Thomas Montgomery Newman, nació en Los Ángeles en 1955. Hijo de Alfred Newman y sobrino de Lionel y Emil Newman, renombrados compositores y directores de la época dorada de Hollywood (su hermano, David, así como su primo Randy también son prestigiosos compositores de música de cine). De niño aprendió piano y violín. Y su siguiente paso musical fue asistir a la Universidad del Sur de California, donde estudió composición y orquestación con David Raskin y Frederick Lesemann. También realizó un master en composición en Yale en 1978.

Mientras estaba en Yale, conoció al compositor Stephen Sondheim, quien se convertiría en un mentor para él. Al principio, Newman estaba más interesado en el teatro musical que en la composición cinematográfica, y trabajó con Sondheim en obras de Broadway. Newman reconoce con gratitud la influencia temprana que supuso trabajar con el legendario compositor de Broadway Stephen Sondheim.

Lionel, quien sucedió a Alfred como director musical de 20th Century Fox, le dio a Thomas su primer trabajo en una partitura para un episodio de la serie ‘The Paper Chase’ (1979). Pero como muchos jóvenes compositores, sus primeros años estuvieron inmersos en grupos de música rock y otros hasta que en 1983 irrumpió en la industria del cine al orquestar una pista de John Williams de la película; ‘Star Wars; El retorno del Jedi’. Williams, que era amigo de su padre, le invitó a trabajar en dicha película, orquestando la escena en la que muere Darth Vader.

Los ochenta fue una época de mucha creatividad musical. Había grandes grupos de pop-rock y mucha riqueza musical en géneros frescos como el new-age. Los grandes avances tecnológicos afectaron los estilos musicales que influían en las composiciones cinematográficas. Así que los sintetizadores, guitarras eléctricas y otros instrumentos permitían experimentar nuevas formas de composición de las que Thomas no desaprovecharía, sobre todo en sus primeros años de composición.

Cuando conoció al productor Scott Rudin, recibió la oportunidad de escribir su primera banda sonora para el film; ‘Rebeldes temerarios’ (1984). Newman dijo que «fue un trabajo difícil, al principio». Se trataba de establecer una metodología de composición aplicando todo lo que había aprendido en un entorno sin explorar hasta entonces. En una familia con gran talento musical era difícil no ‘entrar’ en el mundo del cine, y más teniendo en cuenta su don natural para la música.

Además de su trabajo en cine y televisión, Newman ha compuesto varias obras para el escenario de conciertos, incluida la obra sinfónica ‘Reach Forth Our Hands’, encargada en 1996 por la Orquesta de Cleveland para conmemorar el bicentenario de su ciudad. Así como un concierto para contrabajo y orquesta encargado en 2001 por la Sinfónica de Pittsburgh. 

En octubre de 2014, Newman y el músico Rick Cox lanzaron ‘35 Whirlpools Below Sound’, una colección evocadora y contemporánea de paisajes sonoros electrónicos de vanguardia que los dos colaboradores desarrollaron durante un período de 25 años y que constituye una fascinante salida del trabajo de Newman en la música de cine.