Tom Holland (Londres, 1996) es b�sicamente un hombre amable. Tambi�n es rico, famoso, probablemente uno de los actores m�s influyentes y poderosos de la actual maquinaria de eso llamado cine, pero su amabilidad le puede. Tal es as� que de tanto en tanto le gusta quejarse de que muchos confundan su permanente estado de �nimo bien dispuesto con una especie de debilidad mal entendida. Suele pasar, y m�s en un tiempo en que el cualquier s�ntoma de duda es r�pidamente interpretado como una diana contra la que disparar.
�Es curioso. En general todo el mundo que me rodea es mucho mayor que yo, lleva mucho tiempo en esta industria y, por fuerza, tiene el derecho a sentirse poderoso. El hecho de ser joven muchas veces se interpreta mal, y una de las cosas que he aprendido es a hacerme respetar y a sentirme seguro de m� mismo. Y eso se consigue diciendo no en algunas circunstancias�, dice, se toma medio segundo y a�ade: �Adem�s, es divertido comprobar la reacci�n de la gente que te cree d�bil cuando cae en la cuenta de que est� equivocada�.
Este viernes estrena Uncharted, dirigida por Ruben Fleischer, una nueva adaptaci�n del m�tico videojuego creado por Naughty Dog. Lo hace cuando a�n resuena en la memoria, en los balances de la productora y en la cuenta de resultados de los cines de medio mundo el �xito de la �ltima entrega del hombre ara�a.
�Me estoy acostumbrando a la presi�n. Spider-Man puede ser una cuesti�n muy personal para todos sus seguidores. Y notas esa responsabilidad. Pero las aventuras de Nathan Drake cuentan con 40 millones de jugadores. Lo �nico que puedes hacer es tomar toda esta presi�n y utilizarla a tu favor. En la pel�cula se ha so�ado a lo grande en todo momento. Nunca se ha querido copiar el videojuego sino a�adir algo que el jugador habitual pueda experimentar como nuevo. Ni siquiera yo tengo la edad que se supone que tiene mi personaje en la consola. En definitiva, sabes que tienes que hacer las cosas lo mejor posible para no defraudar. Eso es la presi�n�, comenta, como no pod�a de ser otro modo, amablemente.
Recorrer la filmograf�a de la �ltima estrella del firmamento Hollywood da algo de v�rtigo. Seis veces ha sido Spider-Man y tres de las pel�culas en las que ha participado figuran en la lista de las m�s taquilleras de todos los tiempos. Pero todo empez�, como le gusta recordar de tanto en tanto, con un pase de baile.
Para entender c�mo se ha convertido en un h�roe de acci�n, lo m�s sencillo quiz� es empezar con un pas des deux. La pareja de Zendaya, sobre la que se pide (exige incluso) no preguntar, creci� en Kingston-upon-Thames, un exclusivo municipio al sur de Londres. All�, a los nueve a�os, en una clase de ballet, llam� la atenci�n de un core�grafo del West End. Y de la sorpresa inicial al primer �xito: Billy Elliot. Contaba en una entrevista reciente que sus padres invitaron a todo el mundo. Pero con tan mala fortuna que justo el d�a de su debut enferm� de anginas. Fiel, otra vez, a su amabilidad y entrega, se esforz� tanto por agradar que nadie not� que le consum�a la fiebre. Estuvo una semana de baja. Luego lleg� Lo imposible quiz� como lema y premonici�n de todo lo que vendr�a despu�s. �Si es f�cil, no lo hago. Si es imposible, lo intento�, le gusta decir a Terry Gilliam y qui�n sabe si �l no ha acabado por adoptarlo como inspiraci�n.
-�C�mo vive la contradicci�n de ser a la vez la figura m�s destacada de un g�nero que seg�n algunos como Scorsese o el mismo Spielberg est� acabando con el cine y seg�n otros es su salvaci�n? Le pregunto por las pel�culas de superh�roes.
-Lo que tengo claro es que todo el mundo tiene derecho a tener una opini�n. Pero yo s�lo puedo hablar de lo que he visto desde Marvel y la propia Sony. Ni unos ni otros hab�an visto jam�s una reacci�n similar a la que ha provocado Spider-Man: No Way Home. Y eso es irrefutable. Respeto a Scorsese, pero el cine es entretenimiento y la gente se mete en la sala de cine para pas�rselo bien. Soy joven y me siento perfectamente identificado con este modo de entender el cine, como una forma de pas�rselo bien y como una v�a de escape...
Tom Holland habla y, tanto por la rapidez de respuesta como por la propia actitud desinhibida (en medio de la conversaci�n, interrumpe su discurso para coger el tel�fono y atender una llamada de su madre: �Un momento. Te quiero. Pero ahora estoy con esta gente�, dice y da la vuelta a la c�mara del m�vil) se dir�a que lleva la vida en esto. Y, lo que son las cosas, as� es. �En realidad, siempre he sido muy consciente de mi posici�n. S� d�nde estoy y lo que hago. Mis padres y los amigos de verdad est�n ah� para record�rmelo si ven que se me olvida. El dinero corrompe, el dinero corrompe much�simo. Lo s�. Y esta industria mueve cantidades ingentes de dinero. Y eso es algo que me preocupa. Lo �nico que te salva es que nunca tienes que hacer las cosas por dinero sino porque de verdad quieres hacerlas�, comenta y, aunque s�lo sea por el tono tan amable empleado, cuesta no llevarle la raz�n.
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