Me gustan los cuentos de amor que le dan un toque de calidez al invierno. “Winter’s Tale” es un buen intento. La cinematografía es maravillosa y los escenarios bellísimos. Grandes estrellas, aunque algunas en lugares equivocados.

De hecho me encantan las películas de fantasía y con un ambiente místico pero en este caso si de plano me perdí. La idea del amor que supera todo hasta la muerte, la constante lucha del bien y el mal, los milagros y los destinos que se entrelazan mágicamente, son conceptos de mucha riqueza para un narrativa cinematográfica impactante (sobre todo que se ve que se con contó con presupuesto).

Sin embargo, el problema que encuentro en “Winter’s Tale es acomodar las piezas de una manera en la que hagan sentido y no se sienta como dos historias aisladas. Es muy confusa. No tiene que haber una lógica estricata;  los espectadores no somos tan exigentes. Pero por lo menos algunas pistas para conectar  puntos claves y podernos trasladar sin tanta duda e inquietud de principios del siglo pasado a la actualidad. (Entre otras inconsistencias).

Todo esto lo digo sin haber leído la novela de Mark Helprin en la cual está basada la película. Aclaro.

En una primera fase me pareció encantadora la historia de amor. Peter Lake (Colin Farrell) y  Beverly Penn (Jessica Brown Findlay) son de esas parejas que pudieran convertirse en clásicas del romance. Son carismáticas, bellos y nos transmiten un amor tierno y profundo que te hace suspirar. Hasta ahí todo perfecto.

Ubicada en Nueva York en 1916 nos encontramos a Peter Lake (Farrell) un ladrón de oficio, de corazón noble. Esta debilidad del presunto delincuente inquieta a su mentor Pearly Soames (Russell Crowe) que se manifiesta como un humano, pero en realidad es como tipo un espíritu malo o un demonio. La misión de Soames (Crowe) es terminar con la vida de Lake (Farrell). Algunos enfrentamientos en los que casi lo logra pero siempre aparece un caballo blanco con alas que lo salva.

Es precisamente este hermoso caballo el que lo lleva a casa de Beverly Penn (Jessica Brown Findlay), una bella joven desahuciada, enferma de tuberculosis. El destino los une y la pareja se enamora profundamente. Incluso el padre de Beverly acepta la relación. Me dio mucho gusto ver a William Hunt en ese papel.

Farrell, Findlay, Hunt, Crowe….. Todos excelentes en sus respectivos papeles. El primer gran brinco que recibo en la historia es cuando se introduce al personaje de Lucifer, el maestro de Soames (Crowe). Mil disculpas pero me pareció totalmente fuera de lugar la presencia de Will Smith. Ha hecho papeles extraordinarios, es muy buen actor, pero aquí fue como la primera “broma” que me saco de onda en la película. Hay más y  me hicieron reirme y recordar las sabias palabras de mi Tía –  ¡ Que mentirero !

Sin contarles mucho para no echar a perder su visita al cine la historia de repente brinca al año 2014. Para mi ahí comenzó la segunda fase que por más que trate de justificar, no lo logre.

En esta parte vemos también a otra gran actriz Jennifer Connelly un poco desorientada con un papel en el que todo el tiempo tiene la boca abierta seguramente como muchos de nosotros que tratamos de digerir la trama.

A pesar de estos huecos, “Winter’s Tale” se disfruta y te entretienes. Es una buena opción para verla con la pareja y esperar los momentos tiernos de los bellos del cuento para el rito mágico de las enamoradas: apretones de mano.

De cinco…  le doy tres palomitas.