Antes de Timothée Chalamet estuvo Gaspard Ulliel, quien en 2010 se convirtió en la primera musa masculina de Chanel. Para el lanzamiento mundial del entonces nuevo perfume Chanel Bleu, el actor interpretó a un cineasta atormentado en plena rueda de prensa. Dirigido por Martin Scorsese, este cortometraje marcó una ruptura en la historia de la publicidad televisiva y la moda. A partir de entonces, el actor de Hannibal, el origen del mal (2007) se convirtió en el símbolo de toda una generación, reinventando el propio papel de musa de la moda.
Trece años después, otra época y con una nueva generación alrededor, Chanel ha develado a su nueva musa Bleu: el actor Timothée Chalamet. Una elección que se alinea con la existencia del Bleu, lanzada para arraigarse en lo más profundo de una nueva generación de hombres en sintonía con su época.
A sus 27 años, Timothée Chalamet tiene casi la misma edad que Gaspard Ulliel cuando la estrella de It's Only the End of the World se convirtió en el rostro del Chanel Bleu en 2010. El actor franco-estadounidense, quien se ganó el reconocimiento del mundo entero por Call Me By Your Name (2017), del director Luca Guadagnino, posee toda la belleza incandescente de su predecesor. De la misma manera que lo hizo Ulliel, Chalamet encarna su época con naturalidad y simpatía. Como él, también ha alcanzado un punto en su carrera en el que es libre de participar en el tipo de cine que le apasiona.
Son similitudes evidentes, salvo que Timothée Chalamet es el nuevo representante de una masculinidad más sutil, libre de toda camisa de fuerza viril o estereotipada. “No buscaba especialmente una colaboración cuando me ofrecieron ser el nuevo embajador de Bleu de Chanel, pero en realidad es una decisión bastante parecida a aceptar actuar en una película”, puntúa el protagonista de Dune 2. “Tengo la suerte de estar en un momento de mi carrera en el que puedo elegir proyectos que me emocionan. Cuando todas las piezas del rompecabezas parecen encajar, no hay duda”.
Al convertirse en el nuevo rostro de Bleu, el nominado al Oscar 2019 en la categoría a Mejor Actor sabe que juega a lo grande, tanto en sentido literal como figurado. Detrás de la lente, Chanel ha optado por renovar su confianza en el director estadounidense Martin Scorsese para dirigir esta campaña de Bleu filmada el pasado abril en las calles de Nueva York. Además, recurrió a uno de los fotógrafos de moda más famosos del mundo: Mario Sorrenti.
Por no hablar de la herencia centenaria de la institución francesa fundada en 1910 por Gabrielle Chanel. “Chanel es una marca, una firma que tendría cabida en las asignaturas universitarias de cultura. Recuerdo que una vez, en una de mis clases de antropología en la universidad, hablamos de marcas de lujo cuyo producto, imagen y narrativa son eminentemente coherentes y arraigados. Hace poco, en mi día libre, fui a la boutique Chanel de Beverly Hills. En la tienda se respiraba una reverencia clásica, era palpable”, reflexiona el actor.
Un símbolo de libertad
Chanel ha convertido su fragancia más famosa en un arma de emancipación masiva. Los hombres que llevan Bleu de Chanel comparten un espíritu libre cuyo mantra principal aboga sobre todo por traspasar los límites de lo ordinario. Un papel que parece hecho a medida para el actor más escrutado del momento. “Lo que me gusta especialmente es que el perfume, y la narrativa asociada a él, deja espacio a la interpretación. Fundamentalmente, se trata de una confianza sutil y de la propia interpretación del usuario de cómo hace suya la fragancia”, dice Timothée Chalamet, cuyo estilo es siempre impecable.
Creada originalmente por el perfumista Jacques Polge, y luego reimaginada por su hijo Olivier (quien más tarde se convirtió en perfumista creativo de las fragancias Chanel), la amaderada fragancia ha seguido impregnando las calles del mundo con su icónico olor. Y no será Timothée Chalamet quien diga lo contrario, “Estoy muy agradecido de iniciar esta relación con Chanel y de contribuir al rico e histórico patrimonio de la maison participando en la redacción del nuevo capítulo de Bleu de Chanel”.
Artículo publicado originalmente en GQ Francia.
