m) en El Capitán, California.

Caldwell, Jorgeson, Honnold y Siadak unieron fuerzas para completar el Passage to Freedom, la ruta que va paralela a Dawn Wall (Jorgeson no pudo estar en la parte final debido a un incendio en su vecindario). La ruta es la continuación de un proyecto que empezó Leo Houlding hace 20 años.
“Allí arriba te sientes en casa. Es como estar en el mundo que domino y conozco. Supone un gran chute para el ego”, confiesa Caldwell.
Alex Honnold y Tommy Caldwell escalan el Passage to Freedom en Yosemite.

Honnold y Caldwell escalan el Passage to Freedom

© Austin Siadak

“Colgados desde Dawn Wall, podíamos ver las grietas de New Dawn. No me lo podía creer cuando llegamos a ellas. Los mejores largos son tan difíciles como los de Salathé. Es de lo más increíble que puedes hacer en escalada de roca”, dijo Caldwell.”
Siadak, que fotografió a Caldwell durante la ascensión, dijo: “Fue bastante divertido verlo intentar llamar por teléfono desde la cima. Con una mano se agarraba y con la otra parecía intentar lidiar con las dificultades que le ha traído la fama”.
Caldwell está de acuerdo: “En estos días entiendo cuál es mi plataforma. La escalada ayuda a mi trabajo como activista. He podido juntar las dos cosas”.

Parte de la historia

The Dawn Wall

Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson hacen escalada libre en la pared llamada Dawn Wall (915 m) en El Capitán, California.

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