El que avanza hacia Tim Ream es Pep Guardiola. El Manchester City acaba de vencer al Fulham con un agónico gol de Erling Haaland en el quinto minuto de descuento y su entrenador, uno de los mejores entrenadores de la historia, camina en dirección al frustrado central que aún se lamenta la dolorosa derrota y le dice: “Si tuvieras 24 años estarías jugando conmigo”.

Pero Ream tiene 35 años y juega en el Fulham que dirige el portugués Marco Silva. Días después del elogio de Pep, el rubio y experimentado central fue la figura del debut de su selección ante Gales en la Copa Mundial de Catar 2022. Su presencia todavía sorprende: nadie esperaba que fuera convocado por el entrenador Gregg Berhalter. Pero la postergada recuperación de Chris Richards y los rendimientos por debajo de lo esperado tanto de Mark McKenzie como de Aaron Long construyeron una incógnita cuya respuesta consistía en apenas cuatro letras: Ream.

"Sólo intento hacer mi trabajo y voy a hacer lo que se me pide -explica a FIFA+ tras el empate ante Gales- Y estoy contento de estar aquí. No me lo esperaba y será mi última oportunidad en un Mundial, así que estar con estos chicos que se han dejado la piel durante los últimos 14 meses para clasificarse, y volver a formar parte del grupo, es fantástico. Es un orgullo para mí. Estoy aquí por estos chicos, no por mí”.

Berhalter no lo tenía en sus planes. Su perfil futbolístico no iba en sintonía con su filosofía. Durante un año y cinco ventanas internacionales no fue convocado porque sus virtudes no encajaban en la dinámica que el entrenador pretendía construir. Apenas disputó un encuentro por Eliminatorias, ante El Salvador en septiembre de 2021. Su exclusión no era una cuestión de rendimiento ni de piel sino de amalgama.

El entrenador que devolvió a Estados Unidos a la Copa Mundial estaba decidido a disponer de una línea defensiva adelantada en el campo que necesitaba de zagueros más veloces en los desplazamientos, sólidos en el juego aéreo e implacables en las coberturas a campo abierto. Ream no se destaca en ninguna de esas facetas pero tiene virtudes que, especialmente ante rivales dispuestos a ceder la iniciativa como Gales e Irán, resultan fundamentales.

Ream, quien se quedó afuera de la lista de Brasil 2014, emitió su boleto a Catar gracias a su profesionalismo, esfuerzo, humildad y seriedad. En silencio, fue construyendo un último año en gran nivel que convenció a Berhalter incluso a riesgo de modificar su sistema favorito: “¿Viste algún partido del Fulham últimamente? Entonces sabrás por qué lo queremos. Es un jugador de alto rendimiento para su equipo. Es realmente difícil ignorar cosas como esas... Para mí todas las piezas están alineadas para traerlo de vuelta a la selección y para mí hay una diferencia entre clasificarse en la CONCACAF y jugar en el Mundial. Tim, basándose en el nivel al que está jugando, está preparado para jugar un Mundial. Sin duda".

Los elogios de Guardiola resumen la mayor fortaleza de su repertorio: su capacidad de conducción. Ante los Dragones expuso su arsenal de recursos para encontrar líneas de pase y comenzar con la construcción futbolística de su conjunto desde la zaga central. Una garantía con la pelota en los pies, define los senderos de su equipo con la calma y sabiduría de una docena de temporadas como profesional: "Me encanta. Me encanta. Es una de esas cosas que, a mi edad, no hay ansiedad ni nervios. Sólo estoy disfrutando del momento, del viaje, de formar parte de un grupo de chicos y de una buena plantilla. Sólo estoy disfrutando de todo lo que trae el Mundial, y espero que traiga mucho más".

Su experiencia resulta fundamental en el segundo plantel más joven de Catar 2022. En un once inicial con siete jugadores menores de 25 años, es el único en haber superado las tres décadas. Kellyn Acosta, quien ingresó desde el banco de suplentes en lugar de Yunus Musah, elogió su liderazgo: “Creo que estuvo fabuloso esta noche. Es una presencia vocal, una presencia tranquilizadora con el la pelota, y leyó el juego muy, muy bien. Creo que ha estado muy bien ahí atrás, y espero que pueda mejorar su rendimiento. Contra Inglaterra, va a ser una prueba muy dura, pero se enfrentará a tipos que conoce bien de la Prem (Premier League inglesa), contra los que juega semana tras semana. Es muy influyente para nosotros".

Capitán del Fulham, está acostumbrado a los grandes desafíos y sobre el impecable césped del Ahmad bin Ali brindó otra clase al domar a Gareth Bale en una gesta que obligó a Rob Page a replantearse su identidad y mover sus piezas en el entretiempo: Bale había arrancado como delantero junto a Daniel James para castigar a la dupla central con su velocidad. Nada de eso pasó: la inédita zaga conformada por Ream y Walker Zimmerman redondeó un primer tiempo imperial.

El ingreso de Kieffer Moore reescribió el guión del partido pero Ream siguió sumando argumentos para conquistar el premio al jugador del partido que finalmente se llevó Bale tras empatar el juego con un penal inatajable. Superado el primer escollo pese al sabor amargo del empate, en su horizonte aparecen rivales de la magnitud de Harry Kane y Mehdi Taremi o Sardar Azmoun. Con calma y la pelota bajo control, Ream los espera.

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